La ruptura entre Pep Santacana y Arantxa Sánchez Vicario se escribe en los tribunales. La Corte de Miami deberá resolver los interrogantes que todavía arroja la separación entre el especulador inmobiliario y la ganadora de tres Roland Garros. Los papeles norteamericanos descubren algunos de los pasos dados por el todavía marido de la tenista. Alega "problemas psicológicos de Arantxa" para hacerse con la custodia de sus dos hijos -de 9 y 7 años- y se adjudicó de antemano parte del patrimonio de su expareja. La semana pasada, el juez ordenó su devolución.
Es difícil cifrar qué o cuánto debe devolver Santacana a Sánchez Vicario. Se ha escrito que el empresario catalán se fue de casa con los grandes trofeos de su mujer, pero no es cierto. Las ensaladeras, según ha sabido este periódico, se encuentran en una casa de campo del propio Santacana y le estarían sirviendo para presionar a su expareja. En esa estrategia de tira y afloja también juega un papel predominante la mencionada custodia de los niños. Este miércoles, tanto afectados como testigos desfilarán por el estrado de Miami para dejar testimonio.
Dos buenos amigos de Arantxa explican a este diario que Santacana fue, de facto, el administrador de los bienes de la tenista una vez ésta rompió relaciones con sus padres, que hasta entonces gestionaron su patrimonio: "Ella delegó demasiado y él aprovechó para hacerse con todo". Una versión que los Santacana han desmentido en reiteradas ocasiones, incluso en un plató televisivo.
En este momento, Sánchez Vicario estaría viviendo de su sueldo en la Metropolitan School de Miami y sus colaboraciones en televisiones latinas como comentarista de partidos de tenis. Santacana, por su parte, hace meses que reside en otro apartamento con una nueva pareja.
¿Quién es Pep Santacana?
Josep Santacana Blanch conoció a Arantxa en Ibiza durante el verano de 2007. Apenas un año después se casaron en el castillo de Peralada, en Girona. Según cuenta Sánchez Vicario en sus memorias, no supo si sus familiares asistirían al enlace hasta poco antes de la celebración.
Los Sánchez Vicario nunca confiaron en Santacana. De ahí que encargaran a la agencia de detectives Método 3 un informe acerca del prometido de su hija. Aquel trabajo alumbró un filón de deudas y una nublada trayectoria empresarial, que todavía deja rastro en el registro mercantil. La mayoría de las sociedades en las que figura como administrador único, radicadas en Cataluña, hace tiempo que no muestran actividad. Casi todas ellas estuvieron dedicadas a la compraventa inmobiliaria. Una de las últimas, Dharma Business SL, fue embargada por la Agencia Tributaria de Cataluña en septiembre de 2013, según los documentos consultados por EL ESPAÑOL.
Todo esto, según la propia tenista, lo supo de boca de su novio, antes del relato de los detectives. "Yo estaba al corriente de la situación profesional de Pep", narró en sus memorias.
El día de la presentación de su libro, acompañada por Pep Santacana, cargó contra su familia. Más tarde los acusaría de enajenar su patrimonio e incluso amagaría con negar a sus padres la casa que habitaban en Barcelona. "Estaba abducida, envenenada... Tengo la esperanza de que todo esto haya sido un mal sueño. Ahora que ha pasado, las aguas volverán a su cauce y estoy seguro de que se reconciliará con su madre y sus hermanos", relata un amigo de los Sánchez Vicario.
En 2010, Arantxa demandó a su progenitor por "administración desleal". Le acusó de haberse apropiado de 14 millones de euros. "Eso es una tontería. En el circuito es habitual que los padres organicen el dinero que va ganando su hijo, todavía muy joven y dedicado plenamente al deporte. Marisa y Emilio siempre mostraron un comportamiento intachable", cuenta esta fuente. "Todos conocíamos la trayectoria de Josep Santacana. Esto es la crónica de una muerte anunciada, un final previsible", apostilla un extenista amigo de la familia.
"Nunca le he visto trabajar"
Antes que Arantxa, Nuria Jiménez fue pareja de Santacana. "He estado cinco años con él y no le he visto trabajar nunca", dijo a Vanity Fair. Tras la ruptura, perdieron un dúplex por culpa de las deudas. "Los bancos no me dan tarjetas", se quejó. Una situación que podría compartir varios ingredientes con el momento actual. Según El Confidencial, la deportista ya no posee propiedades en España. Nada queda de la casa de Formentera, el chalet de Barcelona y el yate en el que navegaban.
En febrero de 2016, con la muerte de Emilio Sánchez, entonces 83 años, llegó la escena de más impacto. Arantxa y su marido se presentaron en el tanatorio, donde Santacana no fue bien recibido y llegó a forcejear con Javier, hermano de la tenista. Aquello terminó con el desmayo de Marisa y la pareja fuera de la sala.
Catorce años después de su retirada definitiva, Arantxa Sánchez Vicario, la mejor tenista española de la Historia, deberá atravesar un farragoso proceso judicial que decidirá la custodia de sus hijos, el destino de los trofeos y el reparto del patrimonio restante, que nada tiene que ver con el que un día reunió.