Las últimas semanas han sido complicadas para la familia del rey Felipe (49 años). A la sentencia del Caso Nóos, se suma ahora un robo en casa de la infanta Elena (53), ocurrido al parecer durante los días en los que el foco mediático estaba puesto sobre su hermana Cristina (51) e Iñaki Urdangarin (49), aunque hasta esta semana no trascendía el suceso.
La información ha sido el diario encargado de destapar el robo sufrido por la duquesa de Lugo en su casa de Madrid, ubicada justo al lado del parque del Retiro y en la que reside junto a sus dos hijos -cuanto estos no se encuentran estudiando en el extranjero-. "Un buen susto" es lo que se llevó la infanta al descubrir que habían entrado en su domicilio y habían sustraído varios objetos, entre los que se encuentran unas bicicletas de sus hijos.
En el momento del desagradable suceso, la primogénita del rey emérito, que se encuentra "muy disgustada", no se encontraba en su casa. Puestos en contacto con la Casa Real, fuentes de Zarzuela prefieren mantener la prudencia en este tipo de temas, y más teniendo en cuenta que la infanta Elena "no pertenece al núcleo central de la Familia Real, aunque figure en la agenda oficial" y tenga una presencia notable en determinados actos.
Lo cierto es que la hermana del actual monarca arrastra ya varios episodios poco afortunados, como la caída del caballo que sufrió el pasado mes de septiembre mientras practicaba equitación en el recinto del Palacio de la Zarzuela.
La última aparición pública de la duquesa de Lugo tenía lugar este mismo miércoles en la entrega de los premios Commodore, a los que acudió también el escritor Mario Vargas Llosa (80). Cuatro días antes había asistido al besapiés del Cristo de Medinaceli.