El blanco estrella que brilla desde una tierra de tintos
Con Gran Reserva 2016, la reconocida firma de Rioja Alavesa, Remírez de Ganuza, junto con sus tintos poderosos, demuestra también como trabajar los blancos.
11 mayo, 2023 09:50Remírez de Ganuza es un referente de vinos tintos de alta calidad. Ubicada en Samaniego, Rioja Alavesa, fue la primera bodega española en conseguir los anhelados 100 puntos Parker en 2010, con su tinto Gran Reserva del 2004. Firma innovadora a todos los niveles a lo largo de su historia, en 2003 sacaron su primer vino blanco que se convertiría en Remírez de Ganuza Reserva, y hace tres años pusieron en marcha el Olagar Gran Reserva 2016, un vino de finca de la variedad blanca viura, que ha permanecido envejeciendo en botella algo más de siete años, y que es una delicia.
La firma la funda Fernando Remírez de Ganuza, un hombre de mucha personalidad. En el mundo del vino entra porque es corredor de fincas, la mayoría de viñedos. Se definía como “arreglador de viñas”, porque juntaba unas con otras, cambiaba, permutaba y ofrecía a sus clientes buenos viñedos agrupados y listos para producir. En el año 1990, con 27 hectáreas de sus mejores viñedos, decide quedárselos él; y en el centro del pueblecito de Samaniego donde había unos edificios ruinosos, monta una moderna bodega a la que pone su nombre.
En 1992 elabora su primer vino, que sale al mercado en 1997 y resulta un éxito absoluto. También tenía que ver la expectación que había generado con sus “innovaciones”, como obligar a los vendimiadores a utilizar cajas de 12 kilos para que las uvas llegaran sanas a la bodega; cosa que ahora hacen todos los buenos bodegueros, e incluso es obligatorio en Rías Baixas.
Puso en marcha la primera “mesa de selección de uvas” que entraban de las cajas a la bodega para apartar los posibles granos defectuosos; y como en España no las había aún, se la encargó a un herrero de Elciego, le puso una banda de goma negra y un motor. Pionero de la poda en verde para mejorar la calidad de los racimos, que, además, separaba en hombros, la parte alta que iba para los vinos de mejor calidad, y puntas para los vinos más jóvenes o de maceración carbónica. En definitiva, uno de los primeros abanderados que encabezaron la gran revolución vinícola de Rioja Alavesa.
En el año 2010 le vende la mitad de su próspero negocio a su amigo José Ramón Urtasun, y hace cuatro años, la otra mitad. La familia Urtasun, ya propietarios totales de la bodega, actúan con inteligencia y mantienen la continuidad de una firma con un prestigio extraordinario, tanto en España como en el extranjero, donde exportan la mitad de su producción. Una continuidad que comienza con el enólogo de toda la vida, Jesús Mendoza, que además es yerno de Fernando Remírez de Ganuza.
La bodega mantiene una línea de diferentes vinos, muy completa. En la parte más sencilla, por decir algo, porque está considerado el mejor vino de “maceración carbónica” que se hace en España, está el Erre Punto (R.) 2022. El vino joven típico de los cosecheros alaveses, que se elabora como hace mil años. Una delicia que muestra su color violáceo nada más servirlo, lo que implica rabiosa juventud. La nariz es una sinfonía de frutillos rojos, recuerdos de flores; y la boca se caracteriza por tener una buena estructura y equilibrio, pero sobre todo por su frescura. Su precio es de 13´50 euros.
El vino fundamental de la casa, aparte de algunas altas gamas como Trasnocho, es el Remírez de Ganuza, en esta ocasión del 2015. Es un reserva con 27 meses de crianza en barrica. Un vino más que serio con una nariz intensa, elegante, compleja, donde domina la fruta madura, pero también las especias como la canela, recuerdos de trufa. La boca con un tanino domado, maduro, paso sedoso, sabroso, largo. Muy elegante. Su P.V.P. es de 64 euros.
Terminaremos con el blanco sorpresa motivo de esta recomendación. De pequeña producción, Olagar 2016 aparece tras estar esos siete años en la botella, con un bonito color dorado, pero fino, no excesivo. La nariz es elegante y sutil, con fruta blanca madura, notas cítricas, elegantes tonos florales; y una boca delicada, muy pulida, cremosa y con una magnífica acidez que le permite esa longevidad. Su precio es de 85 euros.
Vinos de altura en una de las mejores bodegas de España que la familia Urtasun sabe dirigir con muy buena mano.