Tortitas japonesas esponjosas, la merienda que todo el mundo desea
Las tortitas japonesas, esponjosas y aireadas, se han convertido en una merienda tremendamente popular en el país nipón. No son sencillas de elaborar pero sí siguiendo estos pasos.
24 mayo, 2020 11:17- Total: 28 min
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Las tortitas japonesas son todo un hit en la isla nipona y no hay quién no las meriende de vez en cuando. No es sencillo darles la vuelta porque su secreto es que son gruesas y esponjosas pero tener un aro de emplatar, de los metálicos, ayudará mucho en la tarea. Lo ideal es hacer estas tortitas de dos en dos que es la medida perfecta para una merienda contundente para una persona y cabrán bien dentro de una sartén, que debe ser siempre antiadherente. Entre los ingredientes figura la mahonesa, ¡sí! no es un error. La mahonesa es una emulsión de huevo y aceite que aunque lleva un elemento cítrico éste se evaporará con el calor y no dejará rastro, ayudándonos a dar una consistencia especial y que nuestro soufflé aguante más, para que no se nos venga abajo.
Ingredientes
- Huevos, 2 u
- Azúcar, 60 g
- Azúcar glas, 25 g
- Azúcar avainillado, 3 g
- Mahonesa, 15 g
- Harina, 200 g
- Levadura química, 5 g
- Bicarbonato, 5 g
- Sal, una pizca
- Aceite de oliva suave, c/s
- Caramelo líquido, 100 g
- Nata sin lactosa, 200 ml
- Vinagre, 1 cucharada
Paso 1
Montar un merengue con las claras de huevo y el azúcar glas.
Paso 2
Mezclar la nata con el vinagre durante 5 minutos.
Paso 3
Batir las yemas con el azúcar y la mahonesa. Añadir la harina.
Paso 4
Mezlcar la preparación con las claras de huevo y cocinar en la sartén 4 minutos por cada lado.
Paso 1
Mezclar la nata con el vinagre y dejarlo reposar mezclándolo durante 5 minutos. Con esto haremos un buttermilk. Por supuesto, se podría evitar este paso si compramos el buttermilk ya hecho aunque es más complicado de encontrar.
Paso 2
Con la ayuda de unas varillas montar a punto de nieve las claras de los huevos. Cuando estén semimontadas añadir el azúcar glas y seguir batiendo hasta conseguir un merengue tieso y duro pero con cuidado de no sobre batir porque se bajaría. Reservar para añadir al final.
Paso 3
Batir las yemas igual, con varillas, hasta que espumen con el azúcar. Incorporar entonces la mahonesa y también la nata. Mezclar bien. Añadir la harina con el bicarbonato, la levadura y la pizca de sal y remover todo bien hasta que se haga una pasta densa.
Paso 4
Incorporar poco a poco el merengue, para que la masa empiece a quedarse esponjosa, no será fácil y tendremos que hacerlo con la ayuda de una espátula haciendo movimientos envolventes.
Paso 5
Calentar una sartén antiadherente a fuego mínimo y poner unas gotas de aceite en la base. Por otra parte untar un aro metálico con un poco de aceite y cubrirlo entero con papel de hornear, cortado del mismo tamaño. Poner el aro sobre la sartén y rellenarlo hasta la mitad con la mezcla. Tapar. Dejar cocinar durante 4 minutos. Con cuidado y delicadeza, con la ayuda de dos espátulas, dar la vuelta y cocinar otros 4 minutos, tapado de nuevo. Quitar el aro con cuidado y terminar con caramelo.
Trucos y sugerencias
Si no tenéis aro metálico podéis construir uno vosotros mismos recortando un brick de leche, consiguiendo una tira de unos 4 centímetros de grosor y 6 centímetros de diámetro, grapándola para hacer un aro casero. Ese aro lo forraremos igualmente con papel de hornear y será perfecto para que las tortitas queden de la forma deseada, no se desparramen y podamos manejarlas bien.
El acompañamiento es en este caso caramelo pero aquí cada uno puede añadir lo que quiera: chocolate, fresa, frutos secos o incluso salsas de café, cremas pasteleras o crema de limón. Las posibilidades son infinitas e incluso dentro de la masa podríamos añadir té matcha, ralladura de naranja o haba tonka.