A sus 67 años, Mario Conde no se rinde al amor. Tampoco es que sea un romántico empedernido, más bien lo contrario, un hombre frío, al que le cuesta expresar sus sentimientos. “Hubo una época en la que toda la socialité madrileña, se volvía loca por él, aunque estaba casado. Él se dejaba querer, pero siempre distante. No es muy dado a expresar sentimientos, tiene una clara tendencia narcisista”, asegura un amigo de la época. De ahí que a nadie le extrañara que a finales del pasado año presentase un documental que ha protagonizado y que lleva por título su propio nombre. Éste no ha tenido tanto éxito como su libro Memorias de un preso.
La esposa de Ricardo Gómez-Acebo y Calparsoro, marqués de la Deleitosa y en su momento ex vicepresidente primero de Banesto, definió una vez al ex banquero como “el demonio del que habla la religión cristiana, que está presente entre nosotros”.
Presumido hasta la médula, ni siquiera en Alcalá Meco quiso renunciar a su estilo yuppie. Trajes de ejecutivo con toque británico y más italiano cuando vestía de sport. Para él “la vestimenta es un acto de respeto con el interlocutor”, aseguró en una entrevista. Conde fue el precursor de la nobleza empresarial. Un abogado del Estado de provincias y brillantemente preparado que alcanzó la cima sin escrúpulos y cuya caída fue súbita. Hasta hace poco presumía en público de llevar siempre en la cartera 4.000 o 5.000 euros de 'calderilla'.
Si hay que señalar a una mujer en su vida, esa fue Lourdes Arroyo, su novia de juventud, con la que estuvo casado desde 1973 hasta octubre de 2007, cuando ella falleció muy joven, a los 52 años, víctima de un tumor cerebral. El matrimonio tuvo dos hijos, Mario (42) y Alejandra (39), también detenidos esta mañana junto a él. Hace un año, aun estando casado en segundas nupcias, quiso homenajear a Lourdes por el octavo aniversario de su muerte. Lo hizo a través de un profundo y emotivo texto que colgó en su página web.
En el texto reflexionaba sobre cómo se había dado cuenta de que el alma podía volver a amar, a pesar de que su marcha le había mutilado el corazón. “He constatado el inmenso error de instalarse en el recuerdo, el querer volver a un pasado que no existe, porque nada ni nadie nos puede transportar allí. Gestionar adecuadamente el recuerdo no es tarea fácil, pero de todo punto imprescindible para no perecer como persona, para no desperdiciar el don de vivir”, compartió el ex presidente de Banesto.
A Lourdes la definen como una mujer muy inteligente, leal a Conde y que supo guardar discreción y optó por no mediatizar la condena de su marido sino más bien llorarle a diario y vivir una larga enfermedad en silencio, sólo apoyada por sus hijos. Hasta el propio Conde reconocía en una entrevista que su persecución política y su batalla legal por salir de la cárcel provocaron un campo emocional muy fuerte para ella.
SEGUNDAS NUPCIAS
Conde llevaba dos años viudo cuando se le cruzó en el gimnasio María Pérez-Ugena Corominas (49), prestigiosa abogada y profesora de Derecho Constitucional en la Universidad Rey Juan Carlos I. Al principio mantuvieron una discreta relación que se oficializó en julio de 2009, cuando acudieron juntos a la boda del hijo del presidente del Grupo Intereconomía, Julio Ariza. El ex banquero es colaborador de El gato al agua, programa de la cadena.
Contrajeron matrimonio en 2010, justo un año después de conocerse en una capilla cercana al pazo de Conde, en el pueblo orensano de Chaguazoso, en Galicia. No hubo instantáneas de la ceremonia, a la que sólo asistieron un grupo de íntimos amigos y los hijos de Mario. Ejercieron de testigos una amiga de la novia y César de la Mora, uno de los escuderos del novio durante su etapa al frente de Banesto. Tanto para Mario, viudo, como para María, divorciada, esta era su segunda boda.
El pasado verano saltaron los rumores de una crisis entre ambos. La pareja se distanció unos meses pero no pudo resolver sus diferencias tras seis años de relación. El martes 2 de febrero, ante notario, firmaron una disolución exprés. Una información que reveló en exclusiva ese sábado LOC en El Mundo. El entorno negó terceras personas y aseguró que el banquero lo estaba pasando mal.
Sin embargo, circuló el rumor de unas imágenes de Conde con una joven morena en las que se les vería muy apasionados, por las calles de Barcelona, semanas después de firmar el divorcio. En Semana Santa se le vio con unos amigos disfrutando de las procesiones en León, pero sin compañía femenina.
No consta si en este nuevo ocaso judicial, el ex presidente de Banesto contará con algún apoyo femenino que le sirva de paño de lágrimas. Aunque para eso ya tiene a Paloma, su fiel secretaria y escudera, que aún sigue en shock tras lo ocurrido esta mañana.