- Total: 4 min
- Comensales: 2
Pensar en qué cocinar para la hora de la cena puede que sea una de las tareas que más carga mental supone para muchas personas. Encontrar recetas que se puedan hacer rápido, ensuciando lo mínimo, que estén ricas, que alimenten, pero que no resulten pesadas de digerir para que no afecten al descanso nocturno y no nos hagan amanecer con una molesta sensación de hinchazón.
Pero también queremos que la cena sea sabrosa y no cenar siempre lo mismo, así que la respuesta a la pregunta que muchos se hacen al llegar a casa es ¿y ahora qué ceno? En Cocinillas no podemos prepararte la cena, pero sí podemos darte ideas de platos sencillos que son perfectos para resolver una cena. Recetas ligeras y saludables que aporten fibra, proteínas, grasas saludables y micronutrientes beneficiosos para el organismo.
En la receta de hoy te proponemos un revuelto de espinacas con jamón serrano para el que, básicamente, necesitamos tres ingredientes. Si cocinamos para dos personas, con cuatro huevos, una bolsa de brotes de espinacas y una tarrina de taquitos de jamón serrano, en menos de 5 minutos podemos tener una cena sabrosa y nutritiva. Si se desea, podría sustituirse el jamón serrano por beicon, pero añadiríamos grasa y no ganaríamos mucho más sabor.
Ingredientes para hacer un revuelto de espinacas con jamón
- 100 g de jamón serrano (en tiras o en taquitos)
- 100 g de brotes de espinacas
- 4 huevos
Paso 1
Calentamos una cucharada de aceite de oliva en una sartén a fuego medio. Añadimos las tiras de jamón serrano y las cocinamos hasta que estén ligeramente crujientes, pero sin quemarse. Retiramos el jamón de la sartén y lo reservamos.
Paso 2
Calentamos una cucharada de aceite de oliva en una sartén a fuego medio. Añadimos las tiras de jamón serrano y las cocinamos hasta que estén ligeramente crujientes, pero sin quemarse. Retiramos el jamón de la sartén y lo reservamos.
Paso 3
Batimos los huevos en un bol con una pizca de sal -poca sal- y pimienta negra (opcional). Vertemos los huevos batidos en la sartén con las espinacas, bajamos el fuego, y los cuajamos lentamente removiendo con una espátula para formar el revuelto.
Paso 4
Cuando los huevos estén casi cuajados, añadimos las tiras de jamón serrano que habíamos reservado. Mezclamos bien para integrar todos los ingredientes y cocinamos hasta que los huevos estén a nuestro gusto.
Paso 5
Servimos inmediatamente para consumirlo caliente. Se puede acompañar de algunas rebanadas de pan tostado.
Una cena proteica hecha en un santiamén
Tal como está propuesta, la receta aporta unos 28 gramos de proteínas por ración, 24 gramos de grasas, solo 3 gramos de carbohidratos que son mayoritariamente fibra y, entre los micronutrientes, destacan los 3.75 mg de hierro que suponen casi el 50 % de la cantidad diaria recomendada para hombres adultos y casi el 25 % para mujeres de menos de 50 años.
Los huevos y el jamón serrano son excelentes fuentes de proteínas de alta calidad, esenciales para la reparación y el crecimiento de tejidos que forman nuestro cuerpo, así como para la producción de enzimas y hormonas. Las proteínas también ayudan a mantener la masa muscular, algo fundamental para prevenir el envejecimiento, y proporcionan sensación de saciedad.
El aceite de oliva virgen extra es una fuente rica en grasas monoinsaturadas que son beneficiosas para la salud cardiovascular. Estas grasas pueden ayudar a reducir el colesterol LDL, el"malo", y a aumentar el colesterol HDL, el "bueno".
Tanto las espinacas como los huevos y el jamón serrano aportan hierro, un mineral que desempeña un importante papel en la formación de hemoglobina y en el transporte de oxígeno en la sangre. Consumir esta receta proporciona una buena cantidad de hierro, especialmente importante para prevenir la anemia, sobre todo en mujeres en edad fértil.
Las espinacas son ricas en vitamina A (en forma de betacaroteno), vitamina C, vitamina K y ácido fólico, esenciales para la salud ocular, el sistema inmunológico, la coagulación sanguínea y el desarrollo celular. Para preservar el contenido vitamínico, se aconseja consumirlas crudas o sometidas a una cocción muy leve.
Las espinacas, además, contienen magnesio, que es fundamental para la función muscular y nerviosa. También contienen antioxidantes como la luteína y la zeaxantina, que protegen los ojos del daño causado por la luz ultravioleta y pueden reducir el riesgo de enfermedades oculares relacionadas con la edad, como la degeneración macular.
Los huevos aportan varias vitaminas del grupo B, como la B12, importante para el sistema nervioso, y la colina, que es esencial para la función cerebral. En definitiva, se trata de una receta que, con pocas calorías, unas 330 por ración, aporta suficientes nutrientes como para preparar una cena equilibrada y fácil de digerir.