Los días de verano, de vacaciones y con las temperaturas por las nubes se prestan más que los de invierno a disfrutar de un postre fresquito durante la sobremesa. Pero también es la época del año en la que menos ganas tenemos de complicarnos la vida cocinando.
Y encima tenemos los anuncios de helados, quién no ha sucumbido a volverse a casa del súper con un paquete de cucuruchos de helado de su sabor favorito o una barra de tarta helada de nata con laminillas de chocolate crujiente, que suena a postre viejuno, pero bien que nos sigue gustando.
[8 recetas de helados fáciles sin heladera]
9 postres ligeros y fresquitos para el verano
Como alternativa con menos azúcar añadido y prácticamente con el mismo esfuerzo que unos helados comerciales, se pueden hacer muchos postres con frutas de temporada. Un buen consejo es que, aprovechando que es una época de mucha fruta, tengamos en el congelador una buena provisión de frutas lavadas y troceadas (plátanos, fresas, frambuesas, piña, mango, melocotón...), porque con poco más se pueden hacer postres helados en cuestión de minutos.
Con frutas más acuosas como la sandía o el melón se pueden hacer también granizados y frappuccinos deliciosos para los días de más calor.
A continuación, os proponemos algunos ejemplos:
Fresas con yogur
Si tenemos las fresas congeladas, podemos triturarlas con yogur griego (125 g de yogur por cada 250 g de fresas) y, si se desea, algún endulzante para hacer una deliciosa crema helada. Si lo que tenemos son fresas frescas, las podemos cortar en rodajas y servirlas con el yogur griego una pizca y un chorrito de miel.
Plátano con chocolate
Solo se necesitan rodajas de plátano congelado y chocolate. Es tan sencillo como fundir chocolate negro en el microondas y bañar las rodajas de plátano en él. El chocolate solidificará enseguida formando una capa crujiente y tendremos un heladito estupendo para refrescar los calores estivales.
Mousse de aguacate y chocolate
En el vaso de la batidora o en un procesador de alimentos, ponemos un aguacate maduro, una cuchara sopera de cacao en polvo sin azúcar, edulcorante y un poco de leche de almendras. Trituramos todo hasta obtener una textura suave y servimos con nueces picadas por encima.
Pudín de chía
Mezclamos dos cucharadas de semillas de chía con media taza de leche de almendras, una pizca de esencia de vainilla y un edulcorante o endulzante al gusto. Dejamos reposar durante unos minutos hasta que las semillas absorban el líquido y la mezcla adquiera una textura gelatinosa y ya podemos servirlo con algunas frutas frescas por encima.
Helado de plátano y chocolate
Ponemos dos plátanos congelados en trozos en un robot de cocina o en procesador de alimentos con una cucharada sopera de chocolate en polvo sin azúcar y mezclamos todo hasta obtener una consistencia cremosa similar al helado.
Batido de frutas
Tan sencillo como delicioso y la solución perfecta para cuando tenemos algunas frutas que ya están demasiado maduras y si no se comen ya habrá que tirarlas. Solo hay que poner en la batidora nuestra combinación favorita de frutas frescas, como fresas, plátanos y mangos, con un poco de agua o yogur natural bajo en grasa.
Se puede añadir también algún cubito de hielo y, si queremos un extra de nutrientes, algún fruto seco y algunas hojas verdes como, por ejemplo, de espinacas.
Natillas de chocolate exprés
Para que os hagáis una idea, estas natillas de chocolate ligeras son algo así como la versión casera de los Vitalínea de chocolate, son veganas, se preparan en 5 minutos y ya están listas para tomar, no hay que esperar a que se enfríen porque se preparan en frío.
[Receta de las natillas de chocolate ligeras y listas para tomar en 5 minutos]
Yogur con frutos secos
Mezclamos yogur griego bajo en grasa con nueces picadas, almendras o semillas de chía. Se puede agregar un poco de canela o vainilla para darle más sabor. Si quieres darle un toque muy especial, prueba a añadirle una mezcla de 5 especias chinas.
Ensalada de frutas
Cortamos una variedad de frutas frescas, como piña, cerezas, melón, melocotón o fresas, y las mezclamos en un bol o en la cáscara de alguna de ellas. Se puede añadir un poco de zumo de limón o de naranja para evitar que se oxiden.