A 3.568 metros sobre el nivel del mar, en la inmensidad los Andes, se encuentra MIL Centro, en estos momentos la mejor experiencia gastronómica del mundo. En ella, cada pase es una reflexión de la vida y una oportunidad para conocer Perú a través de sus productos, que cuentan la historia del pueblo quechua que habita este lugar mágico.
Para celebrar junto a los peruanos su fiesta nacional, el Día de la Independencia, este domingo 28 de julio, conocemos el restaurante ubicado en mitad de las praderas del Valle Sagrado de los Incas, junto al parque arqueológico de Moray.
Los peruanos Virgilio Martínez y Pía León, ambos elegidos mejores chefs del mundo, y la hermana del primero, Malena Martínez, han creado este proyecto que ya cuenta con numerosos galardones internacionales. El más reciente, ser números uno en la categoría World's Best Fine Dining Experience 2023.
La experiencia cuesta 620 dólares por persona y no consiste sólo en comer. Empieza a las 9.30 de la mañana para hacer una completa inmersión al 'Mundo Mil'. Toda una invitación a hacer una pausa y cambiar el ritmo de vida, para poder conectar con el día a día de las comunidades indígenas, las encargadas de recolectar las materias primas del menú degustación del restaurante.
Pero antes, comienzas con un viaje al pasado visitando el centro arqueológico de Moray, donde los incas dejaron las increíbles terrazas circulares, que todavía se desconoce si las usaban para comunicarse con el más allá o como instalaciones agrícolas.
Después se visitan los campos de cultivo que rodean Mil, que dan a conocer la labor de los campesinos de las comunidades Mullaka's Misminay y Kacllaraccay, de los que obtiene Virgilio y su equipo muchas de las materias primas utilizadas después en la cocina.
La visita continúa con una caminata por las colinas aledañas al restaurante en las que realizas una ruta de botánicos y recoges variedades de plantas utilizadas por los quechuas con fines alimenticios y medicinales.
Una vez dentro del centro, conocerás los proyectos de Mil. Conectadas por un patio central, en cada sala se exponen los resultados de su labor con las mujeres hilanderas, el trabajo de cerámica con arcillas locales, el chocolate con cacao nativo cusqueño y la colección de semillas cultivadas a gran altura; además de conocer su taller de tinción botánica y su laboratorio de fermentos y destilados.
Ocho ecosistemas
La última parada es saborear la propuesta de cocina inspirada y alineada con el entorno que hemos ido conociendo. El menú degustación consta de ocho pasos o paisajes peruanos, en los que cada bocado lo conforman productos de un ecosistema único.
De las cordilleras heladas y la extrema altura, a más de 4.000 metros de altura, probarás la muña, la ceniza de tubérculos, la alpaca o la quinuanegra, traídas de "donde cada paso cuesta más trabajo", dicta la carta de presentación de los platos.
Del bosque andino recolectan los hongos que suceden a los días lluviosos o muy húmedos, y flores de lupinus, tarwi, una leguminosa andina de alto valor nutricional. En cambio, de los Andes probarás variadas papas y conocerás la diversidad de maíz que hay en Perú. "En meses de cosecha, hacia la primera mitad del año, el Valle ofrece un espectáculo de maíces diferentes", explican de este pase.
Mil Centro es una inmersión al mundo andino en un enclave cultural único que potencia cada sabor y logra narrar la historia de las comunidades descendientes de los incas que todavía viven este lugar de ensueño.