El príncipe Harry (35 años) y Meghan Markle (38) no parecen dispuestos a escatimar en gastos para garantizar su seguridad en su nueva vida en América. La pareja, que se mudaba el pasado mes de marzo a Los Ángeles tras varios meses viviendo en Vancouver, ha contratado una exclusiva empresa de seguridad especializada en la protección de celebrities, según publican varios medios británicos.
Se trata de Gavin de Becker & Associates, la compañía de seguridad privada más conocida de Estados Unidos cuyos servicios, según sus tarifas, costarán a Harry y Meghan hasta 7.000 dólares al día.
La empresa, con sede en un almacén en los suburbios de Los Ángeles, afirma proteger "a más de 90 de las familias y personas en riesgo más prominentes del mundo". Sus rangos superiores incluyen antiguos marines estadounidenses y destacados exfuncionarios de inteligencia de la CIA y el FBI, así como científicos especializados en el comportamiento y en la evaluación de amenazas.
Harry y Meghan en montaje de JALEOS junto a imágenes de su nueva casa en Los Ángeles.
Según la información de su página web, los servicios que ofrece Gavin de Becker & Associates van desde la "protección en el hogar, viajes o apariciones públicas" hasta la provisión de guardaespaldas, investigación de amenazas o formación del personal. Una asistencia con la que cuentan numerosas estrellas internacionales como el empresario Jeff Bezos (56) o el actor Tom Hanks (63).
Por el momento, se desconoce quién pagará esta minuciosa protección de Harry y Meghan, aunque el entorno de la pareja ha afirmado al periódico británico Daily Mail que los duques costearán la seguridad de su bolsillo.
La mansión donde viven está valorada en 16 millones de euros.
Las mismas fuentes aseguran, además, que un equipo privado de seguridad de la empresa ya está instalado en la mansión del magnate de Hollywood Tyler Perry (50) donde Harry y Meghan residen junto a su hijo Archie (1).
Detrás de esta empresa se encuentra Gavin de Becker (65), especialista en protección de gobiernos, grandes empresas y personalidades públicas que, además, fue jefe de seguridad del presidente estadounidense Ronald Reagan.
Controversia
La seguridad privada de los duques ha estado rodeada de polémica desde el 'Megxit'.
La seguridad de Harry y Meghan ha sido objeto de mucho debate. Durante su estancia en Vancouver, ha sido el gobierno canadiense el encargado de costear la protección de la pareja a través de la Real Policía Montada de Canadá. Sin embargo, ese acuerdo expiraba el pasado mes de marzo, justo cuando el matrimonio decidía trasladarse al exclusivo barrio de Beverly Hills donde residen ahora.
La polémica continuaba cuando varias fuentes aseguraban que el príncipe Carlos (71) había accedido a pagar la seguridad de su hijo y su nuera en Estados Unidos, ya que los duques deben hacerse cargo de la factura pendiente por la reforma de Frogmore Cottage, que asciende a unos 2,6 millones de euros, mientras que Donald Trump (73) había anunciado que su gobierno no pagaría por la seguridad de los duques.
Sin embargo, el entorno de los royals acabó desmintiendo la noticia, asegurando que ellos mismos pagarán por su seguridad y que no han pedido "ningún tratamiento especial" después de desvincularse de la Familia Real británica.
Desde su mudanza a Los Ángeles y especialmente durante el confinamiento por el coronavirus, Harry y Meghan aseguran haber sufrido numerosas intrusiones en su privacidad, entre las que se incluyen las fotografías tomadas por drones. Según Daily Mail, al menos cinco de estos incidentes han sido reportados a la policía de la ciudad.
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