La mejor receta de berenjenas con tomate que he probado en años: se hace en 15 minutos

Las berenjenas con tomate son siempre un éxito y no es para menos, están buenísimas. En la cocina italiana, esta mezcla es todo un clásico que está presente en recetas tan populares como la pasta a la Norma o la parmiggiana, famosas en medio mundo.

[18 recetas con berenjenas deliciosas para cualquier ocasión]

En España, berenjenas y tomate aparecen a menudo en pistos y en otras recetas de verduras tradicionales como el tumbet mallorquín. La combinación berenjena+salsa de tomate también es un recurso muy "de madres", porque las rodajas -o los filetes- de berenjena, cocinados a la plancha o rebozados pueden hacer arrugar la nariz a algún que otro peque, pero si encima llevan una generosa ración de salsa de tomate, ahí no hay quien pueda resistirse.

[Berenjenas rellenas de carne fáciles, receta paso a paso]

Pero se puede llegar más lejos, a las berenjenas también le sientan bien sabores más exóticos, las mezclas de especias típicas de las cocinas de todo Oriente. Y a esta premisa me acojo en la receta de hoy, en la que unos humildes filetes de berenjena a plancha cocinados en la air fryer -si se hacen en una sartén también nos valen- en apenas 10 minutos se convierten en un plato de locura, con una salsa de tomate casera y un poco de pasta de curry rojo tailandés.

La pasta de curry rojo es más picante que la amarilla, y ahí la cantidad a utilizar depende de la tolerancia al picor de cada uno. Por ejemplo, en mi caso, dos cucharadas de pasta de curry amarillo son igual de tolerables que media cucharada de curry rojo. En cualquier caso, no se trata de añadir picante a la salsa de manera gratuita, sino de añadir todos los matices de sabor que aportan estas mezclas de curry, capaces de convertir cualquier plato de verduras insípidas en un festival de sabores.

El toque lácteo, bien sea con un queso o yogur, también es perfecto para las berenjenas y para cualquier receta que incorpore un picante, porque lo va a equilibrar y va a hacer que la degustación sea más divertida. Una vez en el plato, puede mezclarse todo y estará bueno, pero a mí me gusta dejar las "manchas" de yogur así puedo ir alternando entre bocados más intensos y más suaves. 

Por supuesto, como casi todo lo que yo cocino en mi día a día, los ingredientes se pueden sustituir. Si en vez de un puerro, quieres sofreír una cebolla o un par de cebolletas porque es lo que tienes a mano, ¡adelante! Si en vez de berenjenas, tienes unos calabacines que se te van a poner pochos y quieres darles salida en algo que no sea un puré, ¡adelante!, simplemente puede que tengas que ajustar un poco los tiempos para que la textura del calabacín sea la correcta.

Paso 1

Cortamos la berenjena en rodajas o en filetes de medio centímetro de espesor, salamos los trozos, esperamos un minuto y los secamos con papel de cocina. Los ponemos sobre la rejilla de la air fryer, los rociamos con un poco de aceite y cocinamos durante 10 minutos a 190 ºC, dando la vuelta en mitad de la cocción.

Paso 2

Mientras se cocina la berenjena, picamos el puerro en rodajas finas y lo salteamos en una sartén con una pizca de sal y un par de cucharadas de aceite. Se trata de cortarlo muy finito para que se cocine muy rápido.

Paso 3

Añadimos la pasta de curry y la salsa de tomate y la salsa de soja, mezclando bien con ayuda de una espátula para que se mezcle todo bien. Cocinamos a fuego lento para que se caliente la salsa mientras se terminan de hacer las berenjenas.

Paso 4

Mientras tanto podemos aprovechar el tiempo y hacer la salsa de yogur, solo hay que mezclar el yogur natural sin azúcar con el diente de ajo rallado y un poco de sal. Puede parecer un salsa de yogur algo simple, pero para lo que la vamos a usar es perfecta.

Paso 5

Cuando las berenjenas estén listas, las pasamos a la sartén con la salsa impregnándolas bien con ésta y las dejamos a fuego lento durante cuatro o cinco minutos más.

Paso 6

Para servir, repartimos por encima la salsa de yogur que hemos preparado, un poco cebolleta picada, un poco de cilantro fresco (solo si te gusta), unos cacahuetes troceados que le darán ese punto crujiente divertido. Yo, aprovechando que tenía tomatitos en aceite, le puse unos cuantos porque me encantan y le aportan un toque dulce y umami que le va genial. Para comerlo, puedes ponerte un trozo de berenjena con todas sus cosas sobre una tosta de pan o puedes acompañarlas con arroz.