Que un complemento levanta el outfit más precario o que el accesorio se ha vuelto imprescindible lleva insertado en el ADN fashionista demasiado como para obviarlo. El ya pasado 2015 ha sido primordial para constatar el triunfo de los accesorios de las estrellas. Sin ellos definitivamente el pret-a-porter está abocado al ostracismo absoluto. Los bolsos siempre estarán ahí, pero Fendi abrió la veda en 2014 con sus charms en piel. Este 2015 las celebrities los han perfeccionado.
Sólo ha hecho falta que Disney chasquee los dedos (o las espadas láser según se mire) para que el gótico de Ricardo Tisci, las estrellas de Hedi Slimane y los robots de Stella McCartney se unan reconvertidos para desfilar por la alfombra roja de Star Wars. En definitiva, viejas tendencias y retrospectiva ochentera que dan lugar al complemento que no se puede olvidar este 2016. Los Alvarno supisieron el exponente nacional que con mayor fuerza (y acierto) han apostado por la saga.
Los accesorios galácticos no dejan de brillar en cada premier. Lupita se deja llevar por 'la fuerza' de los complementos que muestra por medio mundo.
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Sarah Jessica Parker diseñó este estratosférico parasol junto al sombrerero Philip Treacy. Si das espectáculo y tu complemento mide más de un metro no espere gustar a todos. Nunca el riesgo fue más acertado, la gala del Met lo merecía, ¿dónde si no puedes llamar la atención sin miedo al tropiezo? Que se lo digan a Rihanna. Eso fue en el ya pasado 2015 y this is fashion en el 2016.
Kate Middlenton tampoco renuncia a tapar su real cabellera. Tocados, casquetes, pamelas... Llegó la hora de desterrarlos para las bodas y encajarlos en cualquier celebración que se precie. No sin mi sombrero.
El modelo británico, David Gandy, lo lleva sin premeditación y con alevosía. Nadie como él para coronar el look masculino de 2015. A principios del s.XX no podías salir a la calle sin una ala ancha que te parapetara, simplemente no eras considerado un hombre. Cuando el sombrero es repudiado sale a la palestra para que Gandy lo recupere con visible éxito. Lo clásico (otra vez) convertido en la séptima modernidad.
Doña Letizia (por fin) se ha atrevido a lucir las joyas familiares. Cuando la crisis colea con menos fuerza desempolva los collares de perlas discretos, pero igualmente valiosos. Nunca un complemento elevó un look real sin darse menos importancia.
2015 ha sido el año en el que el deporte, ya no se unió a la moda, si no que es la moda. A través de las atléticas estrellas los complementos se vuelven indispensables para llevar a cabo cada disciplina y luego sacarlas a la calle sin pudor. Usain Bolt ama sus Puma con la última tecnología.
Un famoso no lo es hasta que no llega a vender su propia marca ya convertido en un imperio empresarial sobre el que danzan las marcas. 2015 ha sido el año en el que Cristiano Ronaldo vende zapatos y Heidi Klum lencería.
El flúor llegó para quedarse. De la americana militar que tienes colgada en tu armario tiene la culpa Coldplay. Cómo resistrse a un roído outfit militar mientras ves a Chris Martin interpretar su tema Lost junto a un hiphopero Jay Z. La nueva gira del grupo viene cargada de cintas flúor que inundan sutilmente cada prenda. Serán los responsables de que el colorido llegue (tarde) a tu vestuario. El 26 de mayo en Barcelona lo podrá comprobar cuando recale A head full of dream tour.
No será jamás una autentica celeb si muestra la mirada (y las intenciones) sin el parapeto de unas gafas. Si son estrambóticas y de alguna forma poligonal exagerada tendrá a los fans a sus pies. Laura Ponte no suele llevar, pero cuando lo hace deja claro quién respiró estilo en 2015.
Los accesorios tecnológicos se cuelan en el día a día. Las marcas conocedoras de la nueva situación decoran los gadgets para hacerlos, aún si cabe, más atractivos. Dolce & Gabbana no renuncia a los cascos maximalistas que causan furor. Anna dello Russo ya tiene los suyos.
Pero, los complementos se quedan vacíos e inocuos ante un interior atrayente. El accesorio fetiche elegido por JALEOS como el ganador de 2015 es la medalla que recibieron Rafael Diéguez y Daniel Martín, de 30 y 34 años, respectivamente, que escucharon los gemidos de un bebé arrojado por su madre a la basura. Su intervención hizo posible, junto con la acción de dos funcionarios del Instituto Armado (Carlos Rodríguez, de 35, y Andrés Moyano, de 30), que el pequeño salvara la vida. Una juventud unida que lucha por salvar la vida a un recién nacido. Ese será -sin duda- el complemento perfecto de 2016.