Cómo abrir un bote de cristal que se resiste sin esfuerzo

Hay ocasiones en que los frascos de conservas están tan apretados que no hay forma de abrirlos. En estas ocasiones solemos recurrir a la poderosa fuerza de otra persona pero, ¿y si estamos solos en casa? No te preocupes, te mostramos cómo abrir un bote de cristal con los siguientes trucos. 

Por qué cuesta tanto abrir un bote al vacío

El problema de que un bote de cristal no se pueda abrir no es en realidad por la fuerza con la que está cerrada la tapa. La causa de que se nos resista radica en el aire, ya que este empuja cada centímetro cuadrado de todo lo que nos rodea.

En el interior del bote cerrado al vacío, la presión es inferior a la del exterior. La tapa se encuentra así sometida a una diferencia de presión, dirigida hacia el interior, que es la causa de que nos cueste tanto abrir el bote. Solo hay que recordar que el extraer el aire del interior del bote, la presión es muy baja. Por tanto, más que una cuestión de presión no podemos abrir la tapa por una diferencia de presión.

Cómo abrir un bote de cristal

• Una de las maneras más sencillas de abrir un bote de cristal es golpeando de forma suave una de las esquinas de la tapa contra una superficie dura. De esta manera, el tarro se deforma y pierde el vacío. Tras esto, ya solo tendremos que intentar abrirlo desenroscando la tapa.
  
  
• Si el bote de cristal tiene la tapa metálica, se puede poner bajo el grifo de agua caliente. En poco tiempo, la tapa se dilata más que el cristal y así se puede abrir el bote. Esto se consigue ya que el metal de la tapa se dilata a menor temperatura que el cristal. El agua caliente viene muy bien también en aquellos tarros que no se pueden abrir porque la tapa se ha quedado pegada con el azúcar cristalizado.
  
  
• Para evitar que las tapas se queden pegadas en aquellos botes que tengan el azúcar como ingrediente. Lo mejor que podemos hacer es tapar el frasco con un trozo de papel film antes de poner la tapa y cerrarla.
  
  
• El calor es una medida muy eficaz para abrir estos botes. Si tenemos en casa una cocina de gas, podemos acercar la tapa del bote a la llama solo por encima y apenas unos segundos. El calor vuelve a dilatar la lata para que podamos abrir el bote con facilidad.
  
  
• Otra opción es golpear no muy fuerte el fondo del frasco de cristal con el centro de la palma de la mano. Así elevamos la presión cerca de la tapa para que se rompa el sello en vacío. Con el golpe, escucharemos un pequeño sonido, que será el indicativo de que el sello de vacío se ha roto.
  
  
• Para romper el sello de vacío se puede emplear también un utensilio de cocina. Se coloca el extremo del utensilio debajo de la tapa del frasco y se mete la punta entre la tapa y el bote de cristal. A continuación, se empuja el utensilio hasta que quede atascado entre la tapa y el frasco. En ese momento, se oye un pequeño ruido y ya se puede abrir el bote de cristal.
  
  
• En caso de que la tapa no sea muy dura, podemos hacerle un pequeño agujero con un objeto afilado. Así al salir el aire, se romperá el vacío y se podrá abrir el bote de forma más fácil.

Trucos para que la tapa no resbale

A veces el problema no es que la tapa esté muy dura, sino que al intentar abrirla se nos resbala. Así no podemos hacer la fuerza necesaria para poder abrirla. En estos casos, habrá que mejorar el agarre de alguna manera. Lo más habitual es utilizar un trapo de cocina.

Hay diversos trucos que podemos llevar a cabo. La primera opción es colocarnos unos guantes de goma para asir mejor el tarro. Si no disponemos en ese momento de unos guantes, podemos envolver la tapa con una goma elástica. El objetivo es evitar que sea tan deslizante como suele ser. Otra posibilidad es envolver la tapa con un trozo de papel film arrugado. Para casos más severos, habría que enrollar un trozo de cinta de pintor alrededor de la tapa.

En definitiva, hay muchos remedios caseros que nos muestran cómo abrir un tarro. Podemos ir probando con algunos de ellos para ver cuál nos resulta más eficaz.