Durante el invierno solemos hacer uso de la calefacción con demasiada frecuencia. Es una de las pocas maneras que encontramos para plantarle cara al frío. Pero además de recurrir a los radiadores, también existen unos cuantos trucos y remedios que contribuirán a rebajar la factura del gas. En algunos casos se tratarán únicamente de modificar los hábitos para conseguir que la vivienda permanezca más caliente.
Básicamente hay que tratar de conservar una temperatura adecuada durante todo el día, revisar el aislamiento de la casa y cerrar los radiadores que no vayas a utilizar. Pero no podemos olvidarnos tampoco de otros detalles que pueden pasar desapercibidos. Entre ellos revisar la tarifa, escoger una caldera de compensación y efectuar todas las inspecciones periódicas.
Encender la calefacción supone un gasto muy elevado para muchas familias. Pero gracias a los consejos que te facilitamos a continuación podrás disminuir el gasto mensual incluso antes de ponerla en funcionamiento. Si necesitas asesoramiento en Madrid puedes contactar con un servicio técnico de calderas que te asesore.
Trucos para pagar menos por la calefacción
Con las recomendaciones que te ofreceremos tendrás la posibilidad de ahorrar hasta un 30% en calefacción sin necesidad de realizar grandes sacrificios, pero tampoco sin pasar frío.
Aislamiento de la casa
Gran parte del calor que genera la calefacción se acaba escapando por las rendijas de las puertas y las ventanas. De ahí que resulte especialmente importante un adecuado aislamiento. En el caso de que la rendija que hay bajo la puerta resulte excesivamente grande puede llegar a crearse una corriente de aire frío que provocará una reducción de la temperatura interior. Un burlete puede ser la mejor solución en este caso.
Además, se estima que un 25% del calor sale por los cristales. Lo aconsejable es recurrir a ventanas de doble cristal o cristales aislantes. Los burletes de caucho y espuma que se colocan en los marcos se presentan como una manera perfecta para aislar el interior.
Escoger una caldera de condensación
Este tipo de calderas cuentan con un sistema de recuperación de energía que está en la condensación de los humos originados en la combustión. Se calcula que el ahorro puede llegar hasta el 30% respecto a otros modelos anteriores que no dispongan de tanto avance tecnológico.
Uso de termostatos
La instalación de un termostato contribuirá a reducir la factura de gas. Este aparato permitirá programar tanto las horas que deseamos tener la calefacción encendida como la temperatura más correcta.
Existe incluso la posibilidad de controlarla cuando nos encontremos fuera de casa. En ciertos modelos se puede detectar cuando nos aproximamos al inmueble para que vaya elevando la temperatura de forma gradual y así no encontrarse la casa excesivamente fría cuando lleguemos.
Los termostatos se pueden colocar por zonas, de manera que los radiadores funcionen de forma independiente sin necesidad de poner en funcionamiento los de todas las estancias. Esto contribuirá a que no se derroche tanta energía en las habitaciones o estancias que no se utilicen tanto.
Revisa la tarifa de gas contratada
Compara precios entre las distintas compañías de gas. Además de la tarifa regulada por el Gobierno, también tienes la posibilidad de hallar ofertas liberalizadas de gas con precios ventajosos.
Las comercializadoras suelen ofrecer buenas tarifas para captar nuevos clientes. Tratan de ganarse la confianza del usuario con descuentos sobre la primera factura o una reducción en las mismas durante un periodo de tiempo determinado. Comprueba la duración de estas campañas y si realmente merece la pena seguir con esa compañía una vez que acabe la promoción.
Haz todas las inspecciones
Es preciso que hagas todas las inspecciones de gas natural, además de las pertinentes revisiones de la caldera. Con esto conseguirás que la instalación se mantenga en un adecuado estado y se eviten posibles incidencias que conlleven un incremento del consumo. La revisión obligatoria se lleva a cabo cada cinco años. Supone una garantía para garantizar el adecuado funcionamiento del sistema.
Ventilar diez minutos
Hay que abrir la casa a diario para que ventile, pero tampoco es cuestión de que las ventanas permanezcan abiertas de par en par durante toda la mañana. Con diez minutos resultará suficiente. A poder ser es preferible hacerlo a mediodía, que son las horas menos frías.
Purgar los radiadores
Después de un tiempo sin usarse, por lo general se acaban llenando de aire. Una vez que se enciende la calefacción se crean bolsas de aire que provoca que el calor no se distribuya por todas las partes del radiador, de ahí que existan algunas zonas que incluso estén prácticamente frías.
Por lo tanto, estarías malgastando gas porque no se conseguiría sacarle el mayor rendimiento posible a la calefacción. La solución para evitar esto es bien sencilla. Bastará con purgar los radiadores, y debe realizarse con la caldera encendida. Debajo del purgador colocaremos un vaso y lo abriremos con la ayuda de un destornillador. Una vez que salga toda el agua acumulada será el momento de cerrarlo.
Modifica tus hábitos
Hay una tendencia a poner la calefacción, pero a cambio permanecemos ligeros de ropa por casa. Se trata de ir cómodos, sin necesidad de poner a gran temperatura los radiadores. Cometes un grave error si la pones a 23 o 24 grados.
Ten en cuenta que por cada grado de más que eleves la calefacción la factura se disparará un 7% más. Por lo tanto, merecerá la pena disminuirla hasta los 21 grados y abrigarnos con un poco de ropa. Se trata de modificar algunos hábitos para reducir también el gasto energético.