La Organización Mundial de la Salud, ha destacado que España es el segundo, a nivel global, que más cervezas ingiere, en total 417 por habitante y año. Una duda habitual para muchos es la de saber si la cerveza puede caducar o si, por el contrario, no es posible.
En este sentido, conviene asegurar que la cerveza no caduca, pero a pesar de ello se puede encontrar una fecha de consumo preferente en la mayor parte de las botellas. No obstante, en algunos casos, las cervezas ganan en sabor y carácter con el paso de los años.
Desde el año 2.000 existe una normativa europea que obliga a que figure una fecha de consumo preferente en las botellas de cervezas. A pesar de que desde muchas asociaciones de cerveceros se opusieron a esta medida, finalmente la norma fue impuesta y así está vigente desde entonces.
No obstante, es conveniente tener claro que se trata de una fecha de consumo preferente y no de una fecha de caducidad. Si la cerveza se encuentra bien acondicionada, la botella está bien cerrada y se protege frente al calor y la luz, con el paso del tiempo evoluciona y la cerveza es más compleja.
A la hora de hablar de la cerveza, nos encontramos con diferentes factores que se encargan de limitar el crecimiento de microorganismos que pueden ser perjudiciales, la escasez de nutrientes, el bajo PH, el dióxido de carbono, el lúpulo, el alcohol y el dióxido de azufre, así como un compuesto fenólico que se encuentra en la cáscara de la cebada que cuenta con un efecto antimicrobiano.
En las cervezas claras, con el paso del tiempo pueden perder brillantez, al tiempo que se pueden llegar a convertir en un poco turbias por la unión de proteínas y polifenoles.
Hay algunos fabricantes que elaboran cervezas vintage que se recomiendan dejar madurar durante un periodo de tiempo de un mínimo de cinco años. De esta manera se consigue que la cerveza evolucione y sea más complejo. Sin embargo, a pesar de esta circunstancia, por norma están obligadas a marcar una fecha de consumo preferente cercano a un año.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que una cerveza sí se puede echar a perder, y es habitual cuando se prueban cervezas caseras, lo que sucede porque al elaborarla y embotellarla no se han mantenido unas condiciones óptimas de higiene. En ese tipo de situaciones, la cerveza toma un sabor que es parecido al del vinagre.
En el caso de que se tome una botella añeja, se destapará a pesar de que pase más tiempo y podrá tener un sabor bueno, lo que hará que a buen seguro se disfrute de una gran cerveza. Sin embargo, muchos consumidores no pueden disfrutar de este beneficio, ya que rechazan la cerveza porque han pasado algunos días con respecto a la fecha de consumo preferente.
Factores que incluyen en la conservación de las cervezas
No todas las cervezas se conservan de la misma manera, influyendo en su conservación diferentes factores como son los siguientes:
- Luz solar: es uno de los grandes enemigos de la cerveza son los rayos ultravioletas. Por lo tanto, aquellas cervezas que se encuentran embotelladas en botellas transparentes se conservan peor que las que lo están en botellas verdes, marrones o negras, siendo estas dos últimas opciones las más recomendables.
- Temperatura: las altas temperaturas tampoco son buenas para la cerveza, ya que puede afectar a su calidad. Cuánta mayor temperatura haya en el lugar en el que se encuentran almacenadas, menor calidad tendrá, tendrán una mayor oxidación y quedará más plana y con un sabor acartonado. Si no se cuenta con un lugar fresco para guardar la cerveza, será mejor dejarla en el frigorífico, si bien no es bueno congelarla.
- Posición: las cervezas deben ser almacenadas en una posición vertical y no en horizontal. De esta manera se consigue evitar parte de la oxidación, además de la posibilidad de que se contamine con la chapa.
- Grado de alcohol: cuánto mayor grado de alcohol tenga la cerveza, mayor cantidad de tiempo se podrá encontrar en unas condiciones óptimas de sabor, incluso aunque haya pasado más tiempo del indicado en la fecha de consumo preferente.
- Cantidad de lúpulo: la cantidad de lúpulo utilizado para su fabricación también influye en su conservación. Cuánta mayor cantidad de lúpulo se conservará durante más tiempo, ya que el lúpulo es un excelente conservador natural.
¿Cómo se determina la fecha de consumo preferente de una cerveza?
En el caso de la cerveza, la fecha de consumo preferente queda a criterio del propio producto de la misma, que es el que conoce las características de su cerveza y las exigencias de conservación del mismo. Por este motivo, la clave radica en tratar de alcanzar un equilibrio entre una fecha larga que facilite la venta y una corta que contribuya a la conservación de la cerveza con todas sus cualidades.
Algunas cervezas están pensadas para ser consumidas de forma inmediata, como es el caso de las cervezas muy lupulizadas (Pale Ale, APA’s, IPA’s…), las cuales se deterioran bastante pronto organolépticamente. El lúpulo es muy volátil y delicado a la luz, el calor, el oxígeno y el tiempo.
En los casos de cervezas que tienen un predominio de la malta, con una mayor cantidad de alcohol y más cuerpo, si la cerveza está sin pasteurizar y conservada protegiéndola de la luz y el calor, puede incluso llegar a mejorar con el paso del tiempo. De hecho, cabe destacar que hay algunas cervezas cuyo estilo está creado de forma expresa para que mejoren con el paso del tiempo.
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