Es uno de los acontecimientos del año en el Reino Unido. La cita a la que ninguna celebrity puede faltar. Los Premios de la Academia Británica de la Televisión aglutinaron anoche en el Royal Festival Hall de Londres a numerosas estrellas de la pequeña pantalla. Su alfombra roja se convirtió en una auténtica pasarela de moda. Triunfaron las puestas de largo con cajas al cuello frente a los midis. Amanda Holden y Michelle Keegan fueron de las invitadas más elegantes y mejor vestidas.
En el lado opuesto, la prensa inglesa destacó a la estrella Poldark Eleanor Tomlinson, que normalmente siempre va impecable, y que esta vez optó por un número oscuro verde medieval, con mangas acampanadas, un corpiño aterciopelado y bordados de pájaros alrededor del busto. Alesha Dixon fue otra de las que no gustó nada.
De hecho, en el Daily Mail describen su look como "escandaloso". La actriz apareció con un vestido de fibra sintética elástica muy ajustada en color amarillo con un gran escote que dejaba poco a la imaginación. De "poco grato" también han calificado su outfit de Rochelle Humes con una abertura interminable en una de sus piernas.
Los que sin duda brillaron con luz propia fueron los ganadores de la noche. La miniserie Wolf Hall, como era previsible, fue la gran triunfadora con dos premios, al Mejor Drama y al Mejor Actor para Rylance. La estatuilla a la Mejor Actriz fue a parar a las manos de Suranne Jones por su papel en Doctor Foster. Tom Courtney (Unforgotten) y Chanel Cresswell (This Is England ’90) se alzaron con el galardón al mejor actor y actriz de reparto.