Si eres una persona amante de la buena comida, seguro que no con cualquier cosa tu paladar queda satisfecho, y en el caso de que hablemos de carne, hay diferentes factores a considerar para poder disfrutar de una exquisita elaboración, como son la raza del animal, la maduración, el punto de la carne, etcétera.

Aunque en lo que respecta a gustos no hay nada escrito, ya que mientras que hay personas que prefieren que la carne aún suelte sangre, otros quieren que esté muy cocinado, aunque también los hay que lo quieren a mitad de ambas. En lo que respecta a la carne y los gustos, hay una amplia variedad.

Si en alguna ocasión te ha sucedido lo de cocinar algún tipo de carne que, por la razón que sea, te quede poco jugosa e incluso un poco dura, debes saber que existe una solución más sencilla de lo que puedas pensar, ya que existe un ingrediente que consigue que la carne quede más tierna y que no aporta sabor. Además, se trata de un ingrediente que todos tenemos en nuestro hogar.

El ingrediente que puedes usar para una carne más tierna

Aunque en un principio el hecho de añadir un ingrediente a la carne para que quede más tierna pueda ser algo que nos eche para atrás, sobre todo por que podría afectar a su sabor, en este caso vamos a hablar de un ingrediente sin sabor que puedes agregar.

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El ingrediente en cuestión es el bicarbonato de sodio, un ácido fuerte que cuando se agrega a la carne cruda, provoca reacción con los lípidos y proteínas de la carne. Esto hace que la carne se divida en fibras más tiernas y suaves, haciendo que resulten más sencillas de masticar. La carne se vuelve más tierna porque el bicarbonato ayuda a suavizar los tejidos musculares de la carne.

Para utilizar el bicarbonato con el objetivo de ablandar la carne existen dos maneras diferentes: el marinado y el lavado. El primero consiste en añadir una cucharada de bicarbonato en una taza de agua tibia, y seguidamente bañar la carne en esa agua. Por su parte, el lavado de carne consiste en añadir una cucharada de bicarbonato en un libro de agua, para luego dejar la carne sumergida en esta mezcla durante unos minutos.

Otros trucos para conseguir una carne más tierna y jugosa

La jugosidad y el sabor de la carne depende de su calidad, pero también de la forma en la que sea manipulada en la cocina. Para conseguir una carne más tierna y jugosa, además de recurrir al uso del bicarbonato de sodio, se pueden recurrir a varias opciones:

Con yogur y leche

Un truco clásico para conseguir una carne más tierna es mezclar un yogur natural sin azúcar con 500 ml de leche hasta conseguir que quede una textura líquida. Si es necesario, se debe batir enérgicamente con ayuda de un tenedor.

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A continuación, se deben sumergir los trozos de carne en este líquido, haciendo que queden totalmente cubiertos, y luego dejar reposar durante dos horas en el frigorífico. En este periodo de tiempo, el músculo de la carne se verá impregnado de moléculas lácteas.

Con cerveza

Otra opción es la de cubrir la carne con la cerveza de la marca que prefieras, teniendo en cuenta que cuanto más densa sea, más sabor aportará a la pieza. Puedes hacerlo tanto en una bolsa como en una bandeja, y tendrás que dejar que repose entre 15 minutos y una hora. Debes tener en cuenta que la cantidad de cerveza que utilices dependerá del número de filetes que decidas remojar.

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Para cocinarla, como sucede en el resto de casos, tendrás que escurrirla bien y podrás comenzar a elaborarlo, consiguiendo de esta manera que sea una carne más jugosa y tierna, lo que hará que a buen seguro te resulte más apetecible.

Con aceite de oliva y vinagre

Un tercer método es el de mezclar medio vaso de aceite de oliva y medio vaso de vinagre de vino blanco. Una vez hayas realizado la mezcla, será el momento de remojar bien la carne, para seguidamente masajear la pieza hasta conseguir que quede bien impregnada. Hecho esto, habrá que dejarlo en la nevera durante un mínimo de tres horas para poder disfrutar de su resultado.

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En el caso de que consideres que vas a necesitar recurrir a este método para conseguir que la carne esté exactamente como quieres, puedes dejarla incluso en remojo durante toda la noche para cocinarla al día siguiente.

En marinada o adobo

Independientemente del tipo de carne que vas a utilizar, es habitual que se preparen mezclando sal, aceite vegetal (preferiblemente de oliva), un líquido ácido (vinagres, zumo de cítricos, yogur o alcoholes fermentados), hierbas secas o frescas (albahaca, tomillo, romero, estragón…) y especias.

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En este caso tendrás que cubrir los trozos de carne y masajear para que el adobo pueda penetrar bien en las fibras musculares. Cuando lo hayas hecho tendrás que dejarlos en la nevera durante un buen periodo de tiempo, siendo conscientes de que cuanto mayor grosor tengan los filetes, tendrán que permanecer más tiempo cubiertos para poder apreciar sus resultados.

De esta manera, ya conoces diferentes métodos a los cuáles recurrir para conseguir una carne que esté más tierna y jugosa, de manera que pueda ser mejor apreciada por tu paladar.