Cómo conservar correctamente los vinos durante el verano y olas de calor

Durante el verano, las condiciones climáticas pueden dañar los vinos que tenemos en casa acelerando el proceso de envejecimiento y alterando sus características. Es por eso por lo que contar con una solución de guarda de vinos se vuelve esencial para los amantes del vino que desean disfrutar de sus botellas en las condiciones óptimas. 

En plena temporada de verano, cuando las altas temperaturas y la humedad pueden afectar negativamente la calidad y el sabor de los vinos, es de vital importancia contar con un método de almacenamiento adecuado para preservar su frescura y carácter. 

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Si un vino se almacena en condiciones de mucho calor, bajo la luz solar directa o bajo luces artificiales fuertes, el vino se dañará: puede perder su frescura rápidamente, carecer del carácter de fruta esperado y tener un gusto apagado y pasado. Almacenar el vino a la temperatura correcta y en las condiciones adecuadas, sea para un almacenamiento temporal o largo plazo, es esencial tanto para que el vino conserve su frescura como para que pueda madurar en botella.

Claves para conservar tus vinos en casa en verano

Si tenemos botellas de vino en casa, en verano es imprescindible:

• Mantener el vino a la temperatura adecuada: La temperatura ideal para almacenar vinos oscila entre los 14 °C y los 16 °C, mientras que la humedad adecuada se sitúa alrededor del 70 %. Estas condiciones estables y controladas permiten que el vino envejezca de manera lenta y adecuada, desarrollando sabores y aromas profundos a lo largo del tiempo.

• Almacenar las botellas en la posición correcta: es muy importante que, a la hora de almacenar las botellas, se haga de forma horizontal en el caso de vinos tranquilos, así el vino siempre estará en contacto con el corcho. El corcho necesita estar en contacto con el vino para seguir manteniendo su posición y no perder volumen, lo cual haría que el corcho se cayera dentro de la botella y, así, dejar desprotegido el vino al contacto con el oxígeno.

  Si el tapón permite que haya una interacción no deseada entre el oxígeno y el vino, el vino se oxidará: tendrá un color más oscuro y marrón de lo que debería ser. Podrá tener aromas de miel, caramelo o café, y carecerá de frescura y de fruta. Si bien es cierto que algunos vinos se elaboran en un estilo oxidativo o adquieren algunas de estas características después de muchos años de crianza en botella, estas no son características que deberíamos esperar en la mayoría de los vinos que se beben cuando son jóvenes y afrutados.

• Evitar la luz directa: es recomendable optar por lugares oscuros ya que la exposición a la luz provoca que se alteren los organismos vivos que tiene el vino, como los antocianos y los taninos (que aportan el color al vino).
  
  

Si ya se ha abierto la botella

Una vez abierta una botella, el vino comienza lentamente a pasarse a medida que reacciona con el aire. Tapar la botella con el tapón de corcho y colocarla en el frigorífico puede ayudar a la conservación por algún tiempo.

Pero cuando necesitamos conservar el vino en buenas condiciones durante más tiempo, hay algunos sistemas simples que mantienen el vino aislado del aire y prolongan su vida. Es el caso de los sistemas de vacío, basados en una bomba que retira el aire del interior de la botella, o sistemas de gas, que inyectan un gas totalmente inocuo que expulsa el aire de la botella.

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La guarda de vinos profesional 

La guarda de vinos es una técnica especializada que permite controlar factores como la temperatura, la humedad y la exposición a la luz, proporcionando las condiciones ideales para el almacenamiento de vinos de calidad. Ya seas un aficionado al vino o un coleccionista experimentado, contar con una bodega de guarda te garantiza que tus vinos se mantendrán en su mejor estado, conservando su bouquet, sabor y aroma y aumentando su valor con el paso del tiempo.

Además, la guarda de vinos no solo es beneficiosa para que los vinos tintos puedan madurar de manera equilibrada y desarrollar taninos suaves y complejos, sino también para los blancos y los espumosos, ya que un almacenamiento fresco y sin fluctuaciones de temperatura les permite mantener su frescura y carácter frutal.

Un ejemplo de esto es la Cripta, un espacio de guarda de vino ofrecido por Insolity, marca dirigida a los amantes de los grandes vinos y destilados que funciona con un sistema de membresía. Se trata de un servicio dedicado únicamente a la custodia de los vinos de sus miembros en óptimas condiciones de temperatura, luz, humedad y vibraciones, protegiendo así su inversión, no solo ante los posibles deterioros que se puedan ocasionar, sino también ante posibles robos.