Si el vídeo mató a la estrella de la radio podríamos decir que la olla exprés casi acaba con las Cocotte. Unas cazuelas de hierro forjado tan resistentes que lo mismo te duraban toda la vida como te abrían un agujero hasta el sótano si se te caían al suelo.
Es fácil entender su declive, las ollas rápidas no sólo han acabado siendo más económicas si no que redujeron de forma considerable el tiempo de cocinado. Además, para cocer pasta o arroz las ollas de aluminio o acero son más que suficientes y resultan más económicas. Sin embargo, por muy rápidas o baratas que sean estas ollas no tienen nada que hacer frente a una Cocotte de toda la vida.
Razones para comprarse una Cocotte
Lo primero, es que pese a que comprarse una Cocotte requiere de una gran inversión inicial lo cierto es que con un poco de cuidado te van a durar toda la vida. Es más, es probable que incluso tus hijos y nietos puedan heredarla y seguir cocinando en ella.
Además, no importa que tipo de placa usen. Al ser de hierro fundido estas ollas funcionan sobre todas las fuentes de calor: desde el horno hasta una cocinas de inducción, gas o vitrocerámica. ¡Incluso las puedes colocar junto a unas brasas!
Pero lo más importante de todo es que los platos que se cocinan en ellas quedan absolutamente deliciosos. Puede que sea lenta, pero os aseguro que la espera merece la pena. Desde guisos hasta estofados, pasando por panes y asados, todo queda más rico en una Cocotte.
Esto se debe a la forma en la que se diseñan las ollas y los materiales que se utilizan. Al ser de hierro fundido, estas cazuelas distribuyen el calor de forma uniforme. Además, la forma de su cuerpo y tapa hace que se cierren casi de forma hermética. De esta forma la temperatura se mantiene de manera constante y todas las propiedades de la comida se quedan en el interior. Todos los platos se cocinan a fuego lento, en su propio jugo y con pocos líquidos añadidos. Una combinación que enriquece sin pastillas.
Eso si, al ser de hierro fundido su peso es considerable (de 2 a 8 kg) y partes como las asas pueden alcanzar temperaturas bastante altas.
¿Qué Cocotte me compro?
Si has llegado hasta aquí es posible que te hayas convencido de las bondades de las ollas de hierro, así que la pregunta es: ¿qué Cocotte me compro?
Existen marcas menos conocidas como las Crealys de Tradifonte, aunque mi recomendación es que vayáis directamente a por una de marcas reconocidas como Le Creuset o Staub pues estas últimas cuentan con garantía de por vida.
¿Cocotte de Le Creuset o de Staub?
A día de hoy las mejores Cocotte del mercado las fabrican dos compañías francesas: Le Creuset y Staub. Ambas son bastante parecidas (son ollas de hierro colado al fin y al cabo) pero tienen pequeñas diferencias que las hacen únicas.
Las ollas de Le Creuset son más delgadas y ligeras (4 kg la olla de 24 cm), lo que hace que resulten más manejables y se calienten ligeramente más rápido. Eso si, si tienes pensado hornear durante mucho tiempo a gran temperatura quizás tengas que sustituir los pomos originales por unos aptos para horno. Aunque a cambio tienen una variedad de formas y colores de lo más amplio. Su garantía es de por vida.
Por su parte, las ollas de Staub son algo más gruesas y pesadas (7 kg la olla de 24 cm). Su diseño es más clásico, de hecho apenas ha variado con el paso de los años. Sus pomos son resistentes a altas temperaturas por lo que no hay que cambiarlos para introducirlas al horno. Su garantía es de 30 años.
¿Qué tamaño y forma?
Aunque las ollas originales eran redondas, lo cierto es que hoy en día hay Cocottes de todas las formas y colores: redondas, ovaladas (mejor para carnes), altas (mejor para guisos), bajas (mejor para arroces), tamaño mini, con forma de corazón… Dicho esto, para empezar la elección más versátil de todas es la de forma redonda.
En cuanto al tamaño, salvo que tengas pensado cocinar para todo un regimiento lo recomendable es ir a por los modelos de 24 cm de diámetro. Es el tamaño ideal para cocinar para 2-4 personas.
Si vives sólo, o en pareja, puedes ahorrar algo de dinero comprando un modelo de 20-22 cm pero si tienes en cuenta que son para toda la vida quizás merezca la pena el esfuerzo para evitar que se quede pequeña.
El color del esmalte ya es cosa tuya. Las más típicas son las naranjas, aunque hoy en día hay de color blanco, azul, verde, amarillo…
Cómo cuidar la Cocotte para que dure toda la vida
Como he dicho antes, las Cocotte son unas ollas que pueden pasar de generación en generación si se usan con mimo. No es que necesiten tantos cuidados como un bebé, pero si sigues algunas recomendaciones no tendrás que comprar otra cazuela jamás:
- No la sometas a cambios bruscos de temperatura y cuando la calientes hazlo siempre con aceite.
- Nada de utensilios metálicos si no quieres rayar el esmalte. Siempre de madera o silicona. ¡Y nada de cortar cosas dentro!
- A la hora de limpiarla usa esponjas (nada de estropajos) y evita los detergentes más fuertes (Si ves que necesita una limpieza más a fondo cubre el fondo con sal gorda y calienta durante unos minutos en el fuego). El esmalte protege el hierro, así que puedes dejarlas a remojo sin miedo. Lo mejor es evitar el lavavajillas.