Aunque pueda parecer que el blondie es un bizcocho que se inspira en el brownie tradicional al que le hemos quitado el chocolate, en realidad, pues en la primera receta de "brownie" de la que se tiene constancia, publicada en 1896, este dulce no llevaba chocolate, aunque le daban este nombre por las molasas que usaban para endulzar que le daban un color oscuro. El chocolate no empezó a añadirse hasta ya entrado el siglo XX.

El blondie original tampoco era un brownie hecho con chocolate blanco, sino que llevaba vainilla como ingrediente para dar sabor. Hoy en día es fácil encontrar recetas que incluyen este tipo de chocolate en las que se consigue la textura jugosa y cremosa del brownie, pero el resultado es demasiado dulce y pueden resultar empalagosos y pesados de comer. Pero hay otras opciones para conseguir esa textura  maravillosa en un brownie que no tenga chocolate negro como el brownie de chocolate y almendra caramelizada, pero que al comerlo invite a seguir haciéndolo sin caer en el agotamiento del paladar. ¡Y este brownie de manzana y caramelo es la receta perfecta para cumplir ese objetivo!

Da igual si lo llamamos blondie o brownie, el caso es que este bizcocho no lleva chocolate, pero la textura es tan parecida al original que me parece correcto mantener el nombre para que todo el mundo entienda qué se va a encontrar una vez realizada la elaboración. Lo primero será preparar un caramelo con el azúcar moreno y la mantequilla, una especie de toffee, y luego caramelizar ahí las manzanas hasta que estén completamente tiernas y la mezcla sea densa.

Después, sólo quedará condimentar al gusto y añadir el huevo y la harina y llevar al horno. Hay quien podría caer en la utilización de la canela como aderezo así que dejo la puerta abierta, aunque a mí no me encante, prefiero utilizar simplemente una buena cantidad de sal para contrarrestar y también algo de pimienta negra para que le de alegría al conjunto. Como todo bizcocho, su congelación es perfecta así que lo podéis dejar hecho con antelación y sólo darle, una vez descongelado, un toque de horno final para que le de el crujiente exterior por fuera.

Cómo hacer brownie de manzana caramelizada

Paso 1

Pelar las manzanas, quitar el corazón y cortarlas en cuadraditos pequeños. Derretir la mantequilla y luego añadir el azúcar a fuego medio y dejar cocinar haciendo un caramelo durante unos 10 minutos. Cuidado porque esto coge temperaturas altas y podrían saltar burbujas y quemarnos.

Paso 2

Añadir entonces la manzana cortada, remover bien y dejar cocinando unos 15 minutos hasta que todo caramelice bien y tome cuerpo. Al principio lo veremos disgregado, pero a medida que la manzana va soltando sus jugos se irá ligando todo muy bien hasta quedar un toffee de manzana. La manzana menguará, pero tienen que quedar los trozos.

Paso 3

Dejar enfriar la mezcla de caramelo y manzana, veremos cómo va cogiendo cada vez más cuerpo y se va endureciendo. No hace falta enfriarla completamente, sólo hasta que coja la temperatura necesaria para tocarlo con las manos y no quemarnos.

Paso 4

Precalentar el horno a 180 ºC y engrasar un molde de unos 20 x 20 centímetros de lado. También podemos usar un aro de pastelería y forrarlo en la base con un poco de papel aluminio, pero siempre es recomendable untar el propio aro con mantequilla.

Paso 5

Mezclar el huevo con el caramelo de manzana y, posteriormente, agregar también la harina y mezclar todo muy bien. Incorporar la sal y la pimienta negra; o las especias que queramos al gusto de cada uno.

Paso 6

Verter la mezcla en el molde, o en el aro, y extender muy bien para que quede lo más plano posible. Hornear durante unos 15 minutos en función calor arriba y abajo y ventilador (o abajo y ventilador). Si vemos que está muy poco hecho podremos darle un par de minutos más. Sacar del horno y dejar enfriar completamente antes de desmoldar porque si lo hacemos en caliente se nos deshará.