Un rico bizcocho de manzana es perfecto tanto para un día especial como para cualquier día entre semana y con esta sencilla receta tienes todos los ingredientes para arrancar una sonrisa a las personas que más te quieren, incluso los más agradecidos hasta te harán la ola.

Ingredientes para hacer un bizcocho de manzana

  • Yogur natural, 1
  • Fructosa, 1 medida de yogur + 2 cucharaditas
  • Huevos, 3
  • Aceite de girasol, 1 medida de yogur
  • Ralladura de 1 limón
  • Harina de repostería, 3 medidas de yogur
  • Levadura, 1 sobre
  • Manzanas pequeñas, 2 ó 1 grande
  • Avellanas, 50 g
  • Canela

Paso 1

Precalentar el horno y mezclar los ingredientes

Paso 2

Trocear las manzanas y avellanas

Paso 3

Hornear

1. Precalentar el horno y mezclar los ingredientes

Precalentamos el horno a 200ºC.

Vamos a utilizar preferiblemente unas varillas eléctricas para que quede todo muy bien batido y le de esa esponjosidad extra para hacer de este bizcocho un postre espectacular.

Con el recipiente del yogur tomaremos las medidas de los ingredientes, así que no necesitarás  una báscula.

En un cuenco batimos el yogur con 1 medida de fructosa, los huevos, 1 medida de aceite de girasol y la ralladura de 1 limón.

Después de batirlo durante un par de minutos añadiremos la harina y la levadura y seguiremos batiendo un minuto más.

Forramos un molde alargado con papel de hornear y vertemos la masa. 

2. Trocear las manzanas y avellanas

Troceamos la manzana en daditos pequeños y partimos las avellanas a la mitad. Repartimos por encima de la masa primero los trocitos de manzana y después las avellanas troceadas, finalmente espolvoreamos con 2 cucharaditas de fructosa y una cucharadita de canela.

3. Hornear

Bajamos un poco la temperatura del horno, sobre 190ºC, y horneamos 50 minutos, comprobando que esté listo pinchando con un palito de brocheta y si sale limpio ya está perfectamente cocido.

La manzana quedará asada y jugosa, y las avellanas crujientes y ligeramente caramelizadas, y la combinación de ambos sabores y texturas convertirá este sencillo bizcocho en un postre digno de un día tan especial. La utilización de fructosa permitirá a aquellos que no pueden tomar azúcar poder disfrutar del postre, siempre con moderación, claro. 

Un postre casero, rico, sano y recién hecho con el que hasta te pueden sorprender tus hijos. ¡Qué más puede pedir una madre!, yo desde luego  estoy esperando que mis loquitos dentro de unos años me sorprendan con un regalo así de especia! Aunque ahora que lo pienso con la ayuda de su padre seguro que podrían sorprenderme ya mismo, creo que mandaré un par de indirectas y dejaré esta receta muy a mano para que les salga perfecto, aunque sea cual sea el resultado seguro que estaré superorgullosa igualmente y no dejaremos ni las migas!