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Para mí solo hay una cosa mejor que una buen asado de carne, y son las patatas que lo acompañan. Esas patatas cocinadas en el horno, bien doradas por fuera y muy tiernas por dentro me parecen de lo más rico que se puede comer.
En realidad, las patatas asadas están buenas de todas las maneras, tanto si se han asado con la salsita de un pollo o de una carne, como si se asan solas con piel. No absorben humedad como cuando se cuecen y no absorben grasa como cuando se fríen, así que son más sanas y más sabrosas. Y también más fáciles de hacer.
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Se trata, además, de un alimento básico en nuestra dieta, económico y versátil que, aunque, debido a la cantidad de almidón que contiene, se trata de una hortaliza bastante calórica, también aporta nutrientes interesantes para el organismo.
Las patatas aportan potasio, que interviene en la salud cardiovascular, el sistema nervioso y la musculatura. Aportan también algunos carotenoides como la luteína, anteraxantina y violaxantina.
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Curiosamente, las patatas contienen también una cantidad nada despreciable de vitamina C, pero lo que sucede es que ésta es una vitamina que se degrada con la temperatura por lo que se pierde durante la cocción.
Cómo asar patatas en el horno
Una forma muy sencilla de asar las patatas en el horno o en una freidora de aire es envolviéndolas en papel de aluminio. Para hacerlo así solo hay que lavar bien la patata, secarla, darle algunos pinchazos en la piel con ayuda de un cuchillo, envolverla en el papel y cocinarla en el horno a 180 ºC durante unos 50-60 minutos o, incluso, algo más, si la patata tuviese un tamaño muy grande.
Una vez asada, cuando hayamos comprobado que podemos pincharla con un tenedor sin que oponga resistencia, podemos abrir el paquete, cortar la patata, ponerle sal, pimienta y una nuez de mantequilla o un chorrito de aceite de oliva virgen extra y disfrutarla.
Para asar las patatas en el horno en menos tiempo, el chef Martín Berasategui propuso en una ocasión un pequeño truco que, en realidad es algo bastante obvio, pues no es más que cortarlas por la mitad. Así se podrá poner algo de grasa y especias en contacto con la carne de la patata y, aparte de cocinarse más rápido, estarán más sabrosas.
Ingredientes
- Patatas (Monalisa, Kennebec)
- Aceite o mantequilla
- Sal
- Pimienta
- Especias al gusto
Paso 1
Precalentamos el horno a 180 ºC. Lavamos bien las patatas, las secamos y las cortamos por la mitad.
Paso 2
Engrasamos una fuente de horno con aceite de oliva o con mantequilla, sazonamos las patatas con sal, pimienta y, opcionalmente, con otras especias que nos gusten.
Paso 3
Ponemos las patatas bocabajo sobre la fuente engrasada, esto es, apoyando sobre la zona de corte, y cocinamos durante unos 35 minutos hasta que estén tiernas. Puede ser necesario algún minuto más si las patatas fuesen muy grandes.