Cómo evitar las rozaduras en los pies cuando estrenas sandalias
Ya sean sandalias a estrenar o sean del verano pasado, el cambio de tipo de zapato puede provocar rozaduras en las primeras puestas. Por ello, te mostramos los mejores trucos para evitar ampollas y heridas.
1 junio, 2022 13:43A todos nos apasiona estrenar ropa y calzado nuevo cuando llega el calor a España, pues con las vacaciones y las salidas queremos lucir espectaculares. Y por supuesto, nada puede acabar arruinando un día espléndido de sol y diversión, por eso debes asegurarte antes de salir de casa de que tus preciosas sandalias nuevas no te rozan.
Si no lo haces, al cabo de un rato podrían convertirse en tu peor pesadilla debido a las rozaduras. Por eso, queremos ofrecerte unos consejos para evitar las rozaduras en los pies cuando estrenas sandalias. ¡Vamos allá!
Consejos para evitar las rozaduras de las sandalias nuevas
El dolor en los pies ocasionado por la rozadura del calzado es bastante molesto, y ese dolor se incrementa con el roce a cada paso que damos hasta que termina provocando ampollas y heridas. Además, cuanto más grave sea la rozadura, más dolerá y más tardará en curarse.
Para evitar llegar a ese punto, te ofrecemos una serie de recomendaciones. Y es que estamos deseando cambiar los calcetines y los zapatos cerrados por sandalias para ir más fresquitos, pero el pie no está preparado para exponerse de forma tan repentina a los factores externos después de todo el invierno envuelto y protegido.
Por ese motivo, te recomendamos que lo hagas de forma progresiva para que la transición no sea tan brusca. Por ejemplo, puedes utilizar primero unas zapatillas más ligeras con unos calcetines finos y prescindir después de los calcetines.
Una vez que hayas hecho esto unos cuantos días, tus pies ya estarán preparados para las sandalias. No obstante, recuerda que no sea de golpe para cuidar la piel de los pies. También puedes recurrir a varios trucos más para evitar las rozaduras en los pies cuando estrenas sandalias. ¡Toma nota!
1. Mantén una buena hidratación de la zona
Para evitar las rozaduras en los pies, es fundamental suavizar su piel antes de utilizar calzado nuevo. Aplicar un poco de crema hidratante por la noche antes de irte a la cama y antes de calzarte por las mañanas es una buena forma de que el calzado no provoque heridas.
También puedes poner un poco de crema hidratante directamente sobre el calzado, en el interior de las tiras o los bordes de las sandalias donde consideres que van a rozarte. Este es un método muy efectivo para ablandar el material y evitar las rozaduras al caminar, por lo menos, las primeras veces que te pongas las sandalias.
2. Utiliza un bálsamo protector
También existen en el mercado unos bálsamos protectores que tienen forma de stick y que son bastante prácticos a la hora de proteger nuestra piel del daño que pueda provocar el calzado. Tienes que aplicarlo directamente sobre la piel para que creen una capa protectora de cera que formará una película, haciendo una función muy parecida a las tiritas.
Esto mantendrá las áreas conflictivas protegidas de cualquier roce, y son ideales para administrar en los puntos problemáticos, que son: los dedos por donde pasen las tiras de las sandalias, en los tobillos y por la zona de los talones.
3. Un gran aliado: los polvos de talco
En ciertas ocasiones, las ampollas aparecen en nuestros pies por la humedad provocada por el sudor en lugar de por las rozaduras de las sandalias. Así pues, conviene que los pies estén bien secos para evitar ampollas y heridas, y los polvos de talco son una buena opción para ello por su gran capacidad absorbente.
Es tan sencillo como aplicar un espolvoreado de polvos en la planta del pie, en el empeine y entre los dedos y repetir este proceso siempre y cuando consideres necesario.
4. Enfría el calzado previamente
Otro de los trucos más efectivos para evitar rozaduras en los pies cuando estrenas sandalias es enfriar el calzado. Para ello, llena una bolsa de plástico con agua y colócala dentro del calzado en cuestión. A continuación, introduce las sandalias en otra bolsa y ponlas en el congelador con la otra bolsa también dentro del calzado.
De este modo, el agua de la bolsa se congelará estirando la piel del calzado para que ceda un poco el material. Pero es muy importante que, después de hacer esto, te pongas el calzado para que se adapte de inmediato a la forma de tus pies.
5. Masajea tus pies
Mantener una rutina en el cuidado de tus pies puede ser de gran ayuda para evitar que nos roce el calzado, como por ejemplo, darles un agradable masaje, sobre todo, después de haber llevado sandalias de tacón. Así, la piel estará más flexible y elástica.
Recuerda también exfoliar la piel de tus pies, insistiendo principalmente en las zonas más propensas a que aparezcan durezas. A continuación, masajea la planta de los pies durante dos minutos y, por último, aplica tu crema de pies de forma habitual.
6. Alterna el calzado
Sí, sabemos que las sandalias son lo mejor del verano, pero por mucho que te gusten, no puedes pasar con el mismo calzado muchas horas seguidas. De hecho, los expertos aconsejan alternar diversos tipos de zapatos, y más todavía si alguno de nuestros modelos nos provoca rozaduras.
Con el uso, la horma del zapato se irá amoldando poco a poco a tus pies, de modo que evitarás maltratarlos en exceso.
7. Pruébate las sandalias en casa
Por último, pero no menos importante, te recomendamos que te pruebes esas fantásticas sandalias en casa antes de salir a la calle para comprobar que no te hacen daño. Si con todo y con eso crees que no te van a rozar, es conveniente no andar demasiado con ellas los primeros días, así tus pies se acostumbrarán al calzado nuevo de forma progresiva hasta acabar amoldándose por completo a la fisonomía de tus pies. ¡No esperes más para empezar a utilizar estos trucos!