Hace apenas unos días todos nos hacíamos eco de la visita a Madrid de Robert De Niro. No todos los días una estrella de Hollywood de tal magnitud viaja a la Villa y Corte. Y es que el actor llegaba a la ciudad para disfrutar de un menú impagable, un despliegue de platos y cocineros, al alcance de muy pocos, en el contexto de la previa a Madrid Fusión. Se viralizaron sus imágenes aprendiendo a cortar jamón, que además luego se llevó cortado de vuelta a su residencia y chascarrillos como el cómo mojó pan en un plato de cocochas y el puro que pidió al terminar semejante festín. 

El Mandarin Oriental Ritz fue el lugar elegido para que este genio se sentara a la mesa, atendido y mimado por grandes figuras de la gastronomía como Quique Dacosta, Mauro Colagreco, Joan Roca, Martin Berasategui y un miembro del equipo de José Andrés, que no pudo estar presente por encontrarse al pie de la frontera de Ucrania con su labor en World Central Kitchen.

Todos ellos prepararon un menú en el que no faltaron productos top como la gamba roja de Dénia, las angulas, caviar, el jamón ibérico o la trufa. O lo que es lo mismo, un menú como ellos mismos dijeron, impagable.

Pero más allá de disfrutar de un festín pantagruélico que no podríamos costearnos, el actor también disfrutó de un lugar al alcance de todos, concretamente de una pequeña y modesta tabernita en El Retiro. Hablamos de Taberna & Media, el bastión de José Luis Martínez y sus hijos Sergio y Alejandro.

La visita de De Niro a Taberna y Media

¿Cómo llegó hasta aquí el famoso actor? Sergio Martinez, hijo de José Luis, es un gran cocinero. Despuntó en La Canica y también ha trabajado en Nobu, la cadena de restaurantes y hoteles de Nobu Matsuhisa, Meir Teper y Robert De Niro. Desde el entorno del artista, le animaron a visitar la taberna familiar si algún día iba a Madrid.

No se lo pensó dos veces. Y la noche anterior al menú impagable, el actor y su pareja visitaron Taberna & Media, siendo la única salida que hicieron por la ciudad. "Solamente tenían para cenar la noche del 28 y nos eligieron a nosotros", cuenta José Luis a Cocinillas.

¿Cómo sorprender a alguien con tal trayectoria vital y una cadena de restaurantes a sus espaldas? Como si de un cliente más se tratara. El actor y su pareja pudieron vivir lo que es una taberna típica y lo que se vive en Taberna & Media. "Le preparamos un menú, con todo al centro de la mesa, con los platos más representativos de la taberna. Se dejaron llevar y aconsejar y se fueron encantadísimos", relata.

No faltaron las bravas cremosas de Alejandro, que acompañaron con una caña de Mahou, los torreznos, el shiitake con alioli de miel y una de las últimas incorporaciones a la taberna, un magret de pato con salsa de higos y arroz frito con verduras y setas. Tampoco faltaron los vinos, como los Rioja de la bodega Antonio Alcaraz. 

¿El postre? "Tomó nuestra torrija clásica y la tarta de queso", comparte José Luis. Con esta incluso hubo una anécdota. "Viven en Nueva York, que es la cuna de los cheesecake. Habrá probado todas las mejores y les gustó tanto nuestra tarta de queso, que nos pidieron si se podían llevar dos porciones de vuelta", recuerda el cocinero.

Desde Taberna & Media le prepararon una tarta entera y se la llevaron al hotel. "La generosidad ha sido tremenda. Nos envió un vídeo y fotos de la familia dando las gracias por la tarta de queso que les había encantado", comparte. 

"Se fueron encantados y agradecidos. Se hicieron fotos con nosotros y el trato fue increíble. Es de esas personas que te dejan huella por su parte humana", termina José Luis. 

Así es y así se come en Taberna & Media

Lo mejor de todo, es que todas estas delicias de las que disfrutaron, también están disponibles para todos nosotros. Tan solo unos días antes de la visita de la estrella de Taxi Driver o El Padrino 2, Taberna & Media cumplía seis años. Seis años haciendo felices a todos los feligreses habituales de esta casa, en la que se cuidan la cocina y la tradición, la temporada y el servicio.

José Luis pasó por las cocinas de Lucio -en las que empezó con 16 años- y otros restaurantes, hasta que llegó el día en el que decidió montar su propia taberna y lo hizo en una de las millas de oro del buen comer madrileño, el barrio del Retiro y la siempre transitada calle Lope de Rueda. 

"Taberna y Media es algo más que una taberna", defienden a capa y espada. Y eso es porque el alma de una taberna y esos sabores de siempre, están presentes, pero también hay técnica e innovación y concesiones a sabores viajeros en su carta. 

Entre sus entrantes destacan platos como los torreznos crujientes de Fuentidueña, que quedan crujientes por fuera y jugosos por dentro, la ensaladilla de taberna con piparras o unas alcachofas confitadas con sepia en salsa vasca.

Pero no son los únicos, porque no le quedan a la zaga elaboraciones más actuales como el salmón que marinan en gin tonic y acompañan con una mayonesa hecha con ralladura de lima. Además de la tortilla con salsa de callos -como los que aprendió en Casa Lucio- y champiñones Portobello, que surgió un poco de la casualidad, al unir ambos elementos y ver que funcionaban.

¿Una de las estrellas de la casa que tienes que pedir siempre? Las bravas cremosas de Alejandro, de las que también disfrutaron De Niro y su pareja Tiffany Chen. Y no solo son tan demandadas porque están realmente ricas, sino porque además fueron las ganadoras del I Campeonato Mundial de Patatas Bravas, celebrado en diciembre de 2020. 

La idea fue de unos de los hijos de José Luis, que amante de las patatas bravas, quería darles una vuelta de tuerca con una idea que se le ocurrió con apenas 13 años. De unas patatas que preparaba su padre y un mojo picón que probaron en Canarias, surgió esta receta.

No son tradicionales cortadas en bloques, sino más bien como un buñuelo con una salsa muy sabrosa. Se trata de "una brava muy cremosa por dentro y crujiente por fuera, con una derivación de un mojo picón que nos está dando muchas alegrías", tal y como reconocía el cocinero José Luis Martínez.

Obnubilados ante tal despliegue de entrantes imprescindibles, lo mejor es continuar con su arroz meloso de picantón, alcachofas y tirabeques, con sus cocochas de bacalao confitadas con purrusalda vasca o con el lomo de rape con fideuá de mejillones y pulpo.

¿Carnívoro? Entonces pide su steak tartar, los callos o uno de sus últimos fuera de carta, un magret de pato con arroz frito y salsa de higos. Y de martes a viernes, como buena taberna tradicional, elaboran cocido madrileño que sirven en dos vuelcos, que conviene reservar llamando por teléfono.

Entre sus postres está la siempre imprescindible tarta de queso de Rosa, con un punto de vainilla, además de otras opciones como la torrija cremosa de anís con su helado o un tiramisú casero.

¿Quién dijo que comer como uno de los actores más consagrados no era posible?