Cantabria es una de las comunidades que incorpora uno de sus restaurantes al listado de los Bib Gourmand de la Guía Michelin 2024, es decir, los locales con mejor calidad-precio según esta prestigiosa guía gastronómica.
[El chef de Castro Urdiales premiado Mejor Cocinero de Cantabria por segundo año consecutivo]
Con la última incorporación, la comunidad autónoma reúne en estos momentos un total de 8 espacios gastronómicos que destacan por la alta calidad de sus productos y sus precios asequibles. Se trata de Agua Salada, Umma y Cadelo (todos ellos en Santander), Hostería Calvo (en Puente San Miguel), Pan de Cuco (en Suesa), La Cartería (en Cartes), Del Oso (en Cosgaya) y, finalmente, la novedad, Prada a Tope (en Treceño).
"Todo en Prada a Tope es un ritual: la contemplación de las tierras labradas, vivir al ritmo de las estaciones, la recolección, la selección de los frutos, su elaboración cariñosa, ajena a las prisas del mundo". Así se define este restaurante situado en la Villa de Treceño, una pequeña localidad del municipio de Valdáliga (Cantabria).
El espacio no podría ser más de ensueño: una casa de estilo regional en mitad del monte que dispone de dos comedores, uno interior de ambiente rústico y otro exterior, en una terraza acristalada con vistas a la naturaleza. Dos salones diseñados expresamente "para pasar largo rato, alimentar la complicidad y el compadreo", aseguran.
En su cocina se hacen las cosas "como siempre", tal y como ellos mismos dicen. "La olla ferroviaria a fuego lento y con carbón vegetal, setas en todas las temporadas recogidas de nuestros alrededores y una despensa donde sólo hay productos naturales y artesanos".
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En su generoso menú especializado en comida casera y cocina de mercado con toques de autor encontraréis guisos, setas, queso, arroces, carnes rojas y huevos de corral, entre otros productos. Se recomienda pedir las croquetas caseras, los chipirones con cebolla confitada y alioli de su tinta, las albóndigas de pescado de temporada y las setas de temporada a la plancha.
También disponen de vinos ecológicos (tintos, rosados y espumosos de sus propias viñas), licores de elaboración propia y conservas de productos como pimientos asados con leña, castañas en almíbar o mermeladas de pimientos, tomate, cerezas, membrillo, pera o higo, entre otros sabores. Todo ello embotado bajo la marca Prada a Tope.
[El cocido del siglo XIX que Cantabria ha recuperado gracias a la literatura costumbrista]