Cuando este domingo España se levante con una nueva decepción en el Festival de Eurovisión, muchos serán los que vuelvan a alzar la voz contra la participación de nuestro país en el conocido certamen musical y pedirán su retirada. La mayoría de ellos, además, utilizarán la excusa del coste para argumentar su animadversión.
Sin embargo, Eurovisión es uno de los negocios más rentables de TVE en cuanto a coste por audiencia. Según informaba la cadena pública, la cuota de contribución de RTVE a la Unión Europea de Radiodifusión es de 356.000 euros. A esta cifra hay que sumarle, a posteriori, todos los costes que provoca la promoción, los desplazamientos y gastos de la delegación española.
No obstante, algunos de estos gastos son asumidos por la discográfica del representante. Además, como ya sucediera en 2013 con El Sueño de Morfeo, podría darse la posibilidad de que TVE consiguiera un patrocinador cultural para el evento, lo que le evitaría estos gastos.
Aún así, sigue siendo una cifra bastante rentable en término de audiencias. Y es que, con un coste menor que un capítulo de Cuéntame o Águila Roja (entre 700.000 y 800.000 euros) o que un partido de la Selección Española (1,95 millones), Eurovisión alcanza mejores datos de audiencia.
Por ejemplo, la actuación de Edurne el pasado año consiguió reunir a un 39,3% de la audiencia y 5.958.000 espectadores, convirtiéndose en la emisión no deportiva más vista del año. Gracias a ello, la televisión pública se convirtió en la televisión más vista del día con un 20,3%.
Pero las buenas noticias para nuestra malograda televisión pública no se quedan ahí. TVE también emite este año las dos semifinales del concurso, las cuales aportan a La 2 una audiencia media de un 3%, casi un punto más que su dato habitual. Asimismo, la web de RTVE.es mejora sus datos en mayo gracias al certamen.
Promoción de la cultura
No es de extrañar que, a pesar de las voces críticas, TVE no contemple la idea de abandonar el festival. "Es una marca histórica de nuestra televisión, una estrategia de cadena y de momento no va a cuestionarse", explicaba hace ahora un año el director de programas de Entretenimiento de TVE, Carlos Mochales.
Además, como defiende el jefe de la delegación italiana, Nicola Caligiore, "Eurovisión es una ocasión muy importante para promover tu país y tu cultura. El servicio público tiene el deber de dar ayuda a la cultura, sobre todo en estos momentos coyunturales tan difíciles".
Pero, además, “este es un proyecto en el que también entran las relaciones internacionales. Eurovisión es el único programa, además de los eventos deportivos, que une Europa en frente de la televisión y crea un sentido de cohesión europea a través de la música. A veces se olvida ese mensaje, no es sólo un concurso musical. Es un momento en el que Europa se para y junta celebra su existencia".