El jamón ibérico es uno de los alimentos insignia de la gastronomía española, un producto gourmet que no puede faltar en las ocasiones especiales. Se trata de uno de los productos más internacionales de la cultura mediterránea, nada extraño teniendo en cuenta su sabor incomparable.
El proceso de elaboración de un jamón ibérico se puede llegar a demorar hasta más de cuatro años, gracias a lo cuál se puede llegar a desarrollar un aroma y sabor inconfundibles. Todo ello hace que sea un producto que no puede faltar en el hogar por Navidad, si bien e importante hacer una buena elección para poder disfrutar de él por completo.
Cuatro categorías de jamón ibérico
Para elegir tu jamón ibérico para estas Navidades es necesario que sepas que existen cuatro categorías de jamón diferentes siendo estas clasificadas en cuatro precintos con cuatro colores diferentes para que resulte más sencillo poder identificar la pieza deseada cuando acudimos al mercado.
[Jamón ibérico o serrano: esto es lo que debes observar para diferenciarlos]
Estas categorías se distinguen las unas de las otras por la raza del cerdo, el tipo de alimentación y el cuidad que recibe el animal. La clave se encuentra en su precinto y su color, ya sea de Norma de Calidad del Ibérico o de alguna de las cuatro Denominación de Origen Protegida del Ibérico que se encuentran en España, identificadas, respectivamente con sus logos de ASICI o DOP. En cualquier caso, el precinto es la garantía de que estamos ante un jamón ibérico.
De esta manera, nos podemos encontrar con los siguientes precintos y categorías:
Etiqueta blanca: Jamón de cebo ibérico
Cuando nos encontramos con un precinto de color blanco quiere decir que estamos ante un jamón de cebo ibérico, que son animales que en su genética tienen una raza ibérica de al menos el 50%.
[El truco para conseguir que el jamón ibérico del 'súper' se conserve como el primer día]
Son animales que son criados en granjas y cuya alimentación se basa principalmente en leguminosas y cereales. En el mercado, el precio de estos jamones se sitúa entre los 100 y los 180 euros, en función del peso del mismo.
Etiqueta verde: Jamón de cebo de campo ibérico
La etiqueta verde nos indica que estamos ante un jamón de cebo de campo ibérico, lo que indica que tienen un mínimo de un 50% de cerdo de raza ibérica. Su principal diferencia con respecto a los anteriores es que, en lugar de ser criados en granjas, lo han sido al aire libre, en unas extensiones de terreno que tienen unos cien metros cuadrados.
[Cómo cortar un jamón ibérico: guía completa paso a paso]
En este caso nos encontramos con animales cuya alimentación se basa en pienso y pastos naturales del campo. En función del peso de la pata de este tipo de cerdos y del cruce de razas, el precio al que podemos encontrarlo en el mercado se sitúa entre los 140 y los 240 euros.
Etiqueta roja: Jamón de bellota ibérico
Una tercera categoría es la de jamón de bellota ibérico, que se encuentra representada por una etiqueta roja, en la cual debes fijarte cuando acudas a tu tienda o supermercado preferido a comprar este producto. Este precinto nos indica que nos encontramos con una pata que pertenece a un ejemplar con entre un 50 y un 75% de raza ibérica.
Son animales criados en dehesas y alimentados con algunos kilos de bellota. Su calidad es superior a las dos categorías anteriores con etiquetas verde y blanca, y por ello su precio es mayor. En este caso, en función del peso de la pieza, su precio oscila entre los 220 y los 450 euros.
Etiqueta negra: Jamón de bellota 100% ibérico
La cuarta y última categoría es la representada por la etiqueta negra, que es la que se corresponde con el jamón de bellota 100% ibérico, piezas de cerdos con padres 100% raza ibérica e inscritos en el libro genealógico, una prueba de su procedencia y, por tanto, de su alta calidad.
Son ejemplares que son criados en dehesas y cuya alimentación está basada en bellotas. Son los jamones de una mayor calidad, y en función de su peso y ejemplar el precio puede situarse entre los 350 y los 1.800 euros.
Tiempo de curación
Una vez conocidas las diferentes categorías de jamón ibérico, es importante que tengas en cuenta el tiempo de curación del jamón. Cuánta mayor curación, la pieza tendrá una mayor calidad.
También es importante que te fijes en que lo que se anuncia en el producto se corresponda con la etiqueta, y que verifiques el porcentaje de ibérico de jamón. Si no lo indica, desconfía del producto y apuesta por comprarlo en otro lugar o en otra pieza que sí te facilite esta información.
Cómo identificar un jamón ibérico a simple vista
Cuando acudas al supermercado a elegir un jamón ibérico para Navidades, hay cuatro puntos fundamentales a los que tienes que prestar atención:
- Debes comprobar que la pieza esté identificada con alguno de los cuatro precintos de Norma o de las cuatro Denominaciones de Origen existentes, de las cuáles te hemos hablado y que son la mayor garantía.
- Comprueba que estás ante una pieza alargada, estilizada y que tenga una caña fina.
- Fíjate en la grasa exterior que cubre la pieza. Si esta cuenta con un tono amarillento y, al tocarla, se hunde con facilidad, te indicará que te encuentras ante un jamón ibérico.
- Al cortar las lonchas, estas emergen con un color rojo intenso que contrasta con el propio veteado de la raza ibérica, que le aporta una textura, sabor y aroma que es inconfundible y que es el mejor indicativo que estamos ante un verdadero jamón ibérico.