En el momento en el que el embarazo llega a la semana número 38 ya podemos decir que nos encontramos en lo que se conoce como un embarazo a término. Esto significa que el feto está ya completamente formado y maduro, listo para nacer sin que pueda necesitar cuidados especiales tales como su estancia en la incubadora.
Sin embargo, el embarazo dura unas 40 semanas de media, e incluso puede llegar a las 42, momento en que los médicos pueden decidir adelantar el parto de manera artificial.
Cómo adelantar un parto
El máximo de semanas que un bebé puede no nacer es de 42, por lo que se hará necesario, en este periodo, acelerar el parto. Para ello existen algunas técnicas naturales que podemos emplear, ya que en la semana 38 nos encontraremos muy pesadas y querremos adelantar el parto, aunque siempre es mejor dejar que la naturaleza actúe. Todo depende del estado de salud, tanto de la gestante como del bebé.
Una de las técnicas más eficaces es la generación de oxitocina natural para acelerar el parto, una de las hormonas que produce nuestro organismo, y que se puede conseguir a través de diversas técnicas como el contacto físico, los paseos, los ejercicios o la meditación. En otro artículo, ya vimos algunos tipos de meditación, cómo realizarlo y los beneficios que genera esta práctica.
Otra técnica que funciona muy bien son los ejercicios de pelota para las embarazadas, ya que ayudan a dilatar a la hora del parto.
Además, son muy beneficiosos para conseguir relajarnos ante una experiencia nueva como es el parto, y libera tensión en la espalda, una de las partes de nuestro cuerpo que más pueden resentirse durante el embarazo.
Técnicas naturales para acelerar el parto
Mantener relaciones sexuales es una buena técnica de contacto físico para liberar oxitocina natural. Toda actividad sexual estimula de forma mecánica el cuello del útero, lo que facilita la dilatación en el parto.
Caminar al menos dos horas al día es una buena técnica y un remedio natural para poder adelantar el parto, ya que los paseos y, en general, cualquier actividad física como los ejercicios con pelota ayudan a la dilatación y al correcto posicionamiento del bebé para cuando llegue el momento del parto. Además de caminar, subir escaleras es muy útil, y también practicar pilates y yoga. En otro artículo ya vimos algunas posturas básicas para cuando se quiere empezar con el yoga.
También es importante que no nos excedamos en el ejercicio físico, pues puede crear el efecto contrario, es decir, la ansiedad, la producción de adrenalina en lugar de la oxitocina natural, y por tanto, el retraso inesperado del parto.
Alimentos y práctica que facilitan el parto
Durante las últimas semanas de embarazo, es aconsejable el consumo de ciertos alimentos para poder adelantar el parto.
Una de las técnicas más recomendables consiste en comer alimentos picantes y muy especiados. Las especias y la alimentación a base de picante es posible que provoquen acidez y ardor de estómago, lo que no es muy agradable. Sin embargo, lo más probable es que estimulen el movimiento de los intestinos, y con ello, la llegada del parto. Hay una serie de alimentos muy recomendables para provocar un parto, como el orégano, el jengibre, la albahaca o la piña, alimentos muy asociados a la inducción del parto.
Por otra parte, la relajación es esencial, y resulta muy beneficiosa para acelerar el parto. Es importante saber que los nervios, la ansiedad y el estrés provocan la aparición de adrenalina, una sustancia que dificulta o, en el peor de los casos, impide la aparición de contracciones para el parto.
Prepararnos un baño caliente, una infusión relajante, practicar la meditación o el yoga, son prácticas que nos ayudan a relajarnos y a agilizar el inicio del parto porque todas estas técnicas pueden propiciar el inicio de las contracciones, suavizando la tensión de los músculos, lo que facilitará la dilatación y el adelanto del parto de forma totalmente natural.
Por otra parte, la estimulación de nuestros pezones puede resultar una técnica ideal para adelantar el parto. Los pezones facilitan la secreción de oxitocina natural en nuestro organismo. Esta hormona es capaz de provocar las contracciones uterinas necesarias para adelantar nuestro parto de forma natural.
Podemos recurrir a tocarnos o pellizcarnos con delicadeza los pezones. Incluso, en determinadas ocasiones, podremos comprobar que, estimulando los pezones, nos puede salir calostro, un elemento previo a la leche materna, esencial para la alimentación inicial de nuestro bebé, y esta secreción no deja de ser algo totalmente normal.
En cualquier caso, es necesario que nos dejemos guiar por las indicaciones de nuestro ginecólogo para ser capaces de adelantar el parto, sin obsesionarnos ni estresarnos, provocándolo de forma absolutamente natural y beneficiosa, tanto para nuestro bebé como para nosotras.