- Lo mejor: Anchoas con mantequilla ahumada
- Dirección: C. de Alburquerque, 14, 28010, Madrid , España
- Teléfono: 609702673
- Url: http://www.bartrafalgar.es
- Horario: Do-Ju 13:00-2:00 Vi-Sa 13:00-2:30
- Precio: 25€
- Tipo de cocina: Bar
- Nota: 8/10
No es fácil encontrar un formato no gastronómico que se adentre en la cocina y que lo haga bien. Lo fácil en estos casos es recurrir a la quinta gama, pero en Bar Trafalgar se cocina y se hace bien.
Definir Bar Trafalgar no es sencillo porque es muchas cosas a la vez. Es desde luego un bar, pero un bar ordenado, en el que se puede reservar y en el que, si sales a fumar, no pierdes tu sitio (con banqueta) en la barra.
Es, además, un bar que abre todos los días de 13:00 a 2:30 y que tiene la cocina abierta en horario ininterrumpido desde que abre hasta las 00:30. Es decir, que sirve tanto para ir a comer, como para tomar un aperitivo antes de ir al restaurante que tenemos elegido, para el gin tonic de después o para tomarnos unos cócteles por la noche y picar una ensaladilla cuando nos entra el hambre pasadas las 12 de la noche.
Cocina de bar bien hecha
Juan Tena, David Yllera y Nacho Aparicio son los tres creadores del concepto de Bar Trafalgar, y las tres personas que se han encargado de todo: desde la decoración hasta la carta de comidas. El cuidado y la pasión que han puesto a todo se respiran nada más cruzar las puertas de este local.
Nos encontramos con una carta bien elaborada y seleccionada. Platos sencillos con productos buenos y una elaboración cuidada. No es la mejor comida que hemos probado nunca, pero es muy defendible y todos sus platos son riquísimos.
Las anchoas (9.50/16.50€) son un aperitivo perfecto, servidas sobre un pan brioche y una mantequilla ahumada por ellos mismos. Es un plato de notable alto.
La ensalada de tomate (13.50€) es rica, el tomate llega pelado, bien aliñado y es de calidad. Sencillez extrema y un acompañante perfecto. Muy bien.
Las patatas bravas (10.75€) las hacen de estilo hojaldrado y quedan crujientes por fuera y tiernas por dentro, están fritas perfectas. La salsa es tradicional y buenísima. Para mí, si no tuviese comino que me parece muy invasivo, podría ser de las mejores bravas de Madrid, pero posiblemente eso sea algo demasiado subjetivo. Notable alto.
Por supuesto en la carta encontramos ensaladilla (8/12.50€) , que no puede faltar en un bar. La de Trafalgar es riquísima, y aquí sí, de las mejores de Madrid sin duda. Bien elaborada, con mordida, una mayonesa rica y coronada por un poco de atún y alcaparras. Sobresaliente.
En los bocados «más serios» nos encontramos con una cheeseburger (9€). Es pequeña, del tamaño perfecto para picar algo y seguir con los cócteles. Pan brioche muy bueno, carne correcta y una salsa rica y agradable que acompaña genial. El único fallo es que se agradecería que viniese con patatas fritas caseras. Notable alto.
Y posiblemente la mayor apuesta por el producto sea la ventresca de atún rojo (20€) que se marca ligeramente a la brasa y queda cruda por dentro. Llega muy bien atemperada, la textura es buenísima y es un plato perfecto para que el busca algo más gastronómicamente. Notable alto.
La parte líquida es en realidad la más amplia de Bar Trafalgar y donde se ha puesto un esfuerzo enorme. Desde la cerveza helada (utilizan congeladores farmacéuticos que mantienen bajo cero sin congelar el líquido) hasta sus decenas de cócteles, pasando por una excelente carta de más de 70 vinos muy bien seleccionados donde encontramos referencias muy curiosas, difíciles de encontrar en otros sitios y una gran selección de champán (aquí roza incluso el wine bar).
Todo esto lo consigue Bar Trafalgar con unos precios muy ajustados, donde la oferta gastronómica no se dispara y los vinos se pueden degustar a un precio muy equilibrado. Todos los cócteles están por debajo de 10 €, hay vinos por copa desde 3,50 € y puedes encontrar un champán por 53 €. La gran relación calidad precio de este bar es un pilar fundamental que hará que sin duda triunfe entre todos los públicos.
Bar Trafalgar es el bar que todos querríamos tener debajo de casa. Es el bar ordenado donde podemos reservar y comer a cualquier hora. Es ese lugar que, sin pretensiones gastronómicas de alto nivel y desde la más pura honestidad, nos ofrece un conjunto de platos donde ninguno falla y todos son buenos. Apunten su nuevo destino para el aperitivo, la comida, la sobremesa, la cena, las copas y la noche.