Cantabria es todo un paraíso gastronómico, algo que no nos cansamos de repetir sobre todo descubriendo imprescindibles como el mejor menú arrocero con más de 20 clases de arroz o el restaurante favorito para comer de tapas y vinos por Santander. Pero esta vez queremos invitarte a descubrir otro de esos lugares más especiales de la región norteña. Una agradable taberna marinera ubicada junto al puerto de Santander y que destaca por ser la taberna marinera más antigua de Santander y otro de esos lugares premiados en España con un Solete Repsol.

Un lugar único en el que se servía vermut y se vendían billetes de tren ya en el siglo XIX y en el que ahora podrás disfrutar de algunos de los mejores platos y aperitivos santanderinos o compartir un agradable momento de vermut y vino con amigos. ¿No quieres esperar a descubrir esta taberna marinera? Te contamos de cuál se trata.

La taberna marinera más antigua de Santander

Enclavada en el corazón de Santander, la taberna marinera de la que vamos a hablarte se alza como testigo centenario de la vida portuaria y el encanto marinero que ha impregnado la ciudad desde mucho tiempo atrás. Con muchos años de historia a sus espaldas, esta taberna ha acabado convirtiéndose en un emblema de tradición y sabor que perdura en Santander.

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En sus inicios este lugar ha sido mucho más que una simple taberna, fue el lugar donde se servía vermut y se vendían billetes de tren ya en el siglo XIX. Este establecimiento recuperado después en 2009, es conocido como la taberna marinera de El Machi. Uno de los secretos mejor guardados de Santander y destaca por su excelente selección de aperitivos santanderinos que parecen no tener fin.

En esta taberna, tanto la renovación del local como de la carta, han respetado todo lo posible el ambiente marinero tradicional pero con un toque moderno muy agradable.

Las especialidades imprescindibles de El Machi

Desde las clásicas rabas y el imprescindible vermut que han deleitado a generaciones, hasta los suculentos mejillones con salsa y pan que despiertan los sentidos, cada bocado es una experiencia que transporta a los comensales a las raíces más auténticas de la cocina local. 

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Entre las especialidades que no puedes perderte se encuentran los tigres empanados, las gambas a la gabardina con chubasquero y los arroces con costra, preparados con arroz de Herederos de Viel, una familia arrocera de sexta generación que cultiva en pleno parque de La Albufera.

La terraza es el lugar perfecto para saborear las rabas de calamar del Cantábrico, otras de las especialidades y todo ello sin olvidar su deliciosa tortilla de patatas con Premio Regional y con patatas de Valderredible.

En cuanto a sus postres, en la carta no faltan opciones para los más golosos como la tarta de chocolate y galletas, la tarta de queso pasiego al horno, la tarta tatín, la tarta de hojaldre de Torrelavega, diferentes sorbetes o helados caseros elaborados por ellos mismos con leche de pasto de Cantabria y frutas de temporada.