Una larga hilera de eucaliptos y una alambrada esconde la casa principal de la finca La Toledana en Retuerta del Bullaque (Ciudad Real). La discreción es la principal característica de esta propiedad de Pedro Borbón Dos Sicilias y Orleans (48 años), duque de Calabria, y sus cuatro hermanas (Cristina, María, Inés y Victoria) es la privacidad. Así, mientras Felipe VI y Letizia posaban ante los fotógrafos en la tradicional misa de Pascua de Palma de Mallorca junto a sus sus hijas y la reina Sofía, la infanta Cristina, con su marido, Iñaki Urdangarin, y sus hijos, buscaba un plan más reservado junto a sus primos los Borbón Dos Sicilias y los vecinos de Retuerta del Bullaque y Porzuna.
Pedro Borbón Dos Sicilias escoge muy bien a los invitados (cazadores en su mayoría) que acuden a su finca La Toledana, de 2.500 hectáreas, que él mismo, ingeniero de caminos, gestiona. Se asegura de que quienes visitan la finca, de gran riqueza cinegética y agrícola, no difundan fotos de su interior. Algo que la convierte en un lugar atractivo para quienes, como la infanta Cristina y Urdangarin, buscan pasar desapercibidos.
CRISTINA Y URDANGARÍN LES DEBÍAN UNA VISITA
La visita de los exduques de Palma a la casa de sus primos en Retuerta del Bullaque no solo responde a esa búsqueda de intimidad. Hace menos de un mes tuvo lugar en Madrid el entierro de Alicia Borbón Parma, la abuela de Pedro Borbón Dos Sicilias y Orleans. Tanto los reyes eméritos como Felipe y Letizia, la infanta Elena y su hija Victoria Federica, acompañaron a la familia. No así la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín, que, probablemente como consecuencia de la distancia, no pudieron hacerlo. Debían una una visita a sus primos, a los que siempre han estado muy unidos.
A pesar de estar afincado en Ciudad Real, donde vive con su mujer, Sofía Landaluce, y donde ha buscado la mejor educación para sus siete hijos (en el colegio Marianistas), sigue muy unido a la Familia Real. El rey Felipe VI y sus hermanas han acudido a todos los eventos familiares de los Borbón Dos Sicilias y según su círculo cercano "con ellos se sienten realmente cómodos. Son como su otra familia".
Pedro Borbón Dos Sicilias es a Felipe VI lo que su padre, el Infante Don Carlos, al rey emérito. Pedro y Felipe nacieron en 1968 y tienen muchas cosas en común: entre ellas haberse enamorado de mujeres que no pertenecen a la nobleza y conseguir que sus familias lo aceptasen, aunque al primo del rey le costó años de enemistad con su padre. De hecho, consiguió casarse con su novia cuando el primer hijo de ambos, Jaime, ya tenía 8 años.
Felipe VI y Pedro Borbón Dos Sicilias fueron amigos desde la infancia, igual que sus padres, Juan Carlos I y Carlos Borbón Dos Sicilias, que se criaron juntos en Las Jarillas, el internado en el que Franco quiso que Juan Carlos se educara. El rey emérito transmitió a su primo el título de Infante de España, un título personal e intransferible que no ha podido heredar Pedro Borbón Dos Sicilias tras su muerte en 2015. Sí conserva los títulos de duque de Calabria, de Noto, conde de Caserta y príncipe de Las Dos Sicilias
UNA SEMANA SANTA "CON SU OTRA FAMILIA"
No es raro, como ha ocurrido este fin de semana con la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín, ver pasear a cualquiera de los cinco hijos del Infante Don Carlos o su viuda, Ana de Orleans, en Retuerta del Bullaque o el vecino municipio de Porzuna disfrutando de las procesiones y fiestas locales.
Esta Semana Santa, a diferencia de años anteriores en los que salieron al extranjero, los exduques de Palma han buscado un plan tradicional y bien pegado a la calle. Han paseado con sus hijos por Retuerta del Bullaque, el pequeño municipio al que pertenece la finca La Toledana, e incluso han acudido a la procesión del domingo de resurrección en Porzuna.
A este último plan se unió también la infanta Elena. Viajó con su hija Victoria Federica desde Madrid a la finca ciudadrealeña para terminar el fin de semana con su hermana, su cuñado y sus sobrinos. Juntos pasearon por las calles, se hicieron fotos con los vecinos y la infanta Elena incluso hizo fotos a la procesión con su móvil.
Es difícil que se repita la imagen de toda la familia real unida en Palma, ya sin Marichalar y con Urdangarín condenado a prisión por el caso Nóos. Pero las hermanas han optado por compartir estos días con "su otra familia" como consideran a sus primos Borbón Dos Sicilias.
Lo han hecho en el entorno privilegiado donde se encuentra La Toledana, junto al parque nacional de Cabañeros y el Embalse Torre de Abraham. Con 2.500 hectáreas de terreno, en la zona no dedicada a la caza crece maíz de regadío.
Solo los cazadores más cercanos a la familia pueden presumir de haber visitado la casa principal de piedra maciza donde los Borbón Dos Sicilias pasan las vacaciones. Allí dentro se alojan los invitados más exclusivos, como lo habrán hecho estos días la infanta Cristina, Elena y sus hijos. El resto de huéspedes que llegan a la finca en temporada de montería lo hace en pequeños apartamentos junto a la vivienda principal. Estos meses solo está permitida la caza de corzo. Pero dado que la infanta Cristina y Urdangarín no son cazadores, habrán podido disfrutar de paseos por el campo.