En España, a muchas personas les gusta cortar sus propios embutidos porque conservan mejor la textura y el sabor. Sin embargo, la conservación del salchichón y otros embutidos si ya los has cortado no es una tarea fácil cuando se realiza por primera vez.
De esta forma, si has decidido que vas a cortar tus propios embutidos, pero te asusta que se echen a perder. No te preocupes, en este artículo te enseñaremos a conservarlos de la mejor manera para que no pierdan su esencia original. Además, con nuestros métodos, podrás conservar el salchichón y otros embutidos durante semanas y almacenarlos para ir consumiéndolos poco a poco.
¿Te has parado a pensar en el tiempo que ahorrarías si tienes los embutidos previamente cortados y almacenados? Por otro lado, hay que destacar que incluso esta forma de conservar los alimentos es mucho más económica, ya que las piezas enteras suelen tener un precio más económico por kilo.
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Si te gustan los embutidos y quieres ahorrar dinero sin perder calidad, lánzate a cortarlos tú mismo. No obstante, hay que tener en cuenta que no todos los embutidos se conservan de la misma manera. Por lo que deberás diferenciar entre:
- Embutidos curados.
- Embutidos ahumados.
- Embutidos en crudo.
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Cada una de estas formas de elaboración llevan unos procesos de almacenaje diferentes. Si quieres descubrirlos toma papel y boli.
¿Cómo conservar los embutidos curados?
Los embutidos curados son aquellos que han pasado por un proceso de condimentos, especias, sal y son generalmente sometidos a un proceso de maduración. Este proceso de maduración, consiste en dejar que la carne del embutido se seque hasta tener una consistencia determinada para el consumo.
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Entre los embutidos curados más habituales encontramos:
- El jamón serrano.
- El lomo.
- La cecina.
- El salami.
Estos embutidos suelen curarse en lugares frescos, secos y oscuros. Aunque, se sigue utilizando la misma técnica que antaño para la maduración, ya que se cuelgan para que se vayan secando lentamente.
¿También se pueden curar las piezas de embutido que están empezadas?
Para curar las piezas de embutido empezadas, bastará con que las cuelgues con la parte empezada mirando al suelo.
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Sin embargo, deberás untar dicha parte con aceite de oliva para evitar que el embutido se vuelva rancio. Cuando lo tengas, simplemente coloca papel film para cubrir dicha zona y listo.
Trucos para conservar los embutidos curados durante más tiempo
El secreto de una buena conservación radica en aplicar trucos como:
- Retirar la corteza de la zona que se ha consumido y colocar las partes de grasa y de tocino sobre los cortes. Esto suele emplearse con el jamón serrano, para evitar que quede reseco o rancio.
Además, si quieres evitar la oxidación que se produce cuando la pieza cortada entra en contacto con el aire, siempre puedes colocar un film transparante alrededor del jamón cortado.
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- Para el salchichón o el lomo, se recomienda taparlos con un paño de algodón y evitar la luz solar. Con ello, conseguirás que la pieza no se reseque.
Y si quieres que tu salchichón no se ponga duro. Recuerda que nunca debes introducirlo en el frigorífico sin estar dentro de un táper. De hecho, para las piezas de embutido que tengas cortadas a lonchas, su conservación será menos duradera que si lo hubieses hecho con una pieza entera.
No obstante, siempre puedes colocar las lonchas unas encima de otras y envolverlas con film. Una vez que lo hayas hecho, bastará con que las introduzcas en una fiambrera dentro de tu frigorífico.
Recuerda que antes de consumir estas lonchas debes dejarlas unos minutos separadas y fuera del frigorífico. De lo contrario, podrían no tener el sabor deseado.
¿Cómo conservar los embutidos ahumados?
Si los embutidos que has abierto venían en un envase que no puede volver a cerrarse herméticamente. Lo mejor es que los pases a una fiambrera o los recubras de papel film para que no se echen a perder.
En caso de no tener papel film, siempre puedes usar papel de plata. Aunque en ese caso, deberás asegurarte de que las lonchas quedan completamente envueltas con él, ya que si entra oxígeno podrían deteriorarse.
Otro truco, es guardar las lonchas sin ningún tipo de líquido. De hecho, en ocasiones hay embutidos que sudan y desprenden un liquidillo en los paquetes en los que se encuentran. Ese liquidillo es el que hay que evitar introducir en el papel film cuando los envuelvas para su correcta conservación.
¿Cómo conservar los embutidos frescos?
Los embutidos frescos se deben conservar en la nevera dentro de una fiambrera para que no se resequen, ni tomen gusto a nevera. De hecho, se recomienda que esta clase de embutidos no se consuma una vez que hayan pasado 4 días desde la apertura de su envase original.
¿Cómo conservar los embutidos congelados?
Para que un embutido quede en su punto, deberás cortarlo y congelarlo casi instantáneamente. Aunque para ello, te recomendamos que uses bolsas de congelación y papel de cebolla para separar las lonchas entre ellas.
Ten en cuenta que cuando congeles el embutido quedará como una sola pieza, por lo que conviene tener las lonchas bien diferenciadas. ¿Sabías que un producto congelado debe descongelarse lentamente en la nevera desde 24 horas antes de su consumo?
De esta manera, estarás facilitando una descongelación lenta, tal y como se recomienda por las autoridades sanitarias, ya que el producto no sufrirá alteraciones en su sabor y forma.