Aunque existen árboles que dan fruto en estado silvestre y que no requieren de ningún cuidado especial, los árboles que se cultivan por sus frutos en explotaciones agrícolas sí los requieren: deben ser regados, protegidos de las plagas y de los pájaros, y también deben ser podados. No olvidemos la importancia de los olivos para conseguir un buen aceite.
Podar un olivo: ¿qué es?
Consiste en la eliminación de todas las partes inservibles de la planta, así como de aquellas ramas y hojas que obstaculizan su crecimiento normal. Su función es triple:
- Podar un olivo mantiene el árbol sano.
- Amplía las capacidades productivas de los árboles.
- Hace que los árboles crezcan más rectos, lo cual conlleva una mayor accesibilidad a los frutos.
Se realiza una vez cada dos años durante toda la vida útil del árbol.
¿Cuándo hay que podar un olivo?
La mejor época para la poda de árboles suele ser entre otoño e invierno, pero si los olivos se encuentran en una zona de inviernos muy fríos, deberemos retrasar la poda hasta finales de invierno (finales de febrero a principios de abril) para evitar que la poda haga más vulnerable el árbol ante las condiciones climáticas adversas y, de paso, no hacer coincidir la poda con heladas y temperaturas bajo cero.
¿Qué hay que tener en cuenta al podar?
Ante todo, es importante entender que la poda del olivo no se realiza siempre de la misma manera, sino que hay distintos tipos de poda que se realizan a lo largo de la vida de cada árbol.
Cómo podar un olivo: poda de formación
Son las que se realizan durante los primeros años de vida de la planta, y están orientadas a formar el olivo, para que las aceitunas puedan recogerse de manera cómoda. Para ello, se recomienda atar el árbol a tutores que marquen la altura de la copa (sobre un metro), evitando que salgan brotes secundarios, y limitar la poda a la zona por debajo de la sujeción. De esa manera el árbol adulto tendrá una altura mínima de copa por encima de esa altura y será fácil para los trabajadores moverse a su alrededor.
Tras los primeros tres años, empezarán las podas anuales ligeras, en las que la actividad se limitará a podar las ramas enfermas o que salgan desde debajo de la copa, y a aligerar la parte superior para potenciar la llegada del sol a las ramas bajas.
Poda de producción o mantenimiento
Cuando la copa del árbol ya está formada, hay que orientar la poda a que el fruto sea lo más abundante posible. Para ello, el objetivo es quitar las ramas más viejas y así abrir paso a las ramas jóvenes. La luz solar es importante para el crecimiento de la planta, así que cuanta más luz llegue a la mayoría de las ramas, mejor.
La poda del olivo viejo
Cuando los olivos envejecen, los brotes nuevos son escasos y las ramas tienen cada vez menos hojas. El aceite de los olivos más viejos, además, sabe ligeramente a madera y no es de buena calidad. Un olivo puede vivir 1000 años y dar una cantidad elevada de aceituna durante los primeros centenares de años, así que una poda regular y adecuada puede mantener la producción durante muchos años. Para ello, cuando un olivo entra en fase de envejecimiento hay que centrarse en retirar ramas viejas para dejar espacio.
Una rama de olivo sana puede dar aceitunas de manera regular durante 20 años, por lo que ese "retirar las ramas viejas" no es una tarea que deba atenderse con urgencia sino que se puede hacer poco a poco a lo largo de los años, pero hay que hacerlo, ya que a medida que las ramas envejecen se van engrosando y no solo consumen más energía, sino que además producen cada vez menos hojas, y por tanto contribuyen poco a la alimentación de la planta.
El sistema habitual en la poda de renovación es cortar una rama y esperar un par de años a que vuelva a estar formada antes de talar otra. No obstante, si un olivo está muy envejecido puede que sea necesario cortar varias ramas en la misma poda. Este tipo de poda, que crea huecos para las ramas nuevas, debe combinarse con la poda de mantenimiento que crea espacios para el paso de la luz solar.
Trucos para la poda del olivo
- Usa cizallas o tijeras de podar para las ramas bajas pequeñas, cizallas con mango telescópico para las pequeñas y altas y una sierra para las más grandes.
- El corte ha de ser limpio. No puede ser irregular, y si se le producen heridas a la planta hay que usar sellador para cerrarlas y evitar infecciones por hongos.
- La poda debe centrarse en eliminar todas las ramas secas, rotas o enfermas, las ramas improductivas del centro y de la parte superior, que hacen sombra a las demás, y la hojarasca excesiva.
¿Qué hacer con los restos de la poda?
Es bueno saber que la madera de olivo, incluso la procedente de olivos viejos, puede tener una utilidad fuera del olivar: la de olivo es una de las maderas con mayor poder calorífico y también con mayor dureza y eso la hace ideal para mantener el calor en estufas y chimeneas durante las horas en que no estamos presentes para avivar el fuego. Un par de trozos de leña de olivo pueden mantener las brasas encendidas durante entre 8 y 10 horas.