La diabetes es una enfermedad en la que los niveles de glucosa o azúcar en la sangre están muy altos. La glucosa tiene relación directa con los alimentos que consumimos, mientras que la insulina, una hormona que ayuda a que la glucosa entre en las células para suministrarles energía, no está siendo producida por nuestro organismo, y es esencial para no tener niveles altos de azúcar en sangre. De ahí que muchas personas necesiten medicarse con insulina.
En otro post ya vimo cómo bajar el azúcar en sangre, ahora contestaremos a la pregunta sobre cómo saber si soy diabético.
Tipos de diabetes
Existen dos tipos de diabetes:
- Diabetes tipo 1: en este caso, nuestro sistema inmunitario ataca a las células que producen insulina en el páncreas, por lo que si padecemos este tipo de diabetes tendremos poca insulina y nos la tendremos que administrar.
- Prediabetes: es un signo de que en el futuro se puede sufrir de diabetes de tipo 2 si no se hacen algunos cambios en los hábitos. Cuando se padece de prediabetes, los niveles de azúcar en sangre son más elevados de lo normal, pero no son lo suficientemente altos como para considerarlo diabetes. Si no controla su nivel de azúcar en sangre y este aumenta, puede llegar a tener diabetes de tipo 2.
- Diabetes de tipo 2: las células se vuelven resistentes a la acción de la insulina, y el páncreas es incapaz de producir la suficiente insulina, por lo que el azúcar, que se necesita en las células como fuente de energía, se acumula en el torrente sanguíneo, y tendremos niveles altos de azúcar en la sangre.
No se sabe con total certeza por qué ocurre esto, aunque los expertos consideran que hay un fuerte componente ambiental, y también genético, aunque ojo con el sobrepeso, que está estrechamente ligado con la diabetes, aunque no todas las personas que tienen diabetes tipo 2 padecen sobrepeso.
Cómo saber si tengo diabetes
Hay determinados síntomas de diabetes que nos pueden ayudar a saber si la tenemos. En el caso de la diabetes tipo 1, los síntomas son evidentes. Lo más común es que tengamos mucha sed y hambre, cansancio o fatiga, incluso visión borrosa o sensación de hormigueo en los pies. También podemos sufrir una repentina pérdida de peso que no es voluntaria, y micciones con mayor frecuencia de la habitual.
Otros síntomas de diabetes son la respiración rápida, la sequedad en la boca, náuseas y vómitos o dolor de estómago. El nerviosismo, los temblores, la debilidad o la excesiva sudoración pueden ser también claros síntomas de que tenemos baja la insulina y podemos estar sufriendo diabetes del tipo 1.
Respecto a la diabetes del tipo 2, ésta es más complicada de detectar, ya que los síntomas no son tan evidentes, pueden tardar años en manifestarse, y en ocasiones no presentamos ningún síntoma que pueda hacer sospechar que padecemos diabetes. Podemos sufrir infecciones de orina con frecuencia, que tardan más de lo normal en curarse, también más sed y hambre de lo habitual, visión borrosa, disfunción eréctil o dolor de pies y manos.
Pruebas médicas para detectar casos de diabetes
Para ambos tipos de diabetes, las pruebas médicas se basarán en exámenes para la detección del nivel de glucosa en ayunas. Si la lectura es superior a los 126 mg/dl y esto se produce en dos ocasiones seguidas, se diagnosticará la enfermedad. Después hay otra serie de pruebas como el examen de hemoglobina y prueba oral de tolerancia de la glucosa. Tendremos diabetes si el nivel de glucosa supera los 200 mg/dl.
Hay otra serie de pruebas que se pueden realizar, como la del nivel de glucosa aleatoria, que consistirá en analizar la tolerancia a la glucosa sin necesidad de ayunar. En este caso, los niveles superiores a 200 mg/dl acompañados de algunos de los síntomas comunes a esta enfermedad serán diagnosticados como diabetes. Pero este extremo se deberá confirmar con el análisis de tolerancia a la glucosa en ayunas. También se pueden realizar pruebas de cetonas, a través de muestras de orina o sangre si el nivel de azúcar es superior a los 240 mg/dl, y va acompañada de otras enfermedades de tipo cardiovascular, o hay vómitos y náuseas, especialmente durante el embarazo.
En niños que tienen obesidad es recomendable hacer análisis de detección de glucosa en sangre, como medida preventiva, a partir de los 10 años y cada dos años. En adultos cuyo índice de masa corporal es superior a 25 es conveniente practicarse las pruebas, sobre todo en adultos mayores de 45 años, cada tres años.
Cómo prevenir la diabetes
Existen determinados hábitos saludables, que pueden disminuir el riesgo de desarrollar diabetes en el futuro. Realizar cualquier tipo de actividad física durante al menos 30 minutos al día es fundamental en el tratamiento de la diabetes, ya que el ejercicio reduce el índice de masa corporal y también los niveles de glucosa.
Es muy importante vigilar el peso, y evitar en la medida de lo posible tener sobrepeso. Si se pierde entre un 5% y un 7% de peso, está clínicamente demostrado que disminuiremos en un 58% la posibilidad de sufrir diabetes. En cualquier caso, es conveniente visitar al médico cada tres o seis meses, especialmente si sufrimos alguno de los síntomas indicados, o si tenemos sobrepeso. Una dieta sana y equilibrada es un buen aliado para evitar sufrir diabetes. También es fundamental descansar lo suficiente y dormir bien, la falta de sueño provoca que el organismo tenga dificultades para utilizar la insulina que generamos.