Si salir a cenar un sábado por la noche ya es una aventura para muchos intolerantes al gluten, lo de viajar siendo celíaco es una experiencia que da para escribir un libro. Entre las diferencias culturales y lingüísticas y la poca concienciación que existe en algunos lugares las cosas se complican bastante.
Sin embargo, nada de esto te tiene que impedir disfrutar de esas merecidas vacaciones. Por eso, aquí tenéis unos cuantos trucos que he aprendido a lo largo de los años para viajar siendo celíaco y no morir de hambre.
1. Infórmate sobre tu destino
No te imaginas la de problemas que te puedes evitar. Si algo he aprendido al viajar con celíacos es que no puedes dar nada por sentado. Por ejemplo, pese a que McDonald’s ofrece una gran variedad de productos sin gluten en España esa política no se traslada a otros países. Ahora ya no es así, pero cuando viajamos mi pareja y yo a Portugal nos encontramos con que lo único que podía comer era la ensalada más triste del lugar y sopa.
La mejor forma de estar preparado es consultar la web de la asociación de celíacos del país que vayas a visitar si vas fuera de España o la de la FACE si no piensas cruzar la frontera. También pueden serte útiles comunidades online como “500.000 establecimientos para celíacos”.
Eso sí, ten en cuenta que no todos los países están igual de concienciados sobre la celiaquía. Países como España, Italia, Irlanda, Suecia, Estados Unidos, Argentina o Chile están más preparados que Japón, por ejemplo.
2. Pregunta a la aerolínea/hotel si tienen menú sin gluten
Hoy en día la mayoría de cadenas hoteleras y compañías aéreas establecidas ofrecen un menú sin gluten a sus pasajeros. En el caso del avión/tren lo más seguro es que sea tan malo como el menú normal.
Si vas a organizar el viaje por tu cuenta tendrás que comprobarlo tu mismo, pero si acudes a una agencia de viajes dile al agente que te atienda que es una prioridad a la hora de escoger destino.
3. Ten un plan B
Viajar siendo celíaco es una aventura a la altura de una gincana de Humor Amarillo. Por muy organizado que tengas el viaje es posible que surja algún imprevisto así que ten siempre un plan B. Puedes llevar algo de pan, galletas e incluso embutido envasado al vacío. En muchos casos la opción sin gluten suele ser sinónimo de opción sin hidratos de carbono, por lo que si estas pateando todo el día puedes acabar sin energía.
Si viajas en avión y quieres llevar comida a bordo ten en cuenta que la celiaquía es una de las excepciones que permiten llevar todo tipo de comida (tanto para el viaje de ida como la estancia y el viaje de vuelta). Eso sí, necesitarás un justificante médico que detalle tu enfermedad y los motivos por los que necesitas ir con dicha comida.
4. Si el idioma es una barrera llévate un cartel
Por mucho que lo intentes no vas a conseguir explicar a nadie qué eres celíaco usando sólo el lenguaje de signos. Tanto si desconoces el idioma como si no terminas de dominarlo lo mejor es que lleves contigo una tarjeta plastificada en el que expliques que eres celíaco, que no puedes consumir gluten y que alimentos si puedes comer. La propia FACE tiene uno en varios idiomas en su web y este otro tampoco está nada mal.
También puedes llevarlo en el móvil, pero si se te queda sin batería no te ayudará a la hora de viajar siendo celíaco.
5. Busca un apartamento con cocina
Otro consejo a tener en cuenta a la hora de viajar siendo celíaco es alojarse en un apartamento (o similar) que esté equipado con cocina. Además de ser algo más económicos que los hoteles estarás seguro de cocinar con todas las precauciones necesarias para evitar la contaminación cruzada. Puede que no sea lo ideal para descansar pero si eres un auténtico cocinillas no te importará ponerte el delantal.
6. Usa el traductor de tu móvil
Hoy en día hay una gran cantidad de productos que cuentan con un etiquetado en varios idiomas, pero si no terminas de entender lo que pone puedes echar una mano de tu teléfono. Aplicaciones como Google Translate (iOS, Android) traducen automáticamente cualquier texto con sólo sacarle una foto con tu smartphone. Pocas cosas te pondrán más fácil viajar siendo celíaco.
7. No te obsesiones, hay vida más allá de la pasta y el pan
Mi último consejo para viajar siendo celíaco (y es algo que me han repetido muchos conocidos que sufren esta enfermedad), es que no te obsesiones en comer versiones sin gluten de platos que lo llevan de forma habitual. Hablo, como no, de las pizzas, hamburguesas, pasta, repostería y etc. Aunque no lo parezca, hay vida más allá.
Carnes, pescados, verduras, huevos, frutas… La lista de alimentos que no contienen gluten de forma natural es kilométrica y lo mismo ocurre con las recetas.
Si algo he aprendido estos años viajando con personas celíacas es que es más fácil encontrar un restaurante que tome las precauciones necesarias para evitar la contaminación cruzada que uno que tenga alternativas sin gluten. Si hablas con el encargado o el personal de cocina lo más seguro es que no tengan ningún problema en usar utensilios limpios para prepararte un filete, por ejemplo, totalmente libre de gluten.
¡Ah! Si quieres comerte una hamburguesa pero no tienen pan sin gluten puedes pedir que te la pongan entre dos hojas grandes de lechuga a modo de pan improvisado. No tendrás ningún problema siempre y cuando no haya contaminación cruzada.