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En toda España se conoce la menestra o, al menos, nos suena el nombre, pero es en las riberas del río Ebro donde se elabora de forma magistral. Tienen fama las menestras de tierras navarras, donde algunas de sus hortalizas como los espárragos o las alcachofas de Tudela tienen fama mundial. Productos de calidad excelsa que se sirven en los mejores restaurantes de España.
La menestra es, en apariencia, un plato sencillo. Una receta humilde hecha con lo que da la tierra, un plato hecho con las hortalizas que se cultivan en las huertas ribereñas de este río del norte de España, pero hacer una menestra como un maestro, como la hacen los buenos cocineros navarros, exige poner en práctica todos sus trucos y consejos.
Los secretos de una buena menestra de verduras
La clave principal de una buena menestra navarra es la frescura de las verduras. Los navarros prefieren usar productos de temporada, como alcachofas, espárragos, guisantes y habas frescas, ya que el sabor es mucho más intenso y natural y es el alma de este plato.
Tan importante como la calidad de las verduras es respetar sus tiempos de cocción, por lo que, aunque nos dará algo más de trabajo, éstas deben cocerse por separado. Así nos aseguramos de que cada una queda en su punto perfecto, ni demasiado cruda ni pasada. Esto garantiza que todas las texturas y sabores se mantengan equilibrados.
Precisamente, para mantener las texturas, después de la cocción, las verduras se introducen unos segundos en agua con hielo para que ésta se detenga. Este sencillo truco ayuda a mantener el color vibrante de las verduras, especialmente las de tonos verdes como los guisantes, las judías verdes y las alcachofas.
El uso de un jamón de buena calidad le da un toque único a la menestra. Los navarros se lo añaden al plato en el sofrito final, donde el jamón se dora levemente para que libere sus sabores, pero sin dejar que se tueste.
Aunque hay quien prefiere la menestra algo más caldosa, la menestra no es una sopa, pero tampoco es un plato "seco" ya que al unir todas las verduras con el sofrito, suele añadirse una pequeña cantidad del caldo de cocción de los espárragos para que se ligue con el sofrito formando una deliciosa salsa.
La menestra es un plato que se elabora con muy poco aceite, pero éste debe ser de buena calidad. El aceite de oliva virgen extra es el elegido por la mayoría de los cocineros que lo utilizan tanto en el sofrito, como en crudo para dar el toque final echando unas gotas por el plato ya servido.
Otro aspecto importante para conseguir una menestra de diez es el corte de las verduras, que debe hacerse con mimo, para que todos los trozos mantengan uniformidad en el tamaño. Hacerlo así favorecerá una cocción homogénea y nos permitirá realizar un emplatado más vistoso. También hay que ser cuidadosos a la hora de juntar las verduras con el sofrito, debemos mezclar con suavidad para que no se deshagan ni se rompan los trozos.
Una característica de la menestra tradicional es la ausencia de condimentos, no se usan más sazonadores que la sal y el jamón, pues, en este plato, las verduras son las únicas protagonistas.
Un plato rico en fibra y bajo en calorías
La de la menestra es una de esas recetas que ahora se conocen como comfort food, comida que reconforta y que produce bienestar más allá de lo meramente nutritivo, pero es también un plato saludable que solo aporta unas 360 kcal por ración, con muy pocas grasas, un alto contenido en fibra (unos 17 gramos por ración) y, si se usan legumbres frescas como las habas tiernas o los guisantes, una discreta cantidad de proteínas vegetales que se suman a las del jamón.
Ingredientes
- 8 alcachofas frescas
- 12 espárragos blancos frescos
- 200 g de guisantes frescos desgranados (sin las vainas)
- 200 g de habas frescas desgranadas (sin la vaina)
- 200 g de judías verdes
- 2 zanahorias
- 2 dientes de ajo
- 1 cucharada de harina de trigo
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 100 g de taquitos de jamón (serrano o ibérico)
- Agua, cantidad suficiente
- Sal, al gusto
Paso 1
Empezamos preparando las alcachofas. Para ello, quitamos las hojas más duras y cortamos las puntas, dejando solo los corazones. Las frotamos con limón para evitar que se oxiden y las hervimos en agua con sal durante unos 15 minutos, hasta que estén tiernas. Luego, las escurrimos y reservamos.
Paso 2
Pelamos los espárragos blancos y los cocemos en una cazuela con agua y sal durante unos 20 minutos, hasta que estén tiernos. Escurrimos y reservamos tanto los espárragos como el agua de cocción, pues más tarde podremos usarla para preparar el sofrito.
Paso 3
Cocemos los guisantes y las habas por separado en agua con sal durante 5-7 minutos, o hasta que estén tiernos. Escurrimos y reservamos.
Paso 4
Limpiamos y troceamos las judías verdes en tiras de unos tres o cuatro centímetros y las zanahorias en rodajas finas. Las cocemos juntas en una olla con agua y sal durante unos 10 minutos o hasta que estén al dente. Escurrimos y reservamos.
Paso 5
En una sartén amplia o en una cazuela baja, calentamos el aceite de oliva y añadimos los dientes de ajo picados. Sofreímos a fuego medio hasta que estén dorados, pero con cuidado de que no se nos quemen, pues dejarían un sabor amargo que arruinaría nuestra menestra.
Paso 6
Añadimos los taquitos de jamón al sofrito y dejamos que se cocinen ligeramente, lo justo para que suelten su sabor, pero sin llegar a tostarse.
Paso 7
A continuación, añadimos una cucharada de harina y removemos bien para que se cocine durante uno o dos minutos y pierda el sabor a harina cruda.
Paso 8
Añadimos 3 o 4 cucharadas del agua de cocción de los espárragos y mezclamos bien. Si queremos que la menestra quede algo caldosa, se puede añadir más caldo de cocción.
Paso 9
Seguidamente, incorporamos todas las verduras que habíamos reservado. Mezclamos bien para que las verduras se impregnen con la salsa.
Paso 10
Cocinamos todo junto a fuego lento durante unos 5 minutos, removiendo de vez en cuando para que las verduras se mezclen bien con el jamón y el sofrito.
Paso 11
Servimos la menestra de verduras caliente, acompañada de un buen pan.