El mundo de los vinos dulces es amplio. De los Sauternes franceses a los Tokaji húngaros están, entre otros muchos, los Oportos portugueses y los Beerenauslesen alemanes.
En España tenemos vendimias tardías maravillosas, vinos fortificados con una tradición histórica de siglos a sus espaldas y otras joyas dulces por descubrir que pueden aportar el contrapunto de delicadeza pero también de sorpresa a nuestros menús navideños.
Toma nota de las siguientes referencias si buscas algo diferente con lo que encapricharte durante las Fiestas.
Ximénez-Spínola Old Harvest
Este Pedro Ximénez de crianza oxidativa es único en su especie. Ni tiene el color habitual de un PX, ni huele ni sabe como tal. El Old Harvest de la bodega jerezana Ximénez Spínola iba a ser un zumo de pasas, pero una hidratación incompleta durante la vendimia de 1964 lo llevó a ser lo que actualmente es: el saber eterno de las criaderas y soleras, embotellado.
Una pieza única en el Marco de Jerez, donde esta variedad blanca aporta notas similares a las del palo cortado o el oloroso, pero con la sutileza y elegancia de una uva que nunca se ha elaborado de forma tan particular. Con el paso del tiempo, su evolución y equilibrio son tan positivos que sería imperdonable no seguir elaborándolo. PVP: 24,50€
*Consejo de experto: Sírvelo a 14ºC. En copa ampulosa y abierta, pero en cantidades moderadas. Y no te preocupes por el maridaje, no le hace falta.
Astobiza Txacoli Vendimia Tardía
¿Hay txacolis dulces? Sí, y fantásticos. El vendimia tardía de Astobiza se elabora a partir de una selección de la uva ondarrabi zuri por parcelas y vendimiada a mano en pequeñas cajas, como su propio nombre indica, más tarde de lo habitual para recoger una uva sobremadurada y con más azúcares. Con aromas varietales a pera y manzana, pomelo y melocotón, la frescura de este txacoli resulta sorprendentemente sabrosa y persistente en boca, con unas leves notas amargas y minerales marcadas por el terruño. PVP: 16,90€
*Consejo de experto: Sírvelo frío, a unos 8-10ºC, y prueba a combinarlo con pescados poco hechos y mariscos frescos. Con queso gorgonzola o cabrales, el contraste resulta adictivo.
Barón de Ley Blanco Semidulce
En Rioja no sólo hay vinos blancos, sino también vinos dulces. Barón de Ley Blanco Semidulce es el placer embotellado. Tanto para los grandes conocedores como para los que inician su paladar en el zumo fermentado de uva, este 100% Sauvignon Blanc, aromático y elegante, será siempre un acierto. La bodega riojana ha encontrado un nuevo mundo por descubrir con este estilo de vinos semidulces, que se sale de alguna manera de la norma, pues no son las sensaciones dulces las protagonistas, sino un ligero punto de acidez y frescura que aporta complejidad de aromas y la expresividad de sabores sin empalagar. PVP: 8€
*Consejo de experto: Ábrelo frío durante el aperitivo o con platos de pasta o arroces.
El Grifo Canari Malvasía Dulce
Con este vino dulce la bodega canaria El Grifo reinterpreta el tradicional Canari que se hacía en el siglo XVII y que tanto gustaba a Shakespeare. Elaborado desde 1775 en San Bartolomé, Lanzarote, por los antepasados de la familia Otamendi Rodríguez-Bethencourt, este oro dulce, de los más antiguos de España, surge de la mezcla de vinos viejos de diferentes añadas, que se han mantenido permanentemente en barrica. El secreto de su sabor dulce, equilibrado y envolvente, está en una vendimia madura o con ligera pasificación de una malvasía proveniente de viñedos prefiloxéricos plantados sobre tierra volcánica. PVP: 70€
*Consejo de experto: Aunque este vino 'de meditación' no necesita comida, se viene arriba con postres no demasiado dulces.
Tintilla de Rota de Finca Moncloa
Los vinos dulces naturales elaborados con variedades tintas no le son desconocidos a González Byass. Desde este pequeño viñedo de Arcos de la Frontera, la bodega recupera el poderío de los grandes tintos de Cádiz que sobresalía en el siglo XVI. Lo hace apostando por una variedad ancestral de la zona, la tintilla de Rota, una uva andaluza que aporta una complejidad muy singular. La tintilla sobremadura en la cepa antes de ser vendimiada de forma manual y asoleada sobre esparto hasta alcanzar el dulzor deseado. Después de macerar y fermentar durante varios días, el mosto prensado reposa a baja temperatura en inox para finalmente envejecer en barricas francesas durante 18 meses. PVP: 52,50€
*Consejo de experto: Este tinto dulce será el mejor aliado de tus postres de chocolate.
Apasionado de José Pariente
Elaborado a partir de cepas de sauvignon blanc de alrededor de 30 años de edad, el vino dulce de la bodega de Rueda José Pariente sorprende hasta a los más recelosos con una expresión aromática inusual en este tipo de vinos. Se trata de un vino dulce intenso, con estructura y persistencia, que nace fruto de la inquietud de esta familia bodeguera y tras varias añadas de ensayos y pequeñas vinificaciones. Las uvas procedentes de este viñedo sorprenden por mantener una elevada acidez a pesar de la sobremaduración. El resultado es un vino blanco dulce que consigue reflejar la singularidad y la complejidad de una variedad definida por su frescura y mineralidad. PVP: 12,25€
*Consejo de experto: No lo dejes para el postre. Sírvelo entre 6 y 8ºC y prueba a acompañarlo con quesos azules o de oveja.
Valdespino Moscatel Promesa
Su propio nombre ya adelanta que este moscatel de Grupo Estévez 'promete'. Elaborado con la misma uva que da lugar al famoso Toneles Viejísimo (100 puntos Parker y una verdadera joya de la enología andaluza de entre 75 y 100 años de edad), esta especie de hermano pequeño comparte origen pero también características organolépticas únicas. Promesa se obtiene a partir de la sobremaduración de la moscatel en el propio viñedo, envejecida después durante un mínimo de cuatro años de media a partir del tradicional sistema de criaderas y soleras, en botas de roble americano que previamente se usaron para amontillados y olorosos. Un dulce de moscatel que condensa la magia de la albariza y el sol jerezano. PVP: 14,90€
*Consejo de experto: Este moscatel resulta sublime junto a postres caseros, e incluso como ingrediente en repostería.
Olivares Dulce Monastrell
Esta bodega de Jumilla asegura que su vino dulce es “Monastrell en su máxima expresión”. Sin crianza en barrica, embotellado justo después de su elaboración en el mes de noviembre (vendimia tardía) y tras un mínimo de 2 años en botella, Olivares elabora su tinto dulce más famoso a partir de viñedos centenarios cuya producción es de menos de un 1 kg por cepa. Una exquisitez que tan sólo se puede disfrutar 4 o 5 veces por década, cuando las condiciones climatológicas permiten su elaboración. Pura fantasía concentrada, equilibrada y persistente. PVP: 19,85€
*Consejo de experto: Para apreciar bien todos los matices de este vino, sírvelo en copa de tinto, no en copa pequeña.