Cuando hace unos meses Belén de Cocinar para dos publicó la receta del chef Paco Roncero para hacer mantequilla de AOVE supe que era algo que iba a dar muchísimo juego en mi cocina y no me equivoqué en absoluto. La he preparado en varias ocasiones con distintas variedades de AOVE y en todas ellas ha resultado deliciosa, así que ya estáis tardando en poneros manos a la obra.

Buena prueba de ello son estas galletas que os propongo hoy, que son fabulosas para un capricho dulce y bastante saludable. Y por si fuera poco, apenas dan trabajo.

Seguid leyendo que vais a ver que son unas galletas para principiantes.

Preparación de la mantequilla casera de AOVE

1.  En un bol al baño maría derretimos la manteca de cacao, aunque en la receta original Belén lo hace en un cazo al fuego, a mí me resulta más cómodo así.
2. Cuando esté derretida la manteca de cacao, en el mismo bol metemos la batidora de brazo y batimos mientras vamos añadiendo el AOVE en forma de hilo. Seguimos batiendo hasta emulsionar ligeramente la mezcla.
3. La echamos en un tuper y la dejamos en el congelador un par de horas para que solidifique.
4. Una vez sólida, la podemos dejar en la nevera para usarla cuando la necesitemos. En la nevera aguanta semanas.

Preparación de las galletas de mantequilla casera de AOVE

1.  En un cuenco, mezclamos el azúcar y la harina.
2. Cuando estén mezcladas añadimos la mantequilla bien fría cortada en trocitos. Mezclamos con ayuda de las manos hasta tener una textura arenosa.
3. Añadimos el licor y amasamos ligeramente, lo justo para que ligue la masa y podamos formar una bola.
4. Envolvemos la bola de masa en papel film y la dejamos reposar una hora en la nevera o 15 minutos en el congelador.
5. Estiramos la masa con un rodillo hasta tener una plancha de unos 4 mm de espesor y con ayuda de un cortapastas vamos cortando las galletas. Retiramos los recortes y con ayuda de una espátula pasamos las galletas a una bandeja con papel de horno. Los recortes los volvemos a estirar para seguir formando galletas hasta que no nos quede masa.
6. Si vamos a usar un sello para hacer alguna decoración en las galletas, lo empolvamos ligeramente con harina o azúcar glacè para que las galletas no se queden pegadas.
7. Dejamos la bandeja con las galletas cortadas cubierta con papel film en la nevera durante al menos media hora, aunque no pasa nada si la dejamos de un día para otro. El caso es que cuando las metamos en el horno tienen que estar muy frías.
8. Precalentamos el horno a 190ºC y las horneamos durante 13 minutos, aunque como cada horno es un mundo mejor id vigilándolas no vaya a ser.
9. Las sacamos del horno y con mucho cuidado las pasamos a una rejilla hasta que enfríen completamente.

Resultado

Con las cantidades que os pongo salen unas 15 o 16 galletas que se conservan perfectas durante varios días guardadas en una lata o en un bote hermético, aunque en casa bien es verdad que se acaban en pocas horas.

Si usáis un sello y las galletas no están suficientemente frías al meterlas en el horno es posible que pierdan el dibujo, pero no os preocupéis… Si os pasa eso, justo cuando las saquéis del horno aún estarán suficientemente blanditas como para que podáis pasar de nuevo el sello, eso sí, tenéis que actuar rápido.

Como la mantequilla la hemos hecho con AOVE, estas galletas son aptas para intolerantes a la lactosa, además también lo son para intolerantes al huevo al no llevar este ingrediente y para veganos y vegetarianos al no llevar nada de origen animal.

La manteca de cacao la compro en una tienda de chuches que tienen cosas para repostería creativa, pero también se puede conseguir fácilmente en tiendas on-line.

Y como ya sabéis, si tenéis alguna duda, por favor dejadla en la cajita de comentarios.