Cremosas y excepcionalmente suaves, estas trufas de limón se elaboran de manera rápida y con ingredientes muy fáciles de encontrar. No requieren de horno y son perfectas para terminar cualquier comida sin la pesadez que pueda aportar el ingrediente estrella de los postres, el chocolate.

Son tan sencillas que la receta se puede resumir en simplemente mezclar todo en un cazo y dejarlo reducir hasta obtener una consistencia que permita su posterior boleado. Su cocinado no tendrá más misterio que mantener el fuego bajo para evitar que la masa se queme o se agarre al fondo.

Recuerdan mucho a los brigadeiros, esos dulces de origen brasileño que comparte con esta receta una base de leche condensada, un espesante que bien pueda ser yema de huevo o mantequilla, y el sabor elegido. Los más famosos son los brigadeiros de chocolate, que suelen ir rebozados en fideos de chocolate o cacao en polvo, pero existen otras opciones con otros sabores como puedan ser estos de limón, coco, crema de avellanas y cacao, o café.

El rebozado de estas trufas de limón es totalmente opcional, siendo muy recomendable pues son de una consistencia muy delicada. E igual que se puede jugar con el sabor de estas trufas, se pueden lograr multitud de variantes con tan solo variar su rebozado. Se pueden rebozar con coco rallado, polvo de galletas, virutas de chocolate blanco, fideos de colores o como es el caso con azúcar glas.

Fundamental es también el tiempo de enfriado, que se acortará notablemente si se hace en una superficie plana como un plato, en vez de en una honda como un bol. Resultará difícil o casi imposible darles forma si la masa no está bien fría, pues se deshará resultando muy pegajosa. Así pues, si durante el proceso de boleado la masa se templa con la temperatura exterior, bastará con volverla a meter en la nevera.

Son perfectas para empezar a practicar a hacer postres caseros, igual que otras recetas de postres sin horno que son igualmente sencillas y sin el engorro de encender horno ni practicar los tan temidos amasados como el flan de huevo rápido, la tarta de queso sin horno o la tarta de chocolate y caramelo.

Cómo hacer trufas de limón y leche condensada

Ingredientes

  • Leche condensada, 370 ml
  • Mantequilla, 30 g
  • Chocolate blanco, 70 g
  • Zumo de limón, 25 ml
  • Ralladura de limón, 3 cucharadas
  • Sal, una pizca
  • Azúcar glas para rebozar, 100 g

Paso 1

Derretir la mantequilla

Paso 2

Mezclar todo el resto de los ingredientes en caliente

Paso 3

Enfriar completamente

Paso 4

Formar las trufas y pasar por azúcar y ralladura de limón

Paso 1

Derretir la mantequilla en un cazo a fuego bajo, sin que llegue a burbujear. También se puede hacer en el microondas, en la función descongelar a intervalos de 10 segundos. Añadir, a un cazo a fuego bajo, la leche condensada junto a la mantequilla derretida.

Paso 2

Agregar también el chocolate blanco troceado, el de zumo limón, su ralladura, y una pizca de sal.

Paso 3

Cocinar manteniendo el fuego bajo, removiendo frecuentemente con una lengua, hasta que espese, y podamos ver en fondo del cazo durante varios segundos cuando pasemos por él la espátula.

Paso 4

Pasar a un bol no muy hondo, o a un plato, untado en mantequilla, y tapar con film procurando que este toque la crema para evitar que se forme una no deseada costra.

Llevar a la nevera a enfriar. Dependiendo de la superficie donde se esté enfriando tardará más o menos tiempo en ser manejable. Si se ha hecho en un bol hondo puede llegar hasta las 4 horas.

Paso 5

Una vez enfriada la masa, con la ayuda de una cucharilla, tomar porciones y bolear con las manos. No debería ser necesario, pero podremos untar las manos con un poco de mantequilla o azúcar glas para evitar que se pegue. La masa deberá permanecer fría durante el boleado para que sea manejable. En caso contrario, devolver a la nevera y esperar a que enfríe de nuevo para seguir dando forma a las trufas.

Paso 6

Las terminaremos rebozándolas en azúcar glas y con un poco más de ralladura de limón.