Este domingo 4 de agosto, tal y como estaba previsto, el rey Felipe (51 años), la reina Letizia (46), la princesa Leonor (13) y la infanta Sofía (12) han protagonizado el tradicional posado en Palma de Mallorca. Y una vez más, las hijas de los Reyes han sido las auténticas protagonistas de la jornada. Caminando hacia su encuentro con los medios de comunicación por los jardines de Marivent, se aprecia de entrada cómo Felipe VI se adelanta un paso cogido de la mano de Leonor, mientras que Letizia y la infanta Sofía se quedan un tanto rezagadas en el plácido paseo.
Muy sonrientes, y acompañados por el sol que precede al atardecer, Felipe opta para la ocasión por un pantalón azul marino y una camisa en tonos azules claros y moteada. Por su parte, la reina se ha decantado por un favorecedor vestido midi con print floral y muy veraniego en tonos blancos y rojos que realza su espectacular bronceado. Además, ha rematado su estilismo con su zapato del verano: la alpargatas, parecidas a las que lucía durante la jornada de compras este domingo con su suegra y sus hijas y a los modelos con los que se ha dejado ver desde su llegada a Palma.
La princesa Leonor ha lucido un mono de color verde con dibujos estampados. Su hermana Sofía ha escogido el blanco, pero combinado también con el verde y rematado su outfit su conjunto de blusa y bermuda. Cabe recordar que los Reyes han hecho su aparición de forma puntual y que, como viene siendo habitual, han saludado a los medios de comunicación allí congregados. En todo momento, ha prevalecido la sonrisa y la cordialidad entre los miembros de la familia.
Leonor y Sofía, las protagonistas una vez más
En lo que respecta a las anécdotas, lo primero que ha hecho la familia es saludar personalmente a todos los profesionales, a los que Felipe les ha hecho ver, aunque desde lejos, su preocupación por el estado político del país, del que se ha confesado "muy pendiente".
Tras esto, ha llegado el momento más divertido del posado. Leonor ha hablado acerca de su estancia en Estados Unidos, donde su hermana y ella han viajado por segundo año consecutivo para pasar el mes de julio en un campamento. "Ha sido muy divertido, ya lo conocíamos", ha asegurado la princesa, a la vez que ha añadido que en su estancia al otro lado del charco ha practicado junto a Sofía tanto vela como otros deportes. Eso sí, preguntadas si volverían a repetir la experiencia, ambas se han encogido de hombros en un gesto tan tímido como espontáneo. "Eso tenemos que hablarlo", ha comentado, divertido, su padre.
Por su parte, Letizia ha comentado que vive "cada vez mejor" sus veranos en Palma y que el pueblo Pollença que ha visitado le ha parecido "precioso". Uno de los detalles más curiosos de la jornada, como es habitual, han sido las trenzas que han lucido, por igual, tanto la princesa Leonor como la infanta Sofía, siempre a conjunto.
Desde que pisaran Palma de Mallorca, hay que decir que la Familia Real no ha parado de enlazar planes de ocio. Si bien Felipe VI ha estado volcado en la Copa del rey de vela -un año más, con escasa suerte-, Letizia, sus hijas y la reina Sofía (80) han hecho planes 'de chicas'. Han acudido al cine, al ballet y este domingo se han dejado inmortalizar por el mercadillo de Mallorca.
El posado de 2018, el más amargo
2018 es una fecha que quedará marcada en la historia de la Familia Real como el año de la pelea entre la reina Letizia y Sofía a las afueras de la catedral de Palma de Mallorca, el domingo de Pascua. Desde entonces cada gesto y movimiento de los reyes era observado con lupa. De ahí que este posado cobraba especial importancia. Ese año los monarcas optaron por el palacio de la Almudaina, y se hicieron fotografiar en uno de los patios, para luego trasladarse a otro de los patios con vistas al mar. Pese a que en todo momento se intentó aportar normalidad en los gestos y las respuestas, lo cierto es que se respiraba una tensión en Letizia sobre la que muchos expertos pusieron el foco.
Echando la vista atrás, cabe recordar que el verano más tranquilo y sosegado para los Reyes fue el de 2017, cuando posaron de forma relajada y dijeron adiós a la rigidez habitual. Y es que, venían de unos posados un tanto convulsos por el panorama que los enmarcaba. En 2016, la delicada situación política del país; en 2015, la muerte del abuelo de la reina, Francisco Rocasolano; y en 2014 fue la mayor expectación, pues constituía el primer verano de la Familia Real como soberanos después de que el rey Felipe asumiera la jefatura del Estado.
[Más información: Así han sido los cinco años de posados de los reyes Felipe y Letizia en Palma de Mallorca]