La tortuga siempre se ha caracterizado por ser una de las mascotas más populares entre los niños, de hecho, es probable que hayas llegado hasta este artículo porque estés buscando información sobre como cuidarlas.
Pero hay que tener en cuenta que no es uno de esos cachorros de perros al que le enseñamos trucos, las tortugas no tienen esas capacidades. Tampoco es uno de esos dulces gatos a los que podemos acariciar cuando queramos.
Debes saber que el cuidado de estos pequeños animalitos no es sencillo, si queremos que estén mucho tiempo a nuestro lado, debemos tener en cuenta unas cuantas cosas para que tengan un buen estado de salud.
Cuidados básicos
Las tortugas van a suponer un compromiso a largo plazo, así que, si no estás dispuesto a asumir esta responsabilidad, te recomendamos que desestimes la opción de hacerte con una. Es este el motivo por el que tampoco te recomendamos que compres una a tus hijos si no van a tener supervisión muy atenta de un adulto en la tarea de su cuidado. Para que te hagas una idea, se puede esperar que las tortugas bien cuidadas tengan una esperanza de vida de 50 años, e incluso hay algunas especies que pueden llegar a vivir 100 años.
La especie que elijas es muy importante. La mayoría de las tortugas crecen mucho y necesitan tanques o acuarios grandes. Además, las tortugas viven mejor y más sanas si tienen un espacio fuera de la casa para vivir, ya sea un espacio acuático o terrestre, no obstante, las tortugas que nos solemos encontrar en las tiendas de mascotas suelen ser la especie más pequeña que existe de tortuga. Algo importante es que las tortugas, deben exponerse a la luz ultravioleta mediante el uso de lámparas UVA/UVB (es decir, las destinadas al mantenimiento de los reptiles) o mediante la exposición natural al sol.
En cuanto a la alimentación, necesitan una buena variedad de alimentos, incluyendo verduras y frutas frescas. En el caso de que te decidas por adquirir una tortuga grande, debes saber que pueden producir una gran cantidad de desechos, y pueden ser bastante sucias. Por otro lado, algunas especies necesitan hibernar y si no encuentran un buen lugar para ello, es bastante estresante para la tortuga.
Necesidades de las tortugas para mantener una buena salud
La temperatura adecuada, la calidad del agua y la dieta son aspectos fundamentales para mantener una buena salud de la tortuga de agua, semiacuáticas y terrestres. No es un animal que necesita mucho ejercicio y tampoco requiere mucha observación, es una buena mascota para aquellos que viven ocupados.
El hábitat de la tortuga
Hay que preparar dos tercios del acuario de tu tortuga para nadar y un tercio para la tierra y para que puedan tomar el sol ya sea con el sol natural o usando una fuente de luz ultravioleta de espectro completo.
En caso de que tengas la tortuga viviendo al aire libre, asegúrate de que haya un ambiente donde la lámpara pueda instalarse en el otoño y el invierno, ya que son fechas frías.
Consigue una temperatura correcta
La temperatura adecuada para una tortuga se encuentra entre los 25 y los 35 grados centígrados. Usa un calentador de acuario cuando sea necesario. Las tortugas se vuelven lentas y dejan de comer a bajas temperaturas.
Mantén el agua limpia para evitar problemas de salud en tu tortuga
Si tienes tortugas en espacios abiertos, asegúrate de dejarlos con agua siempre limpia y, si además tienes un lago artificial, es importante que el agua se mueva de algún modo, de forma automatizada.
Un ambiente limpio
Evita que el medio en el que viva tu tortuga se convierta en un lugar sucio, debes limpiarlo de forma habitual. La acumulación de desechos fecales y de otro tipo de basura puede causar problemas de salud para ti y para la tortuga. Limpia todo el tanque (incluyendo el sistema de filtración) al menos una vez al mes.
La alimentación de las tortugas
Ofrece siempre a tu tortuga una dieta comercial completa preparada específicamente para este animal, puedes encontrarla en tiendas especializadas. A la hora de comprar la comida para tortugas es esencial que sepas bien qué especie de tortuga tienes. En caso de duda, lo mejor que puedes hacer es consultar con el veterinario.
Puedes completar la dieta de tu tortuga con algas, vegetación de hojas verdes y frutas. Si tienes una especie acuática lo normal es que sean herbívoras, aunque no siempre es así.
En cuanto a la frecuencia de alimentación, debes proporcionar comida a tu mascota dos o tres veces a la semana en un pequeño comedero que esté separado de su tanque normal, ya que los restos de comida pueden atraer enfermedades. Si la tortuga se encuentra en un espacio abierto, reserva un lugar exclusivo donde colocar la comida, facilitando también la limpieza.
Consideraciones finales
Busca un veterinario especializado en reptiles, anfibios y otras mascotas exóticas, puedes encontrar uno cerca de donde vives visitando la web del colegio de veterinarios. No te será muy complicado encontrar a uno, de hecho, en la mayoría de las clínicas veterinarias suele haber siempre uno especializado en este tipo de animales.