Tarta de queso light y sin horno, para disfrutar sin remordimientos
Os propongo una tarta de queso light, muy fácil de hacer, con muy poca grasa, rica en proteínas y perfecta para darse un capricho en estos días de encierro.
21 abril, 2020 19:17- Total: 15 min
- Comensales: 6
Vamos por la sexta semana de aislamiento y cada vez cuesta más resistirse a la tentación de los postres que cada día nos ponen a prueba en las redes sociales. Y lo cierto es que nos lo merecemos, por eso os voy a dejar una deliciosa receta de una tarta de queso light muy fácil de hacer que es perfecta para darse un capricho dulce sin ningún tipo de remordimiento.
Ingredientes
Para la base
- Galletas o cereales de desayuno integrales, 150 g
- Queso fresco bajo en grasa, 50 g
Para la crema
- Queso fresco batido 0% grasa, 500 g
- Leche desnatada, 50 ml
- Gelatina neutra, 6 hojas
- Edulcorante líquido, 15 ml
- Esencia de vainilla, 1 cucharadita (o ralladura de la piel de un limón)
- Claras de huevo, 2
Para decorar
- Fruta fresca, mermelada o chocolate rallado
Paso 1
Preparar la base
Paso 2
Preparar la crema
Paso 3
Dejar enfriar
Paso 4
Servir
Paso 1
Empezamos preparando la base, para ello trituramos las galletas o los cereales integrales de desayuno con la crema de queso sin grasa hasta formar una pasta.
Forramos la base de un molde desmontable con papel de horno, repartimos la mezcla sobre el fondo y la aplastamos bien con un tenedor. Engrasamos ligeramente las paredes del molde y colocamos una tira de papel de horno. Reservamos en la nevera mientras preparamos la crema.
Llenamos un bol con agua fría y ponemos a remojo las hojas de gelatina.
Paso 2
En un bol limpio montamos las claras a punto de nieve con ayuda de unas varillas eléctricas y las reservamos.
En otro bol mezclamos el queso fresco batido sin grasa con el edulcorante y la esencia de vainilla o la ralladura de limón. Calentamos la leche en el microondas durante 30 segundos, escurrimos bien la gelatina y la disolvemos en la leche caliente.
Incorporamos la gelatina disuelta al bol con el queso y mezclamos enérgicamente. A continuación incorporamos las claras a punto de nieve con ayuda de una espátula y mediante movimientos envolventes.
Paso 3
Opcionalmente podemos decorar las paredes del molde con parte de la fruta, a continuación, vertemos la crema en el molde, tapamos con film y dejamos en la nevera durante un mínimo de seis horas o hasta el día siguiente.
Paso 4
En el momento de servir decoramos con el resto de la fruta, retiramos el aro del molde desmontable y despegamos con cuidado el papel de horno de los laterales.
Notas
Si no tenéis fruta fresca a mano, se puede cubrir con un poco de mermelada sin azúcar o, si habéis puesto esencia de vainilla, le podéis rallar un par de onzas de chocolate negro que le dará un toque como a straciatella.
En todos los casos tendréis un postre fácil de hacer, ligero y refrescante para estos días de primavera.
Si queremos reducir el tiempo de espera, podemos preparar nuestra tarta de queso light en vasitos individuales, de esta manera podremos consumirla sin necesidad de desmoldar por lo que no habrá problema en consumirla si no ha terminado de cuajar del todo, lo único es que estará algo más cremosa, pero no por ello menos deliciosa.