La cantante ha decidido cambiar de residencia para asentarse en Beverly Hills, la zona más exclusiva de Los Ángeles. La mansión se vendía por 8,9 millones de euros pero, después un pequeño regateo ha sido adquirida por algo más de 8,53 millones después de un tira y afloja que el círculo de la cantante ha llevado en secreto hasta ahora. El alto valor de la casa se debe, además de por sus excelentes instalaciones, porque se sitúa dentro de una urbanización a resguardo de los paparazzi en donde tendrá como vecinos a Jennifer Lawrence, Ashton Kutcher y su esposa Mila Kunis, Cameron Díaz o a Nicole Richie y su familia, además de a otras estrellas hollywoodienses, tal y como informa TMZ.
Además de a Adele, la residencia acogerá a su marido Simon Konecki y a Angelo James, el hijo de tres años de la pareja. Seguro el pequeño será el que más disfrute del jardín de la casa ya que dispone de una piscina, una estación de tren de jugueter que rodea la mansión y una casa de madera en lo alto de un árbol que hará las delicias del joven.
La cantante se trasladará a su nueva casa cuando finalice su gira mundial por Europa y Estados Unidos el seis de septiembre. Adele se encuentra de plena actualidad por este tour que la trajo a Barcelona el pasado 25 mayo y que está ocasionando algún quebradero de cabeza a la cantante, tal y como ocurrió en su concierto de Lisboa cuando se equivocó con la letra del famoso tema Million years ago. En vez de seguir cortó el estribillo con un: "Mierda, me he equivocado".
Un traspiés que no enturbia a la artista de 28 años recién cumplidos y que es la cantante menor de 30 años mejor pagada del Reino Unido.
Además, está considerada como la mujer inglesa con mayor fortuna, estimada en 110 millones de euros. Adele todavía está muy lejos de Paul McCartney, con 988 millones de euros, que actuará el dos de junio en el Vicente Calderón de Madrid.