Este jueves la isla de Öland acogía las celebraciones por el 30 cumpleaños de la heredera al trono sueco, la princesa Victoria de Suecia. Acompañada de su marido, Daniel Westling (42), y de sus hijos, Estelle (4) y Óscar (4 meses), la primogénita de los reyes presidía los festejos y entregaba las becas deportivas que llevan su nombre.
Si el año pasado su cuñada Sofía (31) le 'robó' el protagonismo debido al anuncio de su compromiso oficial con el príncipe Carlos Felipe (37), en esta ocasión fue el pequeño Oscar el que ha eclipsado al resto de la familia, al tratarse de su primera aparición pública.
Su madre lo tuvo en brazos casi todo el tiempo, incluso cuando le tocó dirigir unas palabras a los asistentes, micrófono en mano. En ese momento pretendió que el rey Carlos Gustavo (70) sostuviera al pequeño durante unos minutos, pero el monarca no se siente seguro cogiendo en brazos a bebés tan pequeños, por eso tras pensárselo dos veces rechazó hacerle ese favor a su hija.
El gesto, que provocó las risas de los asistentes, ha traído cola. Hay quien apunta a la tensión existente entre padre e hija para explicar lo ocurrido. Si bien es cierto que el rey sueco tiene sus reservas respecto a la abdicación y a la idoneidad de cederle la corona a su hija mayor en este momento, la raíz del 'desaire' de Carlos Gustavo está probablemente lejos de esta cuestión.
Anécdotas aparte, Victoria de Suecia disfrutó de un cumpleaños en el que no faltó de nada: buena música en directo, saludos y selfies con los compatriotas que se acercaron hasta la isla para felicitarla y muchas sonrisas, a las que contribuyeron en buena parte los dos hijos pequeños de la futura reina de Suecia.
No faltaron a los festejos los hermanos de Victoria, Carlos Felipe y Magdalena (34), que acudieron con sus respectivas parejas, Sofía y Chris, respectivamente. Tanto la hermana como la cuñada de la homenajeada prefirieron hacerlo con ropa de calle y no lucir trajes típicos como fue el caso de Silvia de Suecia y de la propia Victoria.