El del tabaco es uno de los olores que más se impregna en la ropa. Y para ello no es necesario ser una persona fumadora. Si nos hallamos en un ambiente donde se fuma, es muy probable que al llegar a casa nuestra ropa huela a tabaco.
En otro artículo ya hablamos sobre cómo dejar de fumar. Ahora hablaremos de cómo quitar el olor a tabaco.
Cómo quitar el olor a cigarrillo de la ropa
El olor a tabaco no es nada agradable. Sin embargo, es posible eliminarlo de múltiples formas: usando la lavadora o con algunos trucos y remedios más caseros. Eso sí, en todos los casos habrá que airear siempre un poco las prendas antes de iniciar cualquier proceso.
Eliminar el olor a tabaco en la lavadora
Una de las primeras recomendaciones que debemos tener en cuenta a este respecto es tratar de no mezclar en la lavadora la ropa con olor a tabaco y el resto de la colada. Por eso debemos intentar eliminar el olor previamente o al menos mitigarlo para que no haya una mezcla fuerte de olores dentro de la lavadora. Una vez hecho, el siguiente paso es programar un lavado con agua caliente a la máxima temperatura siguiendo las instrucciones de las etiquetas de las prendas.
A continuación, se puede agregar una taza de vinagre blanco al agua, ya que su acidez ayuda a desintegrar las moléculas de humo y alquitrán que provocan el olor a tabaco. Luego colocamos la ropa en la mezcla y la dejamos a remojo durante aproximadamente una hora. Pasado este tiempo, se agrega el detergente a la lavadora y se lava la ropa de manera habitual. Si al sacar la ropa de la lavadora persiste el olor, hay que volver a repetir todo el proceso. Por último, se tiende la ropa y se deja a secar todo el tiempo que sea posible.
Además del vinagre blanco, otra opción que se suele emplear es añadir a la lavadora un poco de amoníaco en el ciclo de aclarado. El amoníaco es una sustancia capaz de limpiar, desinfectar y suavizar la ropa, una buena manera de neutralizar olores fuertes.
Acaba con el olor de tabaco de tu ropa sin lavarla
De entre todas posibilidades, destacamos:
- Ventilación: si el día está soleado y con un poco de viento, podemos tender la ropa en el exterior. El aire fresco es una buena solución para eliminar el olor a tabaco. Pero si el tiempo no acompaña, podemos tender la ropa dentro de casa en un lugar aislado con un poco de ventilación.
- Vinagre blanco: uno de los consejos más habituales que se suelen dar para quitar el olor a tabaco de la ropa es poner un poco de agua caliente en la bañera y añadirle cuatro tazas de vinagre blanco. Después, colgamos la ropa en el mango de la ducha y cerramos la puerta del baño. El vapor que se genera eliminará el mal olor de la ropa.
- Bicarbonato de sodio: uno de los trucos más utilizados es extender la ropa que huela a tabaco sobre la mesa o una superficie plana y poner a su lado un recipiente con bicarbonato de sodio. Este elemento lo que hace es absorber el olor a tabaco de la ropa.
- Aceite de árbol de té: también resulta muy eficaz. Este aceite es un excelente neutralizador de olores, por lo que podemos verter una pequeña cantidad en un spray, rociar con él la ropa y dejar actuar al aire libre durante al menos una hora.
- Vodka: un truco muy poco conocido pero muy efectivo es mezclar una parte de vodka con tres de agua e introducir la mezcla en un pulverizador. Luego se va rociando poco a poco la ropa hasta que vaya desapareciendo el olor.
La necesidad de eliminar el olor a tabaco de la ropa
Un reciente estudio llevado a cabo por la Universidad de California sugiere que el olor a tabaco de la ropa puede afectar de forma negativa a la salud. Las toxinas del humo y el alquitrán del tabaco que quedan impregnadas en la ropa pueden volverse más tóxicas con el tiempo si no eliminamos el olor de las prendas. Los principales afectados son las personas mayores y los niños.
Este olor a tabaco en la ropa es conocido en muchos ámbitos como humo de tercera mano. Es un olor muy penetrante que, si no remediamos, puede quedarse adherido a la ropa durante horas e incluso días. Es un tipo de contaminación que permanece mucho tiempo después de que el cigarrillo se haya apagado. Por todo esto, eliminar el olor a tabaco de la ropa no solo obedece a una necesidad estética, sino que también ayuda a evitar efectos dañinos para nuestra salud y en la de quienes nos rodean.