Las persianas son uno de los elementos imprescindibles en nuestro hogar, además de ser un elemento de decoración. Pero, al mismo tiempo, se trata de uno de los elementos más difíciles, engorrosos y pesados de limpiar, sobre todo si se trata de limpiar persianas tradicionales que se ensucian mucho en su cara externa, porque dan a la calle o a patios interiores. Además de complicado, puede resultar arriesgado.
Pero si nos gusta tenerlas limpias y relucientes, aquí van algunas indicaciones útiles sobre cómo limpiar persianas para que queden bien y la limpieza dure, y por supuesto sin correr el menor riesgo.
Cómo limpiar las persianas por fuera
¿Recordáis cuando hablamos de cómo ordenar la casa?, bien una de sus facetas es la limpieza diaria imprescindible.
La tarea de limpiar persianas puede ser bastante difícil y engorrosa, además de arriesgada, sobre todo si se quiere limpiar el exterior y nuestra casa está a bastante altura. Aquí mostraremos cómo limpiar persianas de forma eficaz y segura, con unos sencillos remedios caseros.
Para saber cómo limpiar las persianas por fuera sin arriesgarnos a sacar medio cuerpo fuera de la ventana y arriesgarnos a tener un accidente, la clave consiste en quitar el tambor de la persiana, es decir, la estructura de la persiana, y de paso aprovechar para limpiar este hueco. El tambor es el sitio donde la persiana se enrolla, y suele estar atornillada, por lo que desmontarla no es fácil, pero siempre es menos arriesgado llevar a cabo esta labor para la limpieza de la persiana con total seguridad.
Una vez que se ha quitado la tapa del tambor, utilizaremos una escalera para limpiar la persiana lama por lama, y también las ranuras entre lamas. Pasaremos un paño húmedo que iremos enjuagando con la ayuda de un barreño, y con un producto de limpieza adecuado para el material de la persiana. A continuación, dejaremos secar las lamas para que no cojan polvo si se dejan húmedas.
Limpiar persianas es una labor necesaria, pero bastante difícil y engorrosa. Hace falta paciencia, fuerza física y destreza. La buena noticia es que como no se hace muy a menudo, lo mejor es limpiarlo todo a fondo, y también el hueco del tambor, donde es posible que encontremos mucho polvo, o incluso arañas y telas de araña. Además, la limpieza nos durará bastante tiempo. Además de las persianas corrientes, también podemos tener persianas venecianas. Son muy bonitas y funcionales (las podemos encontrar en despachos, consultas, etc.) aunque este tipo de persianas son también bastante complicadas de limpiar.
Es cierto que se encuentran siempre enmarcadas dentro de las estancias y no hay ninguna veneciana que esté fuera de nuestro alcance por lo que no corremos riesgos al limpiarlas. Sin embargo, y al igual que las persianas comunes, no son persianas nada fáciles de limpiar, porque es difícil llegar a todas las superficies de las lamas y esta tarea de limpieza lleva su tiempo y su trabajo. Pero no todo lo que es difícil resulta imposible.
Para limpiar estas persianas, hay una herramienta especial que nos permite llegar a todas sus superficies, moviendo la varilla de la persiana para dar más o menos luz, y también para limpiarlas por ambas caras de las lamas. Se trata del cepillo especial para persianas venecianas. No es caro, se puede encontrar en cualquier gran superficie, y resulta muy útil. Esta herramienta tiene un mango y varias piezas alargadas para poder introducirlas entre las lamas, por lo que de una sola pasada se pueden limpiar media docena de lamas a la vez. Así nos ahorramos tiempo y esfuerzo, y llegamos a todos los rincones de la persiana.
Productos de limpieza
Los productos de limpieza para limpiar las persianas dependerán del material del que está fabricada la persiana. Si las persianas son de madera, los productos para limpiar superficies de madera son perfectamente válidos para las persianas. Incluso los productos para limpiar parquets (limpiadores jabonosos, productos para higienizar suelos de parquet y tarimas) son también apropiados para limpiar persianas de madera, y éstas quedarán perfectas y bien cuidadas.
En cualquier caso, lo mejor es siempre pasar un paño húmedo para quitar la suciedad antes de aplicarle algún producto. Para limpiar persianas de plástico, lo mejor es utilizar una esponja con agua (mejor caliente) y algún tipo de limpiador jabonoso suave (un jabón de lavavajillas es perfecto).
Si las persianas tienen algo de grasa impregnada porque están en una cocina, también podemos usar un desengrasante como el que utilizamos en la cocina. Después, bastaría con pasar un paño húmedo para enjuagar, y ya tenemos las persianas de plástico limpias. Para limpiar persianas metálicas, después de quitarles el polvo con un paño seco o un plumero, lo que mejor funciona es limpiarlas con un trapo mojado en alcohol, que es un ingrediente muy potente para eliminar suciedad en superficies metálicas que no se van a dañar. Después, pueden dejarse secar al aire y quedarán perfectas.