Celíacos del mundo, esta receta será la delicia para todos vosotros. Pero para todos los demás también. En esta lasaña, la pasta se sustituye por las propias láminas de berenjena que, haciéndolas muy finas, no necesitan más tiempo de cocción que el que se lleva en el horno. La harina de la bechamel tampoco existe porque no es una bechamel en sí, sino que se sustituye por una crema de queso aligerada con nata que también se gratina en el horno.

El sabor no es el mismo, obviamente, pero el resultado no es por ello menos delicioso. El relleno se elabora a partir de un pochado de cebolla y tomate frito (se puede comprar también un buen tomate frito de calidad con cebolla) al que se añaden unos dados de berenjena para dar cuerpo y, por último, las gambas o langostinos que se incorporan justo al final y se cocinan directamente en el horno.

Si se tienen restos de pisto manchego, también se podría utilizar para el relleno de esta lasaña, añadiendo justo al final los crustáceos. Se podrían cambiar por un pescado desmigado que haya sobrado de un besugo al horno, por ejemplo, y quedaría de maravilla.

Para los que no quieran hacer la lasaña con berenjena, otra opción es el calabacín. Esta lasaña no congela igual de bien que las de pasta, como la lasaña de mejillones y espinacas o la lasaña de calabaza y pavo, pero sí que se puede quedar hecha con antelación para hornearse justo en el momento de ir a ser consumida. 

Cómo hacer lasaña sin gluten

Ingredientes

  • Berenjenas grandes, 3 u
  • Tomate frito, 250 g
  • Cebolla, 1 u
  • Aceite de oliva virgen extra, 6 cucharadas
  • Tomillo, 1/2 cucharadita
  • Gambas o langostinos pelados, 25 u
  • Sal, c/s
  • Pimienta negra molida, al gusto

Para la "falsa bechamel"

  • Queso mascarpone o crema, 250 g
  • Nata para cocinar, 200 ml
  • Sal, c/s

Paso 1

Preparar el relleno

Paso 2

Laminar la berenjena

Paso 3

Hacer la bechamel de queso

Paso 4

Montar la lasaña y gratinar

Paso 1

Pelar la cebolla y picarla finamente. En una sartén con el aceite de oliva y un poco de sal poner a pochar a fuego suave o medio, controlándolo de vez en cuando para que no tome demasiado color. Cuando ya esté tierno, agregar una de las berenjenas cortadas en dados pequeños y el tomate frito. Cocinar todo junto a fuego suave, dejando reducir lentamente hasta conseguir un sofrito con mucho sabor. Añadir sal, tomillo y pimienta negra.

Paso 2

Trocear los cuerpos de las gambas o langostinos crudos y añadirlos a la sartén del sofrito, remover y apagar el fuego. No se necesita que se cocinen mucho, hay que pensar que luego en el horno se terminarán de hacer.

Paso 3

Laminar las otras dos berenjenas lo más finas posibles, de forma longitudinal. Lo ideal es utilizar una mandolina o un buen pelador. También se puede hacer con una máquina corta fiambres o con el cuchillo, pero con éste quedará más grueso.

Paso 4

Mezclar el queso, la nata y la sal en un bol con la ayuda de unas varillas hasta que quede cremoso y con grumos. La cantidad de nata variará en función de la consistencia de la crema, se buscará una textura de bechamel. Si fuese necesario para quitar los grumos se podrá calentar ligeramente la mezcla en un cacillo.

Paso 5

Montar la lasaña en una sartén apta para el horno. Untar el fondo con un poco de aceite de oliva y precalentar el horno a 180 ºC. Poner una capa de láminas de berenjena en la base y, encima, una de farsa de gambas y tomate.

Paso 6

Hacer una última capa de berenjena para terminar la lasaña. Siempre hay que poner las láminas de berenjena un poco superpuestas. Para rematar terminar con una cantidad generosa de la bechamel por encima. Llevar entonces a gratinar, se podría agregar también un poco de queso de fundir (mozzarella, emmental...) por encima o parmesano. Hornear durante 15 minutos aproximadamente, que la berenjena se cocine y la capa superior se gratine.