En invierno y en otoño nos podemos encontrar con un serio contratiempo con nuestra ropa. Después de sacarla de la lavadora nos resultará mucho más difícil secarla al aire libre, y en algunos casos es posible que hayas notado un cierto olor a humedad. Da la sensación de que las prendas no están lo suficientemente limpias y que ese hedor nos acaba acompañando durante todo el día.
En realidad se trata de algo bastante desagradable, ya que a todo el mundo le encanta oler a fresco. En el caso de que no sepas cómo quitarlo de tu armario, en este texto te ofreceremos una serie de recomendaciones para que acabes con la humedad que afecta a tu ropa.
Por qué las prendas huelen a humedad
El principal motivo por el que la ropa huele a humedad es porque el armario o habitación en el que se guarda presenta humedad o moho. También existe la posibilidad de que el problema proceda de la lavadora, sobre todo cuando dejamos las prendas en su interior una vez finalizado el proceso de lavado y no hemos abierto las puertas al concluir el mismo para que salga dicha humedad.
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De ser así, la opción para resolver este contratiempo pasaría por programar un ciclo de lavado con agua caliente además de un par de tazas de vinagre blanco en el mismo tambor de la lavadora.
Revisa el estado de tus armarios
Puede darse el caso de que guardes tu ropa seca y con una magnífica fragancia a suavizante y jabón. Sin embargo, una vez que te la pones es cuando detectas ese olor a humedad. Por lo tanto, se trata de una clara señal que te indicará que el problema reside en el armario o en el cuarto en el que la guardaste.
De ocurrir esto, lo conveniente sería extraer toda la ropa y comprobar que no existan restos de humedad en las paredes o en el ropero. La aparición de moho supone todo un contratiempo al que debes plantarle cara lo antes posible. No dudes en utilizar algún producto de limpieza especial o frotar con lejía y agua.
Lo que debes hacer para acabar con la humedad en armarios y cajones
Hay un remedio muy práctico que puede servirte de gran ayuda para evitar la presencia de la humedad en el interior de los armarios y cajones. Se tratan de las cajitas deshumidificantes, que tienen la misión de absorber la humedad del ambiente y la derivan al interior de un recipiente, por lo que tus prendas apenas la notarán.
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Existe otra posibilidad que también deberías valorar. Prepara unos saquitos con sal gruesa que debes introducir en el interior de unas bolsitas de malla o incluso recurriendo a medias viejas que ya no uses. Echa un vistazo a los cajones y armarios por si hubiera restos de moho. De confirmar su presencia habrá que eliminarlos con lejía y detergente.
No obstante, el primer paso para que la ropa no huela a humedad es almacenarla siempre totalmente seca. De no ser así, siempre habrá más riesgo de que adquiera ese mal olor al colocarse en un sitio sin ventilación y cerrado. Recuerda que también resulta importante sacar la ropa de la lavadora una vez finalizado el ciclo de lavado. Si las prendas se mantienen en su interior húmedas durante mucho tiempo, con la puerta cerrada, acaban consiguiendo ese hedor tan desagradable que no se quitará tan fácil. La única solución pasará por volver a lavarlas de nuevo.
¿Qué ocurre si no consigo quitar el olor a humedad?
Puede darse el caso de que el olor a humedad se mantenga y por mucho que lo intentamos no conseguimos deshacernos de ese hedor. La solución pasaría por lavarla otra vez con bicarbonato de sodio y vinagre. Tan solo debes reemplazar el detergente por una taza de bicarbonato e incluir una taza de vinagre blanco en el lavado. Para potenciar aún más el poder de estos dos productos puedes añadir también un vasito de zumo de limón. No tengas miedo al intenso olor del vinagre, ya que dentro de la lavadora desaparecerá.
Eso sí, una vez que acabe el ciclo de la lavadora debes tender las prendas y guardarlas en el armario bien secas.
También hay otro detalle que no debemos pasar por alto. Existe la posibilidad de que la ropa haya desarrollado moho, algo que es especialmente nocivo para la salud. Debes tratar de eliminarlo de forma inmediata con un compuesto elaborado con agua y lejía, ya sea a mano o en la lavadora. Una vez que hayas acabado con el moho, deja secar la prenda y comprueba que el olor se haya esfumado por completo.
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Siempre que sea posible es preciso que evites que la ropa se acabe humedeciendo, ya sea antes, durante o después de proceder al lavado. Cuando esté húmeda habrá que lavarla de inmediato y si no se puede realizar eso la pondremos al sol para que seque antes de introducirla en el cubo de la ropa sucia. En la medida de lo posible, lo adecuado sería tenderla al aire libre, en un sitio en el que pueda haber viento o sol, para que no se prolongue en exceso el secado.
Además, como recoge el portal Merca2, hay otro producto que posiblemente desconozcas y que sirve para acabar con el olor a humedad. Se trata del vodka. Sería suficiente con echar un poco sobre un trapo limpio y frotar sobre la prenda.