El ajo es un ingrediente muy utilizado en la gastronomía española, siendo muy importante en muchas recetas, sobre todo porque consigue darle el toque de sabor definitivo a cualquier tipo de receta, ya se trate de un guiso, de una sopa, etcétera. Además, a ello hay que sumar que hace un gran aporte nutricional y es un antibiótico natural.
Es habitual que en los hogares españoles haya unos cuántos ajos, dado que se utilizan de maneras muy diversas en la cocina. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que, para poder consumirlos, antes de nada, se deben pelar para sacar los dientes de ajo, que son los que se utilizan en las recetas.
A priori puede parecer una tarea tediosa e incluso complicada, sobre todo para todas aquellas personas que son novatas en la cocina. Afortunadamente, existen algunos trucos que permiten pelarlos de una manera muy fácil, siendo uno de ellos el de saber cómo pelar ajos con agua caliente.
Pasos para pelar ajos con agua
Si se quiere emplear un truco muy sencillo para pelar ajos con agua, hay que seguir una serie de pasos, utilizando para ello agua caliente. Los pasos a seguir son los siguientes:
- En primer lugar, se debe desmenuzar el ajo, para lo cual se separarán los diferentes dientes que lo componen.
- A continuación, en un cuenco con agua caliente, habrá que echar los dientes por separado junto a la piel.
- Una vez que se encuentren en dicho recipiente con agua caliente, habrá que dejarlos reposar en la misma durante un tiempo de unos 10 minutos.
- Cuando hay transcurrido este tiempo, se podrá proceder a sacar los dientes de ajo del agua y retirarles la piel, que gracias a este truco se podrá quitar la piel de una manera muy sencilla.
Los beneficios del ajo para la salud
Una vez conocido el truco para pelar ajos con agua caliente, conviene recordar algunos de los múltiples beneficios que tiene consumir este alimento de sabor fuerte y olor intenso.
Protege el corazón
Comer ajo de manera regular ayuda a mejorar la circulación sanguínea, ya que este provoca que haya una vasodilatación, es decir, que se incremente el diámetro de los vasos sanguíneos. Esto permite que la sangre fluya con una mayor facilidad.
Abre el apetito
Entre sus principales cualidades es que es un alimento que estimula las mucosas gastrointestinales, incrementando las secreciones digestivas y de la bilis. Esto hace que se prepare de mejor manera el tracto digestivo para la digestión de los alimentos.
Un antibiótico eficaz
Diferentes estudios que se han llevado a cabo a lo largo de los últimos años han podido concluir que el sulfuro de dialillo, un compuesto que podemos encontrar en el ajo, es hasta cien veces más eficaz que los antibióticos para luchar contra la bacteria Campylobacter, que es una de las causas más comunes de que se sufran infecciones de tipo intestinal.
Reduce el riesgo de sufrir un parto prematuro
El ajo tiene unas excelentes propiedades para la salud, y diversos estudios han podido demostrar que su ingesta ayuda a reducir el riesgo de parto prematuro en las embarazadas. Esto lo consigue al lograr mantener bajo control las infecciones microbianas durante el embarazo.
Ayuda al cuidado de los huesos
El ajo es muy beneficioso para todas aquellas personas que sufren problemas en sus huesos como artritis u otros dolores articulares, algo que se consigue gracias a su elevado contenido en sulfuro y selenio. De esta manera, se trata de un alimento que también ayuda a cuidar los huesos.
Eficaz para combatir el resfriado
El consumo de ajo también está recomendado a la hora de proteger nuestro organismo frente a los resfriados. De hecho, un estudio llegó a la conclusión de que la ingesta de ajo ayuda a disminuir la frecuencia de sufrir resfriados en personas adultas.
Reduce el colesterol
Otro estudio relacionado con el ajo y sus propiedades ha llegado a la conclusión de que este alimento es capaz de bajar los niveles de colesterol y también la presión arterial, siendo este otro de los motivos por lo que puede ser indicado su consumo para aquellas personas que sufren de este tipo de problemas.
Fortalece el sistema inmunológico
Además de las cualidades ya mencionadas el hecho de incluir el ajo en nuestras recetas nos permitirá aportar ventajas a nuestras defensas, y es que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico.
Esto se debe a que es antihongos, antiviral y antibacteriano, y a diferencia de lo que ocurre con los antibióticos sintéticos, los virus, los hongos y las bacterias no ofrecen resistencia frente al ajo.
Ayuda a combatir el envejecimiento
Por otro lado, entre los antioxidantes que destacan en el ajo se encuentra la quercetina, que es un potente flavonoide que hace frente al envejecimiento celular. Esto, sumado a su contenido en vitamina C y el colágeno, ayuda como alimento antienvejecimiento, que favorece a la hora de lucir un aspecto más joven durante más tiempo.
Contribuye a la pérdida de peso
El ajo tiene también el beneficio de contribuir a la pérdida de peso, lo que consigue a través de varias formas. Para empezar, con su consumo consigue se nos sintamos más saciados, lo que reduce el apetito y la ingesta total de calorías a lo largo de todo el día.
A ello hay que sumar que tiene un efecto depurativo y que favorece la descomposición de la grasa corporal, facilitando de esta manera la eliminación de los lípidos y toxinas acumuladas.