Casa Elena suma y sigue. Cuando César Martín, gerente y propietario, comenzó este proyecto tan personal, hace ya tres años, lo tuvo muy claro. Todo comenzó hace ya mucho tiempo, cuando Ana Cedillo, su madre, comienza con el proyecto rehabilitando la antigua casona de su abuela, donde dieron de comer mucho y muy bien durante largas temporadas hasta que ella decidió traspasar el negocio y dedicarse a su familia.
Después de viajar durante años, César decide volver a aquel lugar en el que se crió, y apuesta por crear en él un restaurante con filosofía Slow Food, donde se cocinara con una base de productos ecológicos, de Km.0 y de proximidad. Para ello se rodea de los mejores, como el chef Alberto Avilés, formado durante años (entre otros lugares en las cocinas de Coque y Orgaz, en Madrid, así como en diferentes escenarios en el extranjero).
Ensalzar la materia prima de la región ha sido su mayor apuesta, y con ella elabora una cocina basada en las recetas más tradicionales, pero aportando un toque vanguardista que las hace más interesantes y atractivas. Esa es la línea en la que se ha centrado y gracias a la cual ha conseguido importantes reconocimientos como el Bib Gourmand 2018, el certificado oficial de restaurante Slow Food, y el Premio a la Empresa Hostelera comprometida con la responsabilidad medioambiental. El resultado ha sido un lugar en el que el respeto al producto y a la gastronomía son los ejes fundamentales para avanzar y trabajar en este espacio gastronómico con tanta identidad.
Ficha y detalles del restaurante Casa Elena
- Casa Elena elabora una propuesta gastronómica basada en la alta cocina tradicional, con producto ecológico y km.0. Como novedad y gran orgullo, este año ha recibido el sello Bib Gourmand 2018, reconocimiento otorgado por la Guía Michelín de España y Portugal que pone en valor a los mejores restaurantes con una excelente relación calidad-precio. A todo ello le suma, desde la asociación ecogastronómica Slow Food España, el certificado oficial de restaurante Slow Food, siendo éste el primer y único reconocido en la zona centro del país, y el Premio a la Empresa Hostelera comprometida con la responsabilidad medioambiental en la XI Edición de los Premios Nacionales de Hostelería.
- Lo mejor: las croquetas cremosas al estilo Casa Elena y los espárragos blancos confitados sobre pesto de navajas y láminas de papada ibérica.
- Dirección: Nueva, 15. 45592 Cabañas de la Sagra, Toledo.
- Horario: 13:30h a 16:00h. V y S abierto para cenas de 21:00h a 23:30h.
- Reservas: En el teléfono 92 535 54 07
- Precio medio: 45 euros. Menú del día 23 euros. Menús degustación 45 euros y 60 euros.
- Nota: 4.5/5
La cocina de temporada, ecológica y de Km.0 de Casa Elena
La propuesta de Casa Elena, basada en la cocina de temporada elaborada con productos ecológicos en su gran mayoría y de Km.0, cambia cada tres meses, atendiendo a las mejores materias primas del momento. Bien a la carta, bien en sus menús degustación (45 euros y 60 euros), encontramos opciones para compartir, del mar y de la tierra, además de sus deliciosos postres. ¿Mi recomendación para vuestra primera visita? Sin duda, que os decantéis por alguno de sus menús degustación, la mejor opción para probar más propuestas y hacernos una idea de lo que en Casa Elena buscan transmitir a sus comensales.
Para abrir apetito, nada mejor que unas croquetas cremosas al estilo Casa Elena, crujientes por fuera y deliciosas por dentro, como las de casa, como las de nuestras madres. El pulpo a la brasa con picada de mango y emulsión semipicante; los espárragos blancos confitados sobre pesto de navajas y láminas de papada ibérica; o las alcachofas confitadas en aceite de oliva virgen extra con crema de tomate seco y polvo de ibéricos, también son propuestas a tener muy en cuenta en la carta actual como entrantes para compartir.
Continuamos con las opciones principales del mar y de la tierra. Entre ellas cabe destacar la merluza de pincho sobre caldo de anchoas, teja de mejillones y papel de algas; las cocochas de bacalao con pilpil de algas y alcachofas confitadas; un sabroso y muy tierno cochinillo a baja temperatura, hummus de berenjena asada y su jugo con manzanilla; o el lingote de rabo de toro, emulsión de zanahoria con picada de almendra y portobello.
Fuera de carta podemos degustar algunas elaboraciones del día, siempre dependiendo del producto del mercado en el momento, así que no olvidéis preguntar por ellas, sobre todo en los pescados. Además, disponen de deliciosos arroces y un cocido de excepción perfecto para cuando llegue el tiempo más frío, que se preparan bajo petición y en los que se utilizan recetas y algunos trucos que la familia de César ha ido heredando generación tras generación.
Irresistibles y muy apetecibles son los postres de las visitas a Casa Elena. Siempre elaborados en sus propias cocinas y, como no, con productos de temporada, por lo que van variando para sorprender siempre a los comensales y no privarles de ese dulce final que completa una buena comida. Ahora mismo destaca su cereza en texturas o la ya mítica tarta de queso de la casa.
La tabla de quesos de La Mancha y un maridaje recomendado por el equipo de sala en el que se proponen excelentes vinos de 100 kilómetros a la redonda no pueden faltar, tanto pidiendo a la carta como de menú. (En el menú degustación de 60 euros lleva incluida la degustación de quesos). La cocina de César invita a disfrutar y a alargar la visita, saboreando, degustando, catando, aprendiendo y reconociendo el valor del producto de la zona, un tesoro casi olvidado que -gracias a Dios- vuelve a estar en auge.
Certificado Slow Food por una “nueva gastronomía”
Presumiendo de ser el único restaurante con certificado Slow Food del centro de la península, otorgado por la Asociación Ecogastronómica Slow Food España, Casa Elena goza de este distintivo oficial que acaba de recibir. La insignia reconoce que el restaurante sigue una filosofía Slow Food que gira en torno al producto ecológico y de Km.0, es decir, que apuesta por los productos de cercanía de la región con los que elabora una oferta basada en la alta cocina tradicional. Además, la sostenibilidad de Casa Elena consiste en la propia capacidad de gestionar el impacto social y ambiental de su actividad, y con ella marca una gran diferencia en cuestiones como el compromiso social, el cambio climático, el bienestar de las especies animales o la manipulación de residuos generados.
En ese sentido, Slow Food entiende que la “nueva gastronomía” se basa en la libertad de elección y en la educación, porque la comida es un placer que requiere toma de conciencia y responsabilidad . Aspira a que todas las personas puedan disfrutar de la alimentación, desde el punto de vista saludable, también para quien las produce, siempre esté en consonancia con el medio ambiente, aprovechando los recursos naturales de la mejor manera posible y sin despilfarros.
Con todo ello, la pasión de Casa Elena por favorecer el consumo de productos locales y comarcales, ligados a una herencia alimentaria, histórica y cultural, es una de las razones por las que se le ha otorgado este certificado. Entre estos productos ecológicos y de Km.0, que pretenden ayudar al pequeño productor y con los que trabaja el restaurante, podemos encontrar que los quesos proceden de queserías locales como la Quesería Valle de los Molinos (Los Yébenes, Toledo), Quesería Valdehornos (Horcajo de los Montes, Ciudad Real), Quesería Montescusa (Corral de Almaguer, Toledo) y Quesería de La Jara (Las Navas de Ricomalillo, Toledo), la leche, la mantequilla y la nata proceden de La Colmenareña en Colmenar Viejo (Comunidad de Madrid), las legumbres y verduras se adquieren a diversos pequeños productores locales y vecinos de Cabañas de la Sagra , donde está ubicado el restaurante, y de Recas. La carne de ternera procede de Dimas Sánchez (Yunclillos, Toledo), la de cordero de Mari Carmen Sierrar, Alcázar de San Juan (Ciudad Real), la de cerdo de Gramor 78 (Humanes, Comunidad de Madrid) y la caza procede de Cárnicas Torrecaza (Santa Cruz del Retamar, Toledo).
Estímulo. Cenas sensoriales a ciegas en Casa Elena
Con ánimo de invitar a vivir una experiencia tan exclusiva como sensorial, Casa Elena organiza los viernes y sábados en horario de cena unas veladas muy especiales. “Estímulo Cenas Sensoriales” están preparadas para un máximo de 16 comensales y se trata de una cena a ciegas en las que todos nuestros sentidos se ponen alerta a excepción de la vista. Con este peculiar menú (50 euros/persona – el 5% del importe recaudado es destinado a la ONG Acción Contra el Hambre-), tacto, oído, olfato y gusto se agudizan al máximo haciéndonos experimentar una noche diferente en la que disfrutar de la alta cocina envueltos por la música, las sensaciones y los sabores. Si duda, una vivencia que merece la pena disfrutar, perfecta para aquellas visitas que ya conozcan la cocina de Casa Elena y busquen disfrutar de una manera diferente un fin de semana por la noche.