Disfrutar más y mejor del vino en casa forma parte de la 'nueva normalidad' que nos ha traído el confinamiento. Después de aprender a elegir bien el vino, ahora queremos mejorar nuestra experiencia de cata sin movernos del sofá. Desde la cristalería hasta la temperatura, el servicio del vino nos empieza a importar también fuera del restaurante, algo que Coravin ha sabido prever con modelos más accesibles y enfocados al uso doméstico.
"Existen varias ventajas a la hora de usar Coravin en casa y todas están relacionadas con la razón de ser de nuestro producto: poder disfrutar del vino por copas sin comprometer toda la botella", explica Greg Lambrecht, inventor y fundador de Coravin. "Dado que el vino que queda en la botella se mantiene igual de bueno incluso años después, con este sistema se acaban las dudas para atreverse a probar, servir o beber un vaso de cualquier vino cualquier día de la semana".
Podría decirse que Coravin favorece la libertad absoluta por copas. En el restaurante, los sumilleres valoran este sistema porque les brinda la posibilidad de ver cómo evoluciona el vino dentro de la botella. Además de, lógicamente, poder probarlo antes de servirlo. Pero lo que más importa a restaurantes y bodegas, asegura Lambrecht, es que "permite ofrecer a sus invitados la oportunidad de tomar copas de vino de una gama más amplia y de calidades más altas".
La acogida de Coravin entre los profesionales del vino ha sido excelente desde que se convirtiera en la gran novedad del sector hace seis años, obteniendo el Premio al diseño y a la innovación tecnológica en Madridfusion 2015, pues es una herramienta que les es de gran ayuda en su día a día. Un producto, para los que escuchen hablar por primera vez de él, que hace posible disfrutar de nuestro vino favorito en el momento que deseemos, sin retirar el corcho de la botella, gracias al ingenioso sistema de aguja y gas argón que preserva el vino y evita que evolucione tras el contacto con el oxígeno.
El objetivo es servir el líquido las copas sin sacar el tapón. Al no destapar la botella, el vino no entra en contacto con el aire, con lo que no se inicia el proceso de oxigenación. De este modo el vino se conserva durante días, meses e incluso años sin perder sus propiedades. Y así, la primera copa resulta tan buena como la última independientemente del tiempo que transcurra entre una y otra, para que cada uno beba lo que quiera, del vino que quiera, cuando quiera, sin preocuparse de que lo que sobre pierda su sabor, aroma o buqué.
Una solución revolucionaria que nos invita a explorar los vinos de cualquier año, variedad o región en pequeñas cantidades, también en casa. El artífice lo explica así: "A nivel doméstico, Coravin es muy útil para la persona que vive sola o para parejas con diferentes gustos de vino. También para aquellos que desean hacer una comida de varios platos y combinarlos con diferentes vinos, o para aquellos que quieran pasar un día conociendo diferentes vinos de la misma región. Incluso funciona si lo que queremos es cocinar con vino: podemos usar sin miedo un buen vino para nuestros guisos".
Los usos son ilimitados y no, no hay que saber de vinos para sacarle más provecho. “No necesitas ser un experto. Solo querer disfrutar de una buena copa de vino, sea el que sea”, sostiene Greg Lambrecht. “Para usar en casa, recomendaría el modelo 3 o el 6. Ambos realizan la misma función y sus diferencias radican en los acabados del producto”.
El genio de esta empresa de Massachusetts (EE.UU.) se refiere al Model Three (199€, el más económico de la gama, perfecto para quien bebe vino todos los días en casa) y al Model Six (399€, para los que buscan pasar de nivel) de la nueva línea de Coravin, versiones evolucionadas que incorporan la tecnología SmartClamps, abrazaderas con la que servir el vino en las copas resulta aún más intuitivo, sencillo y rápido.
Estos modelos también incluyen un accesorio para tapones de rosca, que permite servir los vinos sellados mediante este cierre preservándolos hasta tres meses. Según Greg Lambrecht, este perfeccionamiento responde al feedback recibido por los usuarios del producto en los últimos años y no hacen otra cosa que “mejorar lo que ya era bueno antes”. Con tantas facilidades y después del éxito obtenido en todo el mundo, cabría preguntarse por qué Coravin no se ha inventado antes.
Cocinillas: ¿Cómo surgió la idea de Coravin?
Greg Lambrecht: “La idea surge de una mezcla de factores que tuvieron lugar en un momento determinado de mi vida. El embarazo de mi esposa me llevó a combinar mi pasión por el vino y mi conocimiento profesional sobre las agujas médicas. Uniendo estos tres elementos empecé a investigar y desarrollar una forma de consumir el vino en copas sin estropearlo. Y así, tras de una larga experimentación, nació Coravin, que salió al mercado con un primer modelo que hoy conocemos como Model Eight. Coravin surge precisamente de esa necesidad de no tener que acabarnos una botella por obligación. Hasta ese momento no había ningún dispositivo en el mundo que permitiera consumir vino por copa”.
Cocinillas: Y después de inventar algo tan innovador, ¿qué será lo siguiente?
Greg Lambrecht: “Hay margen para crear y evolucionar, y estamos trabajando en ello. Mi sueño cuando fundé la compañía era que Coravin fuera más rápido, más fácil y más divertido que abrir una botella y verter el líquido, independientemente del cierre de la misma y ya fuera un vino tranquilo o espumoso. Todavía tenemos trabajo por hacer, pero con el vino ese trabajo siempre es divertido”.